Capítulo 7

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—Dispara.— dice Sam, y Molly obedece. Tiró del gatillo cuatro veces y luego se detuvo para observar los resultados.

Había dado por fin al blanco. Sonrió contenta y saltó bajo por la emoción.

—Gracias, Sam.— agradece abrazándolo. El castaño correspondió el abrazo.

—Ahora, ¿qué sabes sobre defensa personal?— pregunta Dean entrando al cuarto de tiroteo.

Molly y Sam se separaron.

—Pues... La última vez que peleé con un ángel me golpeó varias veces.

(...)

6 a.m

—Debes mantener tu mirada en tu oponente.— dice Dean frente a Molly, quien asintió con la cabeza.— Siempre busca la manera de hacerlo caer, así tomarás el control. Vamos, golpéame.

—¿Golpearte? No podría, no.— se niega.

—Vamos, debes aprender.

Molly exhaló. Levantó uno de sus puños e intentó hacerlo llegar con fuerza contra el rostro de Dean, pero este último, lo esquivó y dobló el brazo de la muchacha hacia atrás para pegarlo a la espalda de la misma.

—Auch.— susurra Molly con un poco de dolor. Dean la soltó al instante.

—Perdón.— se disculpa.

—No, está bien, yo iba a golpearte.— dice Molly levantando las cejas.

—Ahora, intentémoslo otra vez. Recuerda, aprendes de tus errores en la práctica y no te equivocas en la pelea real.

(...)

11:00 p.m

El cuerpo de Molly cayó por enésima al suelo. Respiró profundo, estaba cansada; pero debía seguir practicando. Dean le dio una mano para ayudarla a ponerse de pie.

—Otra vez.— dice la muchacha poniéndose en posición de pelea.

—Molly, deberías descansar.— recomienda el rubio.

—Tengo que aprender, Dean. Para proteger a las personas, debo aprender a protegerme a mí misma.— habla con la respiración agitada.— Por favor.

Dean asintió con la cabeza. Molly quizo darle un puñetazo nuevamente directo al rostro, y de igual manera Dean intentó doblarle el brazo; pero la castaña ágilmente salió de su agarre y esta vez fue ella quien le dobló el brazo contra su espalda. Le pateó la parte trasera de las piernas y lo hizo caer de rodillas.

—Por fin.— celebra soltándolo.

—Todas estas horas de pelea intensiva dieron frutos.— felicita el rubio sonriendo.

(...)

Al día siguiente...

Los tres cazadores salieron del impala para dirigirse a una reciente escena de crimen cerca de un centro militar, donde cuatro militares fueron vistos por última vez antes de subir al bus perteneciente al mismo lugar de trabajo.

—Y sobre las vacas muertas al rededor de la zona, apuesto 1000 dólares a que son demonios.— dice el rubio caminando junto a Sam y Molly, esta última puso cara de horror.

The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora