18.

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PoV Marinette

La película terminó siendo decepcionante. Era muy aburrida y se notaba que todos los efectos especiales estaban hechos con una pantalla verde. Y lo peor es que Nathaniel pasó toda la película dibujando. ¿Para qué propuso venir si se iba a pasar dibujando toda la película?

Salimos de la sala de cine hasta llegar a la calle principal. Ya se estaba haciendo de noche y estaba lejos de mi casa. No paré de caminar hasta sentir que Nathaniel había parado hace un rato. Me di vuelta a verlo y él me estaba mirando más rojo de lo normal.

-¿Qué pasa?- le pregunté.

-Esto... Ten. Pasé toda la película haciéndolo para ti- me dijo pasándome la hoja con la que había estado aferrado tanto tiempo.

-Aaww no tenías que hacerlo- ahora ya entiendo. Vi el dibujo y era yo. Era yo en la sala de cine todo estaba oscuro excepto mi rostro mirándolo a él, no sé cómo lo hizo para dibujar cómo la luz de la pantalla me iluminara la cara- Es hermoso.

-Gracias.

-Aún no entiendo por qué no pudiste conseguir esa entrevista, tienes talento de verdad- le dije admirando el dibujo. Nadie me había dibujado así en mi vida, excepto Nathaniel.

-Am... Marinette- me dijo nervioso jugando con sus manos.

-¿Si Nathaniel?- le dije esperando a lo que me iba a decir. En eso sentí unos brazos alrededor de mi cintura. Miré al portador de esos brazos, ¿quién más iba a ser?

-Lo lamento joven pero me debo llevar a la damisela- le dijo a Nathaniel y me llevó por los tejados a no sé dónde.

-¡¿Chat?! ¿Qué estás haciendo? ¿No ves que estaba en una cita?- le grité a Chat. ¿De verdad tuve que decir cita? Por Dios.

-Creo que esto es más importante que eso- me dijo y siguió su camino cuando divisé que estábamos llegando a mi casa. No entiendo nada. Me dejó en la terraza de mi casa y él se paró en la baranda de ella.

-Creo que deberías entrar- me dijo son una sonrisa.

-¿Por qué?- le pregunté confusa.

-Te estaré esperando aquí. Tú solo ve- me hizo una seña para que entrara y eso hice. Llegué a mi habitación y bajé a la cocina donde me encontré a mis padres abrazándose mientras se besaban. No me lo puedo creer.

-¿Mamá?- le dije casi susurrando. La voz no me salía.

-Mi niña- me dijo incluyéndome en el abrazo familiar. No lo puedo creer, ella regresó. Todo volvió a la normalidad.

-Te extrañé mucho- le dije a mi mamá entre sollozos.

-Yo también. Pero ahora no me iré nunca más, no te preocupes- me dije depositando un beso en mi frente.

-Marinette, ¿nos podrías dar un momento a solas?- me pidió mi papá con una sonrisa y yo le sonreí de vuelta asintiendo y me fui a mi habitación.

Cuando entré respiré hondo y tiré todo el aire que había tomado. Un problema menos, y el más importante. Fue entonces que me acordé que Chat me estaba esperando afuera, se me había olvidado con todo esto que había pasado. Subí a mi terraza, ya era de noche, pronto empezaría la patrulla.

-¿Y? ¿Cómo te fue?- me preguntó apoyado en la baranda pero no le dije nada, en vez de eso me tiré a abrazarlo. Todo esto no hubiera pasado de no ser por él. Lo estuve abrazando un largo rato con fuerza, no tenía intención de alejarlo de mí y él tampoco.

Tienes mi mundo de cabeza (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora