7.

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Corrí hacía mi casa y salía humo de ella. Entré rápidamente con mi teléfono para llamar a los bomberos. Me encontré a mi padre tirado en el suelo llorando y a su lado había pan quemado, él nunca quema el pan.

Me acerqué a él y él me abrazó con fuerza y empezó a llorar en mis brazos. Estaba destrozado, solo había pensado en mamá y en mi, pero nunca pensé en lo que él estaría sufriendo, su esposa se fue de la casa por una pelea de ellos.

-Todo va a estar bien- le dije pero no sabía si mentía. Nunca me ha gustado mentir y no sabia si todo iba a estar bien, quizás mamá no volverá a la casa y nos deje solos, no estarán bien las cosas.

-Gracias- me susurró y me dio un beso en la frente con una sonrisa.

-Ven, te ayudo- me dije levantándome ayudándolo a levantarse. Recogí el pan quemado y fui a botarlo cuando vi a Katnis Everdeen tirada allí así que le lancé los panes bajo la lluvia, na mentira. Solo los tire a la basura.

Papá se fue a acostar y yo subí a mi habitación. Decidí distraerme haciendo el vestido para Ladybug, así no pienso en los problemas que tengo como Marinette.

Saqué la tela que compre con Adrien. Fue tan lindo de su parte pagar por todo, aunque siento que le debo algo. Miré por la ventana, ya iba a anochecer, y partiría la patrulla de Ladybug. Ya falta poco para que sea viernes y no tengo el vestido listo.

-¿En qué piensas Marinette?- me preguntó Tikki saliendo de mi bolso.

-Nada. Solo que no alcanzaré a terminar el vestido, la fiesta es mañana. No podré hacerlo, y menos si mi padre está así. No sé qué hacer.

-Vamos, eres Ladybug. Tú puedes hacerlo- me dijo tratando de animarme.

-Contigo quizás, pero sin ti soy solo Marinette, una patética chica que llora por una pesadez que le hizo una compañera.

-Podría ser pero yo estoy a tu lado, y juntas podremos hacerlo- le dijo Tikki abrazando mi mejilla.

-No sé qué haría sin ti, Tikki.

-Para empezar, no serías Ladybug, segundo llegarías tarde a clases. ¿Sigo?

-No es necesario. Vamos, hay que ir. No hagamos esperar a nuestro gatito. Tikki, motas- le dije y me transformé el Ladybug. Salí por la ventana con ayuda de mi yo-yo.

Me dirigí a la torre Eiffel a esperar a ese gato tonto. Se ve tan tranquila la ciudad, de verdad me aterra lo que esté planeando Hawkmoth. Cuando fui a ver al maestro Fu me dijo que él conocía la identidad secreta de Chat Noir, y que eso no era nada bueno. Puede atacar cuando menos nos lo esperemos.

Según el libro que encontré, si Hawkmoth conocía las identidades de Ladybug y Chat Noir, le sería más fácil akumatizarnos. Eso no es bueno. Creo que está esperando el momento en el que estemos vulnerables para atacarnos.

-¿En qué piensas?- me preguntó un felino a mis espaldas.

-En algo que te tuve que haber contado hace un tiempo- le dije mientras me acercaba a él.

-¿Al fin te diste cuenta de que estamos hechos el uno para el otro?- me preguntó sonriendo pero no me hizo gracia.

-Deja eso para otro momento. Esto es importante. Hawkmoth sabe tu identidad secreta- le dije y él se alteró.

-¿Qué? ¿Cómo lo supo? Y tú ¿cómo lo sabes?

-Encontré este libro- dije poniendo el libro frente a sus ojos- Mi kwami me dijo que ya era hora de conocer al maestro que nos otorgó estos poderes. Su kwami siente la energía negativa y positiva de las cosas y nos contó que Hawkmoth ya conoce tu identidad secreta.

-Por eso no a atacado últimamente ¿no?

-Está esperando el momento preciso para akumatizarte. Debes tener cuidado con lo que sientas. Aléjate de todas las cosas que te hagan sentir mal o enojado.

-Para eso tendría que alejarme de mi padre- dijo con cierta ironía mientas se sentaba en el suelo de la hermosa torre Eiffel.

-¿Qué tiene que ver tu padre con todo esto?- me pregunté sentándome a su lado.

-No lo conoces. Por lo menos no como yo lo hago. Es un tanto estricto y es complejo complacerlo. No es fácil vivir sintiéndote como si tuvieras algo malo en ti cuando tu padre no reconoce tus acciones buenas- dijo mirando las calles de París iluminadas con las luces de los faroles de la ciudad.

-¿Por qué no le dices? Sería mucho mejor.

-Ojalá. Ya lo he intentado, no a terminado bien.

-¿A qué te refieres?- le pregunté y él empezó a sacarse la camisa de su traje pero aún manteniendo el antifaz. Se dio vuelta mostrándome su espalda repleta de cicatrices. Puse mis manos en ellas y recorrí su espalda sin creerme lo que mis ojos estaban viendo.

-Lo bueno es que últimamente no me ha tocado ni un pelo, aunque suene raro ya que es muy distante y nadie quiere a su padre lejos, yo estoy feliz que eso sea así- me dijo mientras se daba vuelta.

-Lo siento. Lo siento tanto- le dije y lo abracé con fuerza. ¿Cómo no sabía que a mi compañero de combate su propio padre lo torturaba? ¿Cómo pude ser tan egoísta para no preguntárselo antes?

-No te preocupes, ya estoy bien- me dijo aún estando abrazados.

PoV Adrien

Su pelo huele tan bien. Se siente tan bien poder abrazarla de esta forma, y saber que ella me abrazó primero lo hace aún más especial. Nos separamos y nos quedamos mirándonos a los ojos. No puedo evitar embobarme al ver los celestes ojos de Marinette.

-Chat... Mañana es la fiesta- dijo de repente- ¿Ya sabes qué ponerte?

-Por supuesto, mi Lady. ¿Y usted?

-No lo sé. Si quiero tener algo con qué ir tendría que irme ahora a terminarlo, o a empezarlo mejor dicho- dijo mientras se levantaba.

-Estoy ansioso por verla- le dije sonriendo.

-Será mejor que me vaya- me dijo y tomó su yo-yo y se fue rápidamente. Ahora que sé quién es podría ir a visitarla más seguido ¿no? Me prometí protegerla así que la seguiré para asegurarme de que esté bien.

Tienes mi mundo de cabeza (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora