The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡

Capítulo 41

Sam exhaló con exasperación y volvió a cortar la llamada. Era la vez número cincuenta que intentaba contactar a Molly sin obtener ningún resultado.

—Es inútil. Molly no me contesta.

—Claro que no, genio —dijo su hermano alistando su maleta sobre la mesa central de la biblioteca —Terminaste con ella, ¿qué esperabas? ¿Una reconciliación inmediata?

—Estoy seguro de que está buscando una forma de remover la marca, pero, ¿qué pudo encontrar que nosotros no hayamos intentado?

—Bueno, los autos del búnker están completos. Creo que se nos adelantó con, ¿qué dijiste que puede hacer? ¿Abrir portales?

Sam asintió con la cabeza.

—¿Crees que esté en... el infierno?

—No lo... —iba a refutar la pregunta de Dean, pero en ese momento, una idea cruzó su mente. —Exacto. Su portal va al infierno y al cielo, y considerando que la marca te convirtió en un... caballero del infierno, es algo de ese mundo, alguien debe estar enterado de su paradero.

—¿Dices que debemos torturar a un demonio para averiguar dónde está Molly? Porque me encanta esa idea.

—En realidad, iba a decir que llamemos a Crowley...

—Hombre, solo debías decir que sí. Digo una frase genial y lo arruinas.

***

—¿Estás segura de que es aquí? —preguntó Molly bajando del auto y viendo la casa frente a ella. Era de un solo nivel, pero el techo se encontraba a una altura de al menos tres metros.

—Deja que Rowena me vea primero, o podría enloquecer. Digamos que no tiene muchos amigos —dijo Bela caminando delante de la nephilim.

Cruzaron el pequeño camino con césped hasta la entrada y tocaron la puerta. Sin embargo, no contestaban. Incluso Molly podía confirmar que no escuchaba nada de adentro de la casa, como si no hubiera nadie.

—Rowena, soy Bela. Me debes un favor. Déjanos pasar.

Y sin darles tiempo para parpadear, ambas aparecieron dentro de la casa. Era una sala amplia y con decoración elegante, pero al mismo tiempo con reliquias que la delatarían al instante sobre quien es en realidad, una bruja.

Molly vio frente a ella, a una mujer pelirroja, de baja estatura y delgada contextura, sentada en un sofá con las piernas cruzadas.

—No pensé que cobrarías tu favor tan pronto, Bela —habló la bruja mirándolas a ambas.

—Ya pasaron algunos años. Algún día tenía que venir.

—¿Y quién es... —se detuvo un segundo pensando —la verdadera pregunta es, ¿qué eres? No puedes ser humana, ¿o ahora llevas contigo a tus almas de tortura?

—Molly Millen. Necesito tu ayuda —dijo Molly sin esperar más. —Bela dice que puedes remover la marca de Caín, es lo único que me importa.

—Y no, no la tiene ella —aclaró Bela —Dean Winchester la tiene.

—Los Winchester —nombró Rowena recordando quiénes eran y todo lo que había oído de ellos. —¿por qué ayudaría a un par de cazadores que en cualquier momento podrían venir por mí?