37.

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PoV Chloe

Cuando terminó la jornada escolar me subí a mi limosina y me dirigí al hospital. Había hablado antes con Nath y me dijo que seguía ahí porque tenían que firmar algunas cosas. Debo admitir que no me gusta mucho ir al hospital pero vale la pena.

La limosina de mi papi se detuvo frente al hospital y salí corriendo de ella. Si mi papi se entera de que estoy sin su permiso explotaría, ya lo he visto de esa forma, es como una escena de una película de terror, por lo menos para mi.

Antes, cuando estaba mi mamá, él no se comportaba así, no le importaba su imagen ni nada parecido, solo le importaba la familia. Pero ahora que mi mamá no está se ha convertido en otra persona, una persona a la cual no conozco.

A él no le gustan los hospitales. Según él muchas cosas malas pasan en los hospitales, accidentes, muertes. Yo creo que es así porque teme perder a alguien como lo hizo con mi madre, pero no creo que haya sido culpa de algún accidente, yo creo que él mismo la alejó, pero no estoy segura, nunca me explicó porqué mi mamá no volvió a aparecer en la casa.

Llegué a la recepción y empecé a buscar a Nathaniel con la mirada, a ver si estaba por ahí. Espero que siga aquí, estoy muy preocupada por él. No entiendo cómo a Marinette no le interesó que su novio esté en el hospital, si yo fuera ella, escaparía de mi casa, si estaba castigada, y vendría a verlo. Él es importante para mí, es una de las pocas personas que me conocen casi por completo. Ni siquiera Adrien sabe sobre mi pasión por el arte.

-Chloe...- me dijo Gooby- ¿Estás bien? Te ves algo tensa.

-Estoy bien, solo estaba pensando. ¿Crees que Nathaniel esté bien?

-Estoy segura de que está bien. De alguna forma, el ser portador de un miraculous te ayuda a sanar más rápido. Tranquila- me dijo y yo suspiré.

Me fui a sentar a una de las sillas en el salón de espera. Decidí ir hacia el rincón para que nadie sepa que estoy conversando con Gooby, ella me dijo que nadie debía saber de su existencia.

-Te gusta ¿cierto?- me preguntó Gooby de repente.

-¡¿Qué?!- grité y todos se giraron a verme- ¿Qué están mirando? ¿Acaso no puedo tener un poco de privacidad?- les dije molesta fingiendo ser el tipo de persona que no soy.

-Vamos, Chloe. Acéptalo, es muy obvio.

-No lo sé, Gooby. De todas formas él está con Marinette, no tiene sentido sentir cosas por alguien que no está disponible.

-Las dos sabemos que eso no va durar por mucho. Marinette y Adrien se miran como dos tórtolas enamoradas. Tarde o temprano decidirán estar juntos y Marinette tendrá que dejar a Nathaniel. Entonces ahí entras tú para consolarlo. Pan comido.

-No es pan comido. ¿Qué pasa si sigue enamorado de Marinette? Lo cual es muy probable. O quizás ni siquiera sienta cosas por mi. No tiene sentido seguir discutiendo sobre esto.

-Si tú lo dices...- me dijo Gooby y se escondió en mi bolso.

En eso veo a Nathaniel salir del pabellón principal. Corrí hacia él y lo abracé. Lo sé, es solo un esguince, nada de otro mundo pero... bueno ya, me gusta, pero solo un poquito.

-No creí que vendrías- me dijo apartándome de él.

-¿Y por qué no vendría? Eres mi compañero después de todo ¿no?

-¿Marinette vino?- dijo alzando la cabeza buscándola en el salón de espera. Oír eso me descompuso ¿que importa Marinette? Yo estoy aquí.

-No pudo. Sus padres la castigaron por pasar todo el fin de semana fuera sin avisar. Parece que no les dijo que la habían secuestrado- le dije sarcásticamente.

-Oye ¿pasa algo?- me preguntó preocupado. ¿Se me nota mucho?

-No, estoy mejor que nunca. ¿Quieres ir a pasear?- le pregunté.

-Espera- me dijo y se fue hacia una señora arriba de los cuarenta años. Ella me miró un rato y luego asintió. Entonces él volvió. Supongo que ella es su mamá, que bueno es tener mamá- Si, vamos.

Nos fuimos juntos hacia el parque que había cerca conversando sobre la batalla del otro día. Él lo hizo muy bien. Fue nuestra primera batalla sin la ayuda de Ladybug y Chat Noir así que no es cualquier cosa. Estamos orgullosos de ello.

-Aún no puedo creer que ella sea Ladybug, ahora todo tiene sentido- dijo Nathaniel.

-Tienes razón. Aunque fuimos unos completos ciegos, era obvio que ellos eran Chat Noir y Ladybug- le dije riendo. Él también rió.

-¡Lo sé!- dijo riendo con más ganas. Nos quedamos mirando el cielo que ya se estaba oscureciendo. Es lindo poder hacer esto sin que te regañen, me siento libre.

-Oye... ¿irás mañana al baile de Halloween?- le pregunté de repente.

-No creo que vaya. No sé si pueda bailar con el pie malo.

-No necesariamente debes bailar, puedes ir a conversar con tus amigos, conmigo- le dije y se quedó pensativo. Me pregunto en qué estará pensando.

-¿Con quién irá Marinette?- me preguntó. Obvio que me iba a preguntar eso.

-No lo sé. No me dijo nada de eso. Aún no somos tan amigas como para hablar de esas cosas- le dije y miré el suelo.

-No hagas eso.

-¿Hacer qué?- le pregunté con una sonrisa forzada.

-Pensar que ella no te considera una amiga. Le respaldas la espalda luchando contra los akumas y yo diría que se llevan bastante bien cuando patrullan. El otro día la salvaste, no creo que ella no te considere su amiga.

-¿Tu lo crees? Es que he sido un demonio con ella, he provocado la mayoría de los akumas que ella tiene que derrotar. He causado tanto mal, incluso a ti. Hice que te akumaticen, no era mi intención. He sido una piedra en el zapato de ella y de todo el mundo, hasta de mi padre. Soy una molestia.

-Quizás eso eras antes pero ya no eres así. Haz cambiado, para bien. Mira, yo al inicio no me creía que eras buena cuando supe que eras Queen Bee. Te detestaba. Pero luego te conocí, y resulta que tenemos mucho en común. No eres una mala persona, solo eres una persona a la cual la obligan a ser otra. No significa que tu verdadero tú lo sea- me dijo y me dedicó una sonrisa.

Se veía tan tierno ahí, bajo la mis de la luna que ya se mostraba. Nunca me había fijado en esos ojos tan hermosos que tiene, qué ciega he sido. Quizás Gooby tenga razón, quizás deba intentarlo.

Me acerqué un poco a él, un poco tímida pensando en lo que iba a hacer, y coloqué mi mano en su mejilla. Me lo quedé mirando por un rato, él ni siquiera se movió. Entonces cedí a mi instinto, me acerqué más a él y junté mis labios con los suyos. Al inicio se negó, sus labios estaban tiesos pero luego se dejó llevar por los míos creando una atmósfera que no creía que existía, amor.

-No- dijo separándose de mi- No puedo.

-¿Qué ocurre?- le pregunté temerosa. Esto era lo que me temía, no le gustaba.

-Estoy con Mari. No le puedo hacer esto a ella. Chloe, no te voy a negar que me gustó el beso y que me gustaría haberlo seguido pero... no le voy a ser infiel a Marinette. Ella no lo merece.

-Está bien. Lo entiendo. Estás con ella. Así es como tiene que ser. No importa- le dije con los ojos húmedos. Me empecé a alejar de él lentamente- Lamento si te metí en problemas- le dije y rompí en llanto y salí corriendo del lugar.

Podía escuchar como él gritaba mi nombre tratando de que me detenga y vuelva con él pero ¿cuál es el punto? Sigo siendo la misma chica de siempre, la que todos odian. La que no merece que la quieran. Yo, Chloe Bourgeois.

Tienes mi mundo de cabeza (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora