The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡

Capítulo 17

—Él no merecía esto.— lamenta Molly frente a la gran fogata, en la que incineraban el cuerpo de Kevin. Dean pasó un brazo al rededor de la chica y esta seguía mirando el fuego.— Él no merecía esto, Dean.

—Lo sé.— dice el rubio.— Es mi...

—Por favor, no lo digas. No digas que es tu culpa, porque no lo es.— susurra lo último viéndolo a los ojos. Una lágrima cayó por su mejilla izquierda.— Intentaste hacer lo correcto, salvaste a Sam.

—Molly...

—Debemos encontrarlo.— sentencia la castaña con seriedad.— Y vamos a resolver esto.

Dean asintió con la cabeza y abrazó a la chica, quien correspondió el gesto.

(...)

Dean observó a su alredor. Los libros, apuntes y objetos de Kevin en la mesa del búnker. Vio el celular del fallecido y lo encendió, observó una foto que tenía del profeta y su madre, esto lo hizo sentirse aún más enojado consigo mismo. Apretó el aparato unos segundos y luego lo lanzó con todas sus fuerzas contra la pared, ocasionando que se rompiera en varios pedazos. Entonces no pudo más, y empezó a lanzar todo lo que estaba sobre la mesa, desordenó todo creyendo que así al menos su furia se detendría, pero se sentía igual, sentía impotencia de no haber podido ayudar a Kevin. Siguió botando las sillas y las lámparas, cuando Molly oyó todo el desastre, inmediatamente salió de su habitación y corrió hasta ver a Dean descontrolado.

—Dean, —nombra acercándose a él.— necesitas parar.

El rubio no obedeció y siguió arrasando con todo a su paso.

—Dean, detente, por favor.— pide casi en un susurro. El cazador se encontraba de espaldas a ella y esta vez, la escuchó. La nephilim fue hasta él y lo abrazó, con su rostro pegado a su espalda y escuchando la respiración acelerada del hombre.—Vamos a resolver esto.

—¿Qué sucedió aquí?— pregunta llegando de pronto Castiel.

Molly soltó a Dean y volteó a ver al ángel, quien lucía preocupado.

—¿Están bien?

(...)

—Hice lo que tenía que hacer, Sam estaba muriendo.— termina de contar el rubio a Castiel, quien lo había oído atentamente.— Fui un estúpido.

—Fuiste un estúpido por buenas razones.— corrige el ángel.—Si no es Ezequiel, entonces ¿quién es?

—No lo sé aún.— responde apoyando sus codos sobre la mesa.— pero tenemos que encontrarlo y matarlo.

—Pero, está en el cuerpo de Sam. Si lo apuñalas, también matarías al recipiente.— recuerda el ángel.

—¿Crees que no lo he pensado? No tenemos opción.

—¿Qué? No.— niega Molly llegando hasta ellos con un vaso con agua para Dean.— No vamos a matar a Sam. Tiene que haber otra manera.— los miró con esperanza en los ojos.— Tenemos al rey del infierno en un calabozo, él debería saber algo.

Castiel frunció el ceño, cuando una idea cruzó su mente.

—Sí, tienes razón.— afirma el ángel.— ¿recuerdan a Alfie?