Capítulo 4: La peor noche de todas.

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Ian decía enserio lo de que en ese momento iba a conocer a su familia, pues me tomo de la cintura y me llevo al comedor. Al entrar ahí supe que iba a ser peor de lo que había imaginado, toda su familia estaba vestida muy formal, su padre al centro de la mesa, a su lado estaba su hermana que lucía como de mi edad y al lado de ella su hermano aproximadamente dos años menor que Ian y del otro lado su mamá a la que ya había visto.

Todos voltearon a verme y sentía como comenzaban a criticarme y justo ahí delante de todos Ian comenzó a hablar...

—Familia... quiero presentarles a Nicole Geller... ella es mi novia.

Y con lo siguiente descubrí que tan falsa era esa cena, pues su madre exclamo con notable asombro:

—¿Tu novia?, oh que sorpresa...

Su papá de nuevo me vio, lo vio a él y dijo:

—Realmente es una sorpresa, ¿Por qué no nos habías dicho nada?

Y en realidad la sorprendida era yo... ¿que no se suponía que Ian me había dicho que su familia me quería conocer? Cuando la verdad es que ellos no sabían de mi existencia...

Yo solo gire a ver a Ian, buscando una respuesta, él no me miro, ni dijo nada... así que me adelante y dije:

—Mucho gusto...

—Bueno, bueno— exclamo su mamá— siéntense a platicar con nosotros

Yo no quería, temblaba de lo nerviosa que estaba...

Ian retiro la silla para que yo me sentara y así lo hice, creí que él se sentaría también pero dijo:

—Iré a la cocina, regreso en un momento.

Y me dejo ahí sola, expuesta a su familia.

Yo tome un vaso de agua, hasta que su mamá rompió el hielo...

—Así que, ¿se acaban de conocer?

Yo quería desaparecer, ellos no sabían nada de la historia de Ian y yo.

—No, lo conocí hace tiempo— conteste

—Eres muy joven— dijo su papá

—Así es, luces de mi edad... —pronuncio su hermana entre risas, pero sin dejar de mirarme.

Y después un bombardeo de preguntas comenzó a marearme:
"¿Cuántos años tienes?" "No eres de Londres, ¿eres de américa?"
"¿Hace cuánto conociste a Ian? "¿En dónde?" "¿A qué te dedicas?"

Y en todo ese tiempo Ian no había aparecido, estaba sola... así que solo alcance a responder la última pregunta.

—Estoy en la universidad.

Todos respondieron al unísono con un "oh"... dejándome sin saber qué significaba eso, me sentía muy mal, no había momento que no sintiera su mirada en mí, estaban criticando mi apariencia y juzgando todo lo que hacía y decía, me sentía desprotegida.

Cuando creí que la "sesión de preguntas" había acabado, su hermana pregunto:

—¿Jason es tu hermano?

Ian mágicamente apareció para escuchar eso...

— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué? — pregunte confundida

—Lo digo por tu chaqueta, en la lateral dice Jason, creí por un momento que era tuya Ian, pero obviamente tú no te llamas Jason...

—No, evidentemente no es mía... — le contestó  Ian

—Ok, pero la camisa que trae ella sí es tuya, yo te la regale en un cumpleaños.

Todos callaron... Y yo quería hacerme chiquita, había olvidado quitarme la chaqueta, decidí no responder... las miradas de su madre y de su hermana me hacían sentir basura.

Note que Ian le había dado un pedazo de pastel a su hermana y madre, su hermano se acercó a su mamá y le dijo:

—¿No habrá postre para nosotros?

—No, me temo que es de fresa, por cierto ¿Quién diablos lo escogió? ¿Que no saben que mis hijos son alérgicos a las fresas? que mal gusto...— dijo su mamá

Y ahí fue cuando sentía que iba a estallar pero no obstante a eso, la señora me miraba como si ya supiera que yo era la que había escogido el jodido postre... era una de las peores noches de mi vida y ni siquiera Ian me había apoyado, ni un momento.

No aguante más, me limpie la boca, deje el vaso de agua que estaba tomando y me pare...

—Con permiso y buenas noches... — les dije antes de irme

Nadie respondió a mi despedida, pero no dejaban de mirarme... me acerque a la puerta e Ian me alcanzo corriendo

— ¿Qué fue todo eso?— me dijo

—Es lo que yo me pregunto, dijiste que tu familia quería conocerme...

Él paso sus manos por su cara... antes de que lograra contestar le dije:

—No quiero discutir ahora, me duele horrible la cabeza, tuve un horrible día y solo quiero irme a descansar... si quieres hablar de esto puedes ir a verme mañana, no tengo que ir a la universidad así que estaré libre, ahora me voy.

—Ok, pero en qué piensas irte, es noche

—Para eso existen los taxis.— le conteste enojada

—¿Me mandaras mensaje cuando estés en tu departamento? Es peligroso que viajes en taxi a estas horas.

—Bueno, tu no iras a dejarme así que no te preocupes sé cuidarme sola.

Deje a Ian ahí y salí de su vecindario a esperar el taxi, por suerte a esa hora todos iban vacíos y no se me dificulto encontrar uno, le di mi dirección y mientras estaba en camino, sentía como todos mis sentimientos se mezclaban, odiaba haber sido criticada, me sentía triste y enojada con Ian y de repente me sentía triste por lo que me había contado Jason acerca de su novia, todo en lo que pensaba era patético...

Un profesor muy especial || Segunda ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora