Un profesor muy especial || Segunda Parte

Capítulo 42: Salto en el tiempo

Esa despedida fue probablemente la más extraña que había tenido, ninguno de los dos lloró en ningún momento, quizás eso era una señal de que nuestra separación era inevitable... pero en el momento en el que subí al auto con Drew y me tocaba conducir, mire a los lados y comprendí que Ian ya no iba a volver, ya no iba a verlo conducir, ni lo iba a ver acompañándome a cualquier lado y cuidando de Drew mientras yo salía... ya no.

Mientras conducía veía a Drew y me preguntaba qué le diría cuando creciera y me preguntara por su padre... porque si algo tenía claro es que no iba estar con nadie después de esto, al menos no inmediatamente.. y de Jason ni hablar, quizá aunque él no lo supiera, esa noche también me había despedido de él o de la idea de ser una pareja.

No sabía a donde ir, era como estar perdida, y en cuanto me di cuenta estaba en mi casa, en la casa de mis padres, tenía mucho tiempo que no estaba ahí, pues cuando veía a mis padres lo hacia afuera o en casa de Ian, pero ahora estaba ahí.

Kevin fue el que abrió la puerta y en ese momento me di cuenta que ya no era el niño de 7 años con el que solía estar antes de conocer a Ian, había crecido muy rápido y no lo había notado.

—Hola Kevin

—Hola Nicole ¿Qué haces aquí?

— ¿Están papá y mamá?— le pregunté

—Ellos acaban de irse, pero pasa estoy sólo, ¿quieres que te ayude con Drew?

—Oh, gracias solo estaré en mi cuarto, si ellos llegan me avisas ¿si?

—Ok —dijo Kevin contemplándome con extrañeza

Subí a mi cuarto y me lleve una sorpresa cuando vi que todo seguía igual de como lo había dejado antes de irme a vivir con Ian, Drew se había quedado dormido así que lo acosté en mi cama y cuando me di cuenta yo estaba a su lado y ambos estábamos dormidos...

Sentí que alguien ligeramente me movía y aun somnolienta dije:

— ¿Ian?

—No, cariño soy yo...

Abrí los ojos y era mi mamá... había estado pensando en Ian.

—Oh, mamá lo siento me quede dormida.— me justifique— Drew debió de haberme pegado el sueño
— ¿Está todo bien? ¿Ian?

—Se acabó mamá... — dije sintiendo que iba a llorar en cualquier momento— fue mi culpa, pero de algún modo lo nuestro ya no tenía solución, es lo que todos decían o al menos me insinuaban.

—Tu papá y yo nos divorciamos ¿lo recuerdas? Pero regresamos, yo creo que todo tiene solución.

—Mamá, no lo sé, han pasado tantas cosas y si seguíamos juntos iban a surgir otras que no nos iban a dejar ser completamente felices. Pero bueno, ya no quiero hablar de esto, ni de él... quizás es hora de que solo lo recuerde como mi profesor de literatura y como el padre de Drew... solo eso.

—Está bien cariño, puedes quedarte aquí los días que quieras.

—Gracias pero me iré mañana, tengo mucho que arreglar.

Me volví a quedar profundamente dormida con Drew a mi lado, pude haber estado lamentándome y deprimiéndome pero no fue así, la vida no se iba a detener porque una pareja más se había separado, nunca funciona así.

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* 5 Años después*

—Feliz cumpleaños a ti, Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido Drew, feliz cumpleaños a ti... — le cantaba a Drew para despertarlo, era su cumpleaños número 5.

Drew abría sus ojos lentamente. Yo me acoste junto a él en su pequeña cama.

—Hace exactamente 5 años un pequeño ángel llego a mi vida, me dio mucha lata cuando quería salir al mundo pero cuando lo logró nada pudo iluminarlo tanto como tú— le dije, le contaba esa historia cada año, era una pequeña tradición.

Drew no lograba despertarse por completo pero al ver la caja de regalo que tenía en mis manos se despertó por completo, yo lo abrace pero él estaba ansioso por abrir su regalo.

—Mamá, graciaaas ¿Qué es? ¿Qué es?

—Bien, tendrás que abrirlo y después de eso tendrás que ir a bañarte es tu primer día de escuela...

—No quiero ir— dijo Drew mientras se escondía entre sus sabanas— es mi cumpleaños no quiero ir

—Será divertido, sé que iras a una nueva escuela pero conocerás mas amigos y podrás presumirles el bonito juguete que te compre— dije tratándolo de convencer, Drew no salía de entre las sabanas, entonces comencé a hacerle cosquillas.

—Mamaaaá basta, yaa— dijo Drew riendo, amaba su risa. Era de las cosas más sencillas que le daban sentido a mi vida.

—Ok, entonces cumpleañero... ¿Qué quieres hacer en tu cumpleaños después de ir a la escuela?— le dije

—Quiero pasar el día con papá— dijo Drew en un tono serio.

—Amor... tú sabes que él...— estuve a punto de contestarle pero tocaron el timbre— iré a abrir la puerta, mientras abre tu regalo y cámbiate la pijama.

Me dirigí hasta la puerta.

—Hola amor— dijo él saludándome con un beso.