Tienes mi mundo de cabeza (TERMINADO)

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PoV Chloe

Después de la escuela la limosina de mi papi me vino a recoger. Me subí a ella acompañada de Sabrina pero luego ella se fue como si hubiera cometido un error. Creo que le he infligido un temor a ella, me gustaría pensar que es respeto pero no lo es.

Me quedé sola en la parte de atrás de la limosina. Estaba deprimida. Ya no estoy tan segura sobre las cosas que hago. Sabrina es mi mejor y única amiga pero me temo que es porque tiene miedo de mi.

Y ahora Adrien está en mi contra. Fuimos amigos desde muy pequeños, hasta alcancé a conocer a su madre. Pero ahora lo veo más distante, siento como si me hubiera reemplazado por Marinette.

Ella con sus problemas con sus padres, le daba demasiada importancia al tema. Y si, puede que sea importante pero yo no quería enterarme.

Hace años que no veo a mi mamá. Un día cuando volví de la casa de Adrien me encontré a mi padre molesto mirando su closet. Me atreví a observar lo que él estaba contemplando, al closet le faltaba la mitad de la ropa, toda la ropa de mi mamá.

-¿Papá?- le pregunté nerviosa. No entendía nada para ese entonces.

-Chloe, quiero que me prometas que tratarás de hoy en adelante de ser un ejemplo a seguir, como hija del alcalde. Quiero que recuerdes que eres el centro de atención, todo París está a tu disposición ¿me oíste?- me dijo mi papá sin darme explicación de la desaparición de la ropa de mi madre.

-Te lo prometo- le dije. Todo el mundo ve a mi padre como un hombre carismático y amigable pero cuando se van las cámaras es completamente lo opuesto. Debo admitir que me da miedo desobedecerlo.

Ese día me di cuenta que su forma de ser provocó que la persona a la cuál más aprecio desapareciera de mi vida sin previo aviso. Me di cuenta que esta es la vida que me tocó vivir, recibiendo órdenes de mi padre para no humillarlo. Según él parecer una chica caprichosa es mostrar una buena imagen pero yo estoy en completo desacuerdo pero no quiero hacerlo enfadar.

Cuando oí hablar a Marinette sobre su mamá que se había ido me recordó cuando mi mamá se había ido, me sentí terrible. Pasaba las noches mirando por la ventana en espera de esa figura que irradia calor, pero nunca llegó.

Me sentí horrible mientras ellos conversaban. Quería gritarle a todo el mundo, quería llorar y soltar mi enojo. Estaba segura que para ella todo se iba a solucionar, como siempre, en cuanto a mi, no se me permite ser quien soy y vivo esperando a que mi madre atraviese el pórtico de mi habitación para desearme las buenas noches. Fue entonces cuando le dije que sus padres no se querían, como en mi caso, y luego Adrien se molestó conmigo.

Igual no me puedo quejar supongo. Tengo la vida deseada de muchos niños, y me quejo de ella como si no fuera suficiente. Pero el dinero no compra la felicidad, nunca lo ha hecho.

-Señorita, ya llegamos- me avisó mi chofer.

-Ya era hora- dije molesta. No me gusta ser la "hija de papi" frente a todas las personas, me gustaría ser quien soy yo en realidad pero solo puedo ser yo en un solo lugar, mi habitación, mi refugio.

Entré al hotel de mi padre y me dirigí al ascensor. Un señor de baja estatura y de alta edad se puso a mi lado a esperar al ascensor. Cuando este llegó entró él primero y yo después. Marqué el piso al cual iba.

-¿A cuál va usted?- le pregunté al señor.

-Al piso 6- me dijo y marqué el número- Gracias señorita.

Me quedé esperando a que el ascensor subiera junto al señor. Cuando llegamos al piso 6 me aparté para dejar pasar al señor.