The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡

Capítulo 22

—Buenos días. —saludó Molly en pijama entrando a la cocina, donde Sam y Dean se encontraban sentados tomando el desayuno.

—Buenos días. —saludaron los hermanos al mismo tiempo. Sam sonrió mirando a la castaña, quien se sentó en medio de ambos y se sirvió un poco de jugo.

—¿Puedo preguntar por qué estás feliz, Sam? —interrogó la nephilim sin mirarlo, mientras se preparaba un sándwich.

Dean levantó la mirada para verlos a ambos, sonrió.

—Está bien, ahora los dos sonríen, es raro. —dijo Molly observándolos con misterio.

—Digamos que las cosas están mejor entre nosotros. —contestó el mayor de los hermanos.

Molly miró a Sam, quien levantó un poco las cejas esperando la reacción de la muchacha. Una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Las cosas están mejor entre los tres. —habló la castaña, dando a entender que ya no tenía problemas con Sam.

—Bueno, no es por arruinar este mágico y extrañamente romántico momento entre ustedes, pero... —interrumpió Dean. —debemos ir a Dakota del Sur. —leyó en su celular.

—Espera, ahí vive Jody. —dijo la castaña. —¿Algo malo sucedió?

—Ella no llamó, es Claire, cree tener algunos casos de ataques.

—¿Claire? Oh, claro, la niña que rescatamos hace unos meses. Ahora vive con Jody. —recordó la nephilim. El rubio asintió con la cabeza mientras masticaba su sándwich.

*

Dean tocó la puerta tres veces. Segundos después, Claire abrió la puerta.

—Pasen.— dijo la rubia alejándose de la entrada.

—Sí, hola, Claire, ¿cómo estás?— preguntó irónico el mayor de los hermanos Winchester.

—Hola, Claire.— saludó Molly con amabilidad.

—Hola.— respondió apenas y se sentó en uno de los sillones.

—¿Está todo bien?—interrogó Sam.

—Hay algo raro aquí, sé que hay monstruos, he estado...—fue interrumpida por un sonido de llaves y luego la puerta se abrió dejando ver a Jody y Alex. La sheriff tenía unas cuantas bolsas de supermercado en mano y se alegró al ver a los recién llegados.

—No puede ser, se arruinó el vecindario.— bromeó Jody. Los tres cazadores se pusieron de pie.

—¡Jody!— exclamó la castaña de felicidad.

—¿Qué tal, Jody? A ver, déjame ayudarte.— habló Sam cargando las bolsas y dejándolas sobre la mesa.

—No puedo creer que estén aquí.— dijo la comisario y la nephilim la abrazó fuertemente unos segundos. —Ven aquí.— le dijo a Dean, quien también se acercó a darle un abrazo.

—Alex, hola.— saludó Molly yendo hasta la pelinegra y también abrazarla. —Te veo muy bien. ¿Cómo te va?

Claire rodó los ojos aún sentada en el sillón.

—Has cambiado, ¿en serio eres tú, Alex?— aduló Sam.

Alex sonrió y negó con la cabeza. —No estoy tan diferente.

—Bueno, es lo que puedes conseguir pasando dos horas en el baño.— dijo la rubia.

—No sabía que estuvieras despierta tan temprano.— contraatacó Alex cruzándose de brazos.