Capítulo 38

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La parte principal del plan de Molly había salido como esperaba. Ya tenía a Dean esposado y sentado dentro de una trampa para demonios en el búnker, para ser exactos, en el mismo lugar donde habían tenido cautivo a Crowley hace un tiempo.

Pero antes de empezar con la fase de curación de demonio, debía solucionar otro problema primero. Despertar a Sam del sueño profundo en el que lo había puesto, gracias a uno de los trucos que había aprendido a hacer por ella misma. Era una de las ventajas de la herencia genética de su padre.

No había pensado muy bien en cómo iba a reaccionar Sam a todo esto, pero cuando vea a Dean siendo el mismo de antes, todo estaría bien. ¿Verdad?

—Uhm, —masculló la nephilim tocando el rostro de Sam, quien aún yacía dormido en su cama. —¿Sam? —pero no respondió y siguió durmiendo. —Oh, ya recuerdo cómo era... —tronó los dedos cerca de la oreja del castaño y este despertó al instante. Se sentó sobresaltado. Si bien aún no sabía nada de lo ocurrido, recordaba claramente que Molly lo puso a dormir sin previo aviso o permiso.

—Molly, ¿por qué... —la miró confundido y luego se frotó los ojos —¿por qué hiciste eso?

—Yo... —se encogió de hombros —traje de vuelta a Dean.

—Tú... ¿cuándo? ¿Por qué no me dejaste ir contigo?

—Era peligroso —se excusó —El portal mágico confirmó que era un caballero del infierno, igual que Abbadon. No podía imaginarme lo que te hubiera hecho Dean si...

—Es mi hermano, no creo...

—Sí, sí lo habría hecho. —lo interrumpió con seguridad. —Ya le pedí a Crowley unos días más para quitarle la marca. Y creo que sé...

—Molly, —la detuvo el castaño —sigo sin creer que fuiste... sin mí. Yo pude ayudar. Somos un equipo, ¿no es así?

—Claro que sí —respondió al instante. —Pero...

—Entonces, ¿por qué no me lo dijiste? —parecía dolido. Cuando Molly notó esa expresión en su mirada, se sintió culpable. No le gustaba verlo así, pero desde su perspectiva, había hecho lo necesario para traer de vuelta a Dean. No se lo repitió a Sam, porque sabía que no tenía caso, terminarían discutiendo, y no necesitaban eso ahora. Al ver que ella solo se quedó con la boca abierta, y sin pronunciar nada, se levantó de la cama con seriedad. —¿Dónde está mi hermano?

La nephilim exhaló y lo guió hasta Dean.

—Dean... —nombró Sam viendo a su hermano en la silla.

—Hola, Sammy... —respondió con una media sonrisa.

Cuando Molly vio que el castaño se acercó demasiado y cruzó la trampa para demonios sin considerar los peligros, abrió la botella de agua bendita y le lanzó un poco a Dean, quien al instante gruñó de dolor y sus piel parecía arder con el líquido. Esto hizo que Sam retrocediera por sí solo con asombro.

—¿Qué le hicieron? —preguntó el castaño con preocupación. —en serio es...

—Te lo dije, —dijo Molly dejando la botella en un estante y cruzándose de brazos —es un caballero del infierno.

—Esto va a ser muy divertido, —empezó Dean después de que se le pasara el efecto del agua bendita —verlos intentar de manera tan patética, y fallar.

—Vamos a curarte, Dean, estarás bien —le prometió Sam sin perder la esperanza en su hermano.

—Eso es lo que estoy intentando decirles, a los dos —dirigió su mirada de Sam a Molly, quien se mantenía seria —No quiero ser curado.

The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora