Capítulo 31

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Sam y Molly investigaban sobre la marca de Caín, el cazador en su laptop y la nephilim entre los archivos de los hombres de letras.

La castaña dejó su botella de agua sobre la mesa y siguió leyendo. De pronto, Sam desvió su atención hacia ella y sonrió aún mirándola.

—¿Quieres saber sobre qué fue mi sueño? En el que tu padre —levantó las cejas —nos puso a mí y a Dean.

Molly dejó los papeles a un lado y lo vio con detenimiento.

—¿Me permites adivinar? —interrogó con mirada pícara. Sam asintió riendo. —Estoy cien por ciento segura que, no viste payasos, ninguno— el cazador soltó una carcajada y negó con la cabeza. —Ensalada, —levantó las cejas e hizo como si enumerara con sus dedos mientras pensaba —tu doctorado, personas siendo amables, personas siendo conscientes con el medio ambiente y... —ambos se miraron esperando la mejor parte —obviamente ¡yo! —levantó los brazos.

Sam empezó a reír y se acercó a ella para darle un beso corto en los labios.

—Eso fue muy, muy cercano a lo que vi, diosa Hela —aceptó reconociendo que había acertado. —Y sí, tú estabas ahí, en primera fila.

Molly levantó las cejas.

—¿Y qué estaba usando? —insinuó tocando su codo en el pecho del cazador, quien sonrió y negó con la cabeza.

—Un vestido de novia. —respondió acomodando el cabello de la joven detrás de su oreja. —Te veías perfecta, apuesto que en la vida real aún más.

La castaña lo miró con ternura y se acercó para juntar sus labios en un cariñoso beso.

—Oigan, Romeo y Julieta, —llamó Dean llegando a la biblioteca. Sam y Molly se separaron para verlo. —Crowley no contesta, —les mostró su celular —¿no es como si tuviera una vida social o sí?

—¿Y ahora nos preocupa Crowley? —interrogó Molly.

—Me preocupa lo que debió traer hace semanas, la primera espada. Solo era un trabajo. —respondió Dean. —Aunque, me dejó este inútil mensaje en el buzón de voz. —señaló presionando un botón en su celular. Empezó a reproducirse un mensaje, era Crowley, pero no decía nada entendible, solo parecían palabras al azar mezcladas con balbuceos.

—Te marcó, y eso que oigo es que está... ¿borracho? —preguntó Sam.

—Siempre supe que no era de confiar. —dijo la nephilim —Tenemos que resolver algo importante, y él solo se va de parranda.

—¿Y Gabriel? —interrogó Dean —quizás él pueda ayudarnos a encontrar la espada.

—No lo creo. —negó Molly —Ha estado débil desde que curó mi alma, y ahora está en una especie de viaje de relajación y sanación en... no lo sé, solo dijo que debía recobrar fuerzas.

—Genial —dijo el cazador con sarcasmo.

—Pero, —empezó la muchacha —hay una forma de saber lo que sucede.

Ambos hermanos la miraron atentos.






***




10:00 pm



Dean y Molly terminaban de marcar la trampa para demonios con spray rojo a mitad de la carretera, mientras Sam enterraba sus fotos con los demás ingredientes en una cajita.

—Bien, —habló el mayor de los hermanos terminando con el tinte rojo —hazlo.

Sam procedió a invocar al demonio con palabras en latín. Después de unos segundos apareció una demonio de encrucijada frente a ellos, era de estatura pequeña, tenía un vestido negro pegado, unos tacones y su cabello era rojo.

The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora