Capitulo 42

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Los dos estábamos de piedra
En la sala de la suite.

-Natsu, ¿Por qué le abriste la puerta? ¿Estas loco? ¿Desde cuando eres suicida?

-Yo que iba a saber que Cana aparecería, se supone que estamos al otro lado del mundo-se defendió

-¡Busca la manera de saberlo!- suspire- Bien vamos a la cocina, la voy a interrogar

caminamos hacia la cocina.

Me detuve y la mire. Por un momento vacile mi pregunta.

-¿Que haces aqui?- pregunte-, Viniste a explotar edificios o licorerias?

-estoy de vacaciones en Dubai, bueno, no son vacaciones, estoy castigada y me mandaron para acá, llevo dos meses acá, por eso empecé a trabajar, antes vendía vinos, ahora hamburguesas- dijo como si nada-. ¿Y ustedes que hacen acá?

-Yo estoy en una misión.

-Yo... Quería pasear con camellos y me encontré a Lucy- dijo Natsu-. Casualmente tenemos la misma suite.

Inhala exhala Lucy, no mates a Natsu, el mismo ha admitido que es un idiota.

-No les creo- dijo Cana y me puse aun mas palida-. Sus anillos.

Y por Maria, Jesus y José

Que alguien me mate ahora mismo.

-Estoy borracha, ok?- dijo hipando-. No me acordaré, ustedes pueden tener sexo salvaje en su habitación y yo puedo dormir tranquilamente en el mueble.

-Ni te ofrecimos quedarte- susurró Natsu

-Las borrachas son bienvenidas donde sea- lo señalo-. Traeme otro vino, necesito activarme.

-Y si te digo que no te puedes quedar?- dije

-Igual me quedaré- dijo-. Soy hija de Gildarts, se que están en su luna de miel, idiotas

-Natsu agarrarme que me va a dar un infarto- dije echándole para atrás.

Y caí al suelo.

-¡Natsu!

-Lo siento, ¿que vino quieres Cana?- dijo ignorandome

.
.
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No había pegado los ojos en toda la noche. Miraba el techo, nerviosa.

La respiración profunda de Natsu estaba en mi cuello. Yo solo podía pensar en por qué diablos Gildarts le dijo aquello.

-Luce duermete- murmuró Natsu abrazandome como una almohada.

-Necesito un trago.

-No estamos en las Vegas- dijo- esta bien, anda por un trago.

-La idea es que fueses tú- dije mirándolo y el abrió los ojos fastidiados-. consiente a tu esposa.

-Si sigues asi- dijo levantandose-. Voy a considerar el divorcio.

-Estas enamorado se mi no lo harás

-Odio que lo sepas- dijo y salio.

Me levante corriendo, buscando dos pistolas, cinta adhesiva y un alicate, salí de la habitación y camine con sigilo hacia la habitación donde estaba Cana.

-Necesito whisky- murmuraba entre sueños-. Oh Dios, ese stripper esta que arde.

Que clase de sueños los que tenia aquella borracha.

Me monte en la cana y ni se movió.

Plan perfecto.

Rompí un pedazo de cinta adhesiva y lo coloque en su boca.

¡YO! ¿CASADA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora