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Está tan sorprendido de verme que tarda en reaccionar y me aprovecho de esos segundos en que vacila para poder aferrar el arma con ambas manos y desviar su cañón de mí. Forcejeamos y consigo quitarle la pistola después de varios intentos. Se cae al suelo y por suerte no se dispara. No sería la primera vez que sucede algo así.

Entonces Rampsey echa a correr por el pasillo y lo sigo de inmediato. No pienso dejarlo escapar, menos ahora que sé que él es Barry. No lo habría imaginado ni en un millón de años. ¿Qué coño hacía una mujer tan dulce como Nancy con este desgraciado? Joder, no puede ser.

A pesar de que me lleva diez años, está en buena forma. Me cuesta seguirle el ritmo por las escaleras, sobre todo porque él parece no tener miedo de despeñarse por ellas. Lo veo salir por la puerta principal segundos antes de que yo mismo la alcance. En cuanto la abro, me doy de bruces con el repartidor de pizzas. Lo aparto de mi camino con rapidez pero para cuando salgo y busco a Rampsey con la mirada ya no soy capaz de localizarlo. No hay rastro de él.

-Joder - pateo el aire - Mierda.

Paso mis manos por el pelo, como si pudiese eliminar la frustración con ese gesto, aunque no sirve de nada. Solo han sido unos segundos, no sé cómo ha podido desaparecer tan rápido. Pateo el aire de nuevo y me muevo por la acera con desesperación. Podría echar a correr en cualquiera de las direcciones que se me ocurran por si lo alcanzo pero sé que sería perder el tiempo. Además, no debo dejar solas a las mujeres. Mucho menos ahora que sé quien es el cabrón que ha violado a Kelly. Sólo de pensar en todo lo que ha podido hacerle, se me revuelven las tripas. No es más que una cría, maldita sea.

-¿Rory? - Cameron está frente a mí, mirándome con curiosidad.

-Vamos dentro - ni siquiera lo pienso, la tomo del brazo y entramos en el edificio.

Si Rampsey está cerca, no quiero que la vea. No quiero que sepa quién es ella. Aunque si ya ha descubierto dónde vive, seguramente haya averiguado mucho más de lo que me gustaría. Ahora no sólo Kelly y Nancy están en peligro real. Ahora, más que nunca, debo convencerla de que no puede quedarse en su apartamento mientras no capturemos a Rampsey.

-¿Qué pasa? - suena preocupada y con razón. Estoy alterado y no hay que ser muy listo para verlo - Rory, háblame.

-Ya sé quien es el cabrón - le digo mientras subimos por las escaleras. Ni he pensado en el ascensor para nada. Además, necesito liberar la adrenalina que todavía corre por mis venas.

-¿Quién?

-Rampsey - sigo tirando de ella para que suba a la par conmigo.

-¿Quién es Rampsey?

No le contesto. Necesito ponerla a salvo en su piso antes de hablar con ella. Tal vez esté actuando como un paranoico, pero con Rampsey toda precaución es poca. Eso lo aprendí bien en el pasado. Demasiado bien, por desgracia.

-Rory - se suelta de un tirón y se para en medio de las escaleras - Ya vale. Explícame qué está pasando.

-Arriba - le digo intentando capturar su brazo de nuevo. No me lo permite.