Capitulo 36

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Todo estaba oscuro.

Pero yo estaba consciente.

-Genial, casada y secuestrada- dije-. ¿qué mas puedo pedir?

-Que tal si te callas- dijo un hombre.

-¿Donde estoy?- pregunté.

-Estamos camino a McDonals- dijo la única chica que nos había secuestrados-. También nos da hambre. A ustedes le compraremos cajita feliz.

-Algo es algo- dije-. ¿me quitaran la bolsa de la cabeza?

-¿Estas loca?

-¿Alguien dijo cajita feliz?- oí la voz de Natsu-. ¡Amo mas cajitas felices! Espera, ¿me sacaron los ojos o qué? No veo nada.

-¿Como que te encantan las cajitas felices?- preguntó la chica-. Henry, le vamos a comprar una mac, nada de cajitas felices.

-Adoro todo en McDonals- contesto.

-Bien, entonces te compraremos una arepa.

-Si supieran la verdad- dijo Natsu riendo.

Yo solté una carcajada.

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Estábamos los dos solos en una habitación blanca con varios espejos.

Yo con mi cajita feliz y Natsu con su arepa.

-¿Quien demonios es Hiro?- pregunté

-Un amigo de un campamento de millonarios que no saben que hacer con su dinero- contestó-. La arepa esta buenisima.

-¿Como has dicho Natsu?- dijo la voz de la chica en un megáfono.

-que la arepa esta maluquisima, uy, que horror, asco.

Dijo Natsu viendo hacia el techo con muecas de asco con su rostro.

-¿millonarios que no saben que hacer con su dinero, es en serio?- pregunte incrédula.

-Pues si, tu sabes, tenía trece años, estaba en secundaria y no podía comprar ni hacer nada con mi dinero- contesto-. Pero no tengo idea de por qué está enojado y como es que nos consiguió si se suponía que no íbamos a venir a Francia.

-¿Casualidad? Niño estúpido, piensa- dijo la mujer por el megáfono

Mire cada esquina y cada espejo del lugar.

Los espejos en la agencia no son espejos, detrás siempre hay gente que te esta viendo.

Y eso mismo sucedía aquí.

-Natsu dame tu zapato- susurré.

-¿Mi she?- dijo con la boca llena.

-Tu zapato idiota.

Me di cuenta que de seguro esos vidrios no eran blindados.

Me dio su zapato sin entender el porqué.

Yo tomé uno de mis tacones.

-Que sea como lo que Dios quiera- dije.

-¿Que demonios?-bpreguntó Natsu

Lancé ambos zapatos a dos lados de la habitación.

Los vidrios de rompieron en pedazos grandes.

Dejando ver otro vidrio detrás.

-La niña es inteligente, pero te diré que el segundo vidrio no es blindado, pero igual es grueso y tradaras mucho tiempo rompiendolo- dijo el megáfono.

-No lo creo- dije sacando una pistola de en medio de mis bobies- una mujer siempre esta bien preparada.

-Sabia que estaba loca, Henry, duerme a esa niña y quitale esa pistola- grito la mujer.

¡YO! ¿CASADA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora