Capítulo 59

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No volteé hacia donde provino el disparo, pero estaba segura de que no habia impactado contrami.

Comencé a disparar y esquivar golpes, me agachaba y apuntaba, algunos preferian golpear, tomé la metralleta como defensa y sin piedad los golpeabqa en la entrepierna y estomago, luego les disparaba.

Alcé mi vista y lo vi.

—Debes estar bromeando— dije para mi misma.

Y mi sonrisa se ensanchó.

Estaba jadeando y cada vez eran más personas, me eché hacia delante, usando como escudo a uno de los hombres, 5 balas traspasaron su pecho, matandolo de una vez, usé su pistola y maté a quien lo habia hecho.

Use al mismo hombre como chaleco ante balas, diaparaba a todos mientrasd con la otra mano lo sujetaba contra mi pecho.

—Ahora si estas muerta, niña— oí la voz de John detrás de mi.

Comencé a esquivarlo, el hombre que usaba como escudo cada vez era más pesado, lo dejé caer, y tomé dos granadas de mi cinturón.

—Un paso más y ambos explotamos.

—Oh, cariño, se que no lo harás.

Las guardé, él sonrió, saqué un par de navajas.

Las lancé a toda velocidad que ni él tuvo suficiente tiempo de analizar qué había sucedido, mi puntería acertó en ambos muslos,oí su grito, alguien quiso agarrarme por detrás, clavé una gran navaja en su costado, en su mayoría ya estaban heridos y sin poder levantarse a pelear, terminé de herir a los que mejor se encontraban y me acerqué hacia John.

—Eres un imbecil.

—Ya lo he dicho, tú asesinaste a tus padres, tu existencia asesinó a muchos, niña— me escupió.

Lo tomé de la cabeza, quedaba a la altura de mi abdomen, de rodillas, con navajas clavadas, la sangre ya se derramaba por el suelo.

—Hazlo.

Apreté mi barbilla.

Lo tenía entre mis manos.

Tanto tiempo tardé en encontrarlo y lo habia derrotado al fin, lo tenía frente a mi, bajo mi poder, herido y casi desangrado.

—Vamos, hazlo, acaba con lo que llevas dentro— pidió.

Le clavé un cuchillo en el lado derecho de su pecho, no quise dar directo al pulmón.

Salió sangre por su boca.

Cerré mis ojos y volví a abrirlos, viendolo directo a sus ojos azules grisaceos.

El los habia asesinado, por él era yo quien era ahora, por él tenia esa vida, por él habian sucedido muchas cosas.

Había derrotado a su fraternidad, o parte de ella, habia peleado a sangre fría y habia asesinado a más personas que en toda mi vida, habia estado a punto de morir y ahora tenia el hombre con más poder en aquellugar entre la palma de mi mano.

Escupió sangre en el suelo.

—Hazlo ya, mierda— suplicó.

Oí un disparo.

Lo sujeté entre mis manos para que no cayera.

Oi otro disparo.

La sangre comenzó a brotar de su brazo.

—Haz...lo...— suplicó.

Oí las sineras a lo lejos.

Otro disparo. Se desplomó, lo sujeté con más fuerza, para que siguiera observandome a los ojos.

¡YO! ¿CASADA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora