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PoV Marinette

Pasé toda la noche pensando en cómo se lo diré a Nathaniel, no quiero hacerlo sentir mal, no quiero que me odie por lo que le hice, él nunca me haría algo así. No sé si sea buena idea estar con Adrien, no sé si valga la pena tanto esfuerzo, tantos problemas. Aunque por otro lado las cosas que son fáciles no valen la pena, las cosas por las que luchas son lo importante. Yo amo a Adrien, siempre lo he hecho, incluso cuando estaba con Nathaniel, no me voy a rendir ahora que sé que le gusto también. Le diré a Nathaniel.

El sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos. Era Alya, me estaba llamando. Cogí el teléfono con flojera, recién me había despertado, hoy no hay colegio, no hay porque levantarse temprano.

-¿Alo?- dije acompañado de un bostezo.

-Hola, chica. O, mejor dicho, ¡Ladybug!- me dijo entusiasmada.

-¡Alya! Alguien te podría escuchar.

-Ay tranquila, nadie lo sabrá. Oye, ¿ya tienes tu disfraz para la fiesta? Me dijiste que me avisarías cuando lo tengas pero no he sabido nada de ti desde ayer.

-Aún no sé de qué me voy a disfrazar. No tengo nada.

-¿Sabes de que faltan como unas dos horas para la fiesta cierto?

-¡¿Qué?!- grité saltando de la cama. Me acerqué a mi computadora y revisé la hora, son las seis de la tarde. No puedo creer que haya dormido tanto, esto no es normal.

-Si quieres puedo pasar a ayudarte, a ver si se me ocurre algo.

-Gracias. Igual voy a ver si encuentro algo aquí- le dije poniendo mi mano en la frente. No puedo creer que sean las seis de la tarde.

-Okay. Nos vestimos allá entonces. Llevo mi disfraz. Nos vemos- me dijo y cortó la llamada.

Empecé a buscar por toda mi habitación, no encontraba nada. Aunque me había sobrado tela del vestido de Ladybug pero no iré disfrazada de ella, todos me van a descubrir. Aunque... no. Mala idea.

Busqué en mi closet, encontré una polera negra que combina con una falda del mismo color pero ¿de qué me va a servir eso?

-¡Marinette!- me llamó mi mamá- Alya llegó.

-Ya voy- le dije y bajé corriendo las escaleras- Ayúdame- le dije suplicando. La tomé del brazo y la metí a mi habitación- No se me ocurre nada. Tengo estás cosas negras pero no me sirve.

-¿Cómo que no? Además, a una persona en especial le va a encantar- me dijo sonriendo.

-¿A qué te refieres?

-Tu solo anda a ponerte la polera y la falda. Yo me encargo del resto- me dijo tirándome la ropa a la cara. Me fui al baño y me cambié de ropa, claro antes me bañé. Puede que me haya demorado mucho, cuando salí vi como Alya fingía estar durmiendo en mi cama.

-Ya estoy lista.

-¿Por qué te fuiste a bañar?

-Aunque lo creas o no, me acabo de despertar. No voy a ir como un monstruo maloliente- le dije cruzada de brazos y ella se rió.

-Bueno ya. Traje esto de la pieza de mis hermanas, no les molestará si las usas- me dijo y me puso unas orejas de gato de color negro- Ahora solo falta una cola- dijo pensativa- ¡Ya sé!- empezó a buscar en mi closet y encontró un cinturón negro. Me lo puso alrededor de la cintura dejando caer una parte de ella por detrás- Bien, ahora solo falta esto- me dijo y sacó un lápiz para la cara y me empezó a pintar la nariz y me hizo unos bigotes- ¡Terminé!

Me fui a mirar a mi espejo. Era un gato negro. Cómo no había pensado en eso antes, súper simple. Ahora ya entiendo lo que dijo Alya sobre que a alguien le va a gustar mi disfraz.

-Alya... eres una genio. Me acabas de salvar la vida- le dije abrazándola.

-Yo diría que es al revés. Tú eres Ladybug- me dijo guiñándome el ojo.

-Ya apúrate, quiero ver tu disfraz- le dije y la metí al baño. Al poco rato ella salió disfrazada de una calabaza. Pero no una redonda, sino, me atrevería a decir, una sexy- Por Dios, Alya, mírate. A Nino le va a encantar.

-¿Por qué dices eso?- me preguntó nerviosa.

-Oh vamos. No me vas a engañar. Ustedes tienen química, se nota a kilómetros de distancia- le dije y ella se empezó a reír nerviosamente.

-Será mejor que nos vayamos. Ya va a empezar la fiesta- me dijo Alya y salió de mi habitación. Empecé a buscar el bolso que me había regalado mi mamá que, casualmente, era de color negro. No pienso salir de casa sin llevar a Tikki.

-Wow, Marinette. Te ves preciosa- me dijo Tikki revoloteando por ahí- A Adrien le va a encantar, o mejor dicho, a Chat Noir.

-Si, claro. En todo caso, su traje es mucho mejor que esto.

-Vamos, Marinette. Te ves hermosa, él lo va a adorar.

-Si tú lo dices- dije suspirando- Ahora, métete. Ya nos vamos- le dije y ella se escondió en el bolso.

Bajé las escaleras y me encontré a mis padres junto a Alya con una cámara fotográfica en las manos. De pronto quedé ciega por los flashes.

-Te vez hermosa, tesoro- me dijo mi mamá.

-Es cierto. Como una estrella- me dijo mi papá sonriendo.

-Gracias- dije un poco sonrojada- Será mejor que nos vayamos, se nos hace tarde.

-Adiós, cariño- se despidieron mis padres y salimos de la casa. Salimos a la calle y la cruzamos para llegar al colegio. Aunque viva al lado de ella sigo llegando tarde, qué ironía.

Cuando entramos nos encontramos con el patio lleno de luces y humo. La música estaba a todo volumen, todos estaban disfrazados y bailando, aunque algunos están conversando cerca del puesto de comida. Pero se veía genial, nunca había visto una fiesta del colegio así, debe ser porque el padre de Adrien ayudó un poco.

Entré junto a Alya a la pista de baile e involuntariamente empecé a buscar a Adrien con la mirada pero no lo encontraba. Nos topamos con Nino que quedó impactado al ver a Alya. Tenía ganas de decirle "te lo dije" pero me contuve. Ellos se fueron a bailar y yo me quedé cerca del ponche buscando.

De pronto vi una figura masculina que vestía un traje rojo con motas negras. Cuando vi el rostro no me pude contener la risa que escupí el ponche que tenía en la boca. No lo podía creer.

-¿Adrien?- pregunté riendo cuando él ya estaba cerca mío- Por Dios, ¿qué te pusiste?

-¿Qué? ¿Esto? Es el mejor disfraz de todos los tiempos. El de la mejor chica que existe en el mundo. Claro me falta el pelo azabache y los ojos celestes pero le quedan mejor a ella- me dijo sonriendo.

-Te vez ridículo- le dije riendo.

-Que importa, vale la pena- me dijo tomándome de las manos- A todo esto, me encanta tu disfraz, es purrrfecto.

-Lo sé, así somos los gatos- dije fingiendo ser él.

-Yo no sueno así- dijo cruzado de brazos.

-Ya sé- le dije riendo y le di un tierno beso en la mejilla.

-¿Ladybug y Chat Noir?- dijo Chloe detrás nuestro. Ella se disfrazó de princesa, no me extraña.

-Casi- dijimos los dos al mismo tiempo riendo.

-El amor, quien lo entiende- dijo Chloe en forma de burla pero luego se entristeció, me pregunto qué le ocurrió.

-Bueno, mi Lady ¿me concede esta pieza?

Tienes mi mundo de cabeza (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora