Capítulo 53: Otra vez

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¿Qué estaba haciendo?

—No Ian... — le dije antes de que siguiera

—Oh, está bien... ¿Qué pasa?— me preguntó desconcertado

—Está pasando todo muy rápido otra vez y este no es el lugar adecuado — le dije

—Bien— dijo él acomodándose su ropa.

Yo me quede sin saber que decir...

—Entonces duerme conmigo... — me propuso

Ian se acostó y yo fui junto a él, me recargue en su pecho y él me rodeo con su brazo...

—Extrañaba verte en pijama— me dijo

—Ian... ¿tienes idea de lo que haremos?  Estoy muy preocupada por Drew, por la novia con la que no te casaste y por Max...

—Escápate conmigo—dijo Ian

—Ian, hablo en serio

—Yo también— dijo enderezándose y mirándome a los ojos, escapemos 15 días, solo tu y yo.

—Tenemos un hijo— le dije

—Lo sé, pero también sé que no has descansado desde que lo tuviste y sé que tenemos que hablar de todo esto, pero no aquí, no con presiones... si te preocupa Drew, mi familia lo puede cuidar...

— ¿Y a dónde iremos? ¿Cuándo iremos? ¿Y tu trabajo?

—Puedo ausentarme por unos diss, digo... yo soy el director. Vamos a cualquier lugar donde no hayamos estado ninguno de los dos... donde no nos conozcan, vámonos desde mañana, por favor no lo pienses. — dijo Ian acercándose a mi boca, pero yo no dije nada...

—Bien, te lo facilitare, un beso es no, dos son sí...

Y así de impulsiva me acerque a él y lo bese... y después lo volví a besar, diciéndole que sí, que me iba a escapar con él.

Eran las 2 am y yo estaba haciendo maletas, estaba nerviosa de haber planeado escaparme con Ian, temía por Drew así que entre a su cuarto y lo desperté.

—Drew, Drew— dije moviéndolo

Drew lentamente despertó

—Amor, tengo que irme, sólo son unos días te quedarás aquí con los abuelos y yo te traeré un regalo enorme si te portas bien, ¿me prometes que lo harás? ¿Puedo irme por unos días?

—Ok mamá— dijo adormilado— adiós te amo

—Yo también te amo y te extrañaré, ahora duerme— le dije viendo que volviera a dormir

Regresé a mi habitación e Ian estaba en la puerta, listo con mis maletas... me miro y sonrió.

— ¿Lista? — preguntó

—Amor, estoy en pijama— le dije— creí que tendría tiempo de cambiarme 

—Bien te daré tiempo, iré a dejar las maletas a mi auto...

Ian salió y yo entre rápido a mi cuarto buscando algo que ponerme, en menos de 1 minuto Ian estaba de regreso, pero yo no lo había notado hasta que me sostuvo en sus brazos y me cargo, yo intente gritar pero mis padres iban a despertar.

—Ya fue suficiente tiempo para que te cambiaras, vámonos, me muero por irnos — me dijo Ian

No me bajo y así en pijama me llevo cargando hasta salir de mi casa, me subió a su auto y no me dejo reclamar.

Él se subió al auto y comenzó a manejar, había dejado una carta para mis padres y sabía que no iban a estar felices cuando despertaran y tenían razón esto era una locura.

—¿A dónde vamos? — le pregunte

—A mi casa, iré a dejar el auto e iré por mis cosas.

Yo no le dije nada pero no quería ir a esa casa... esa casa era donde habíamos vivido Ian y yo, esa casa era parte fundamental de nuestro pasado y no del pasado que me gustaría recordar, cuando por fin habíamos llegado, Ian me abrió la puerta del auto pero yo me reúse a bajar

—Te espero— dije

—Por favor acompáñame, tengo miedo de ir solo— dijo bromeando, tomo mi mano y no me dejo quedarme... me llevo hasta dentro...

Ambos entramos, Ian subió con prisa a donde tenía guardadas sus cosas y yo me quede abajo, la casa permanecía igual a como la había dejado cuando me mude a Nueva York... pero se sentía muy vacía.

—Listo— dijo Ian después de unos minutos

—Salgamos de aquí— dije con prisa

Ian tomo todo el equipaje y tomamos un taxi que nos llevó hasta el aeropuerto, en el taxi le pregunte a Ian.

— ¿A dónde iremos?

—Italia... — respondió con seguridad— he preparado todo, incluso el hotel. ¿te gusta?

—Me encanta— dije besándole la mejilla

Aunque una parte de mí, pensaba que quizás ese viaje era el que iba a ser para su luna de miel con Rebecca... pero no le dije nada.

Llegamos al aeropuerto, ambos corrimos a tomar el avión, sentía que mi corazón se me salía de la emoción de ese momento.

Cuando el avión estaba despegando, Ian tomo mi mano y me dijo

—Esta es la locura que merezco vivir contigo y solo contigo— Y yo lo bese.

Después, recuerdo haberme quedado dormida en su hombro, era un viaje largo así que aproveche para dormir... después de horas, Ian beso mis labios para que despertara...

—Llegamos— me dijo emocionado

—Llegamos— repetí...

Fuimos directamente al hotel pues habíamos llegado de noche... la habitación estaba arreglada muy bonita, era una suite y tenía su propia chimenea y su propio jacuzzi .

—¿Quieres descansar? — me pregunto Ian

—No tengo sueño, he dormido todo el viaje...

Ian no dijo nada, vi que se dirigió junto a la chimenea y la encendió porque hacía mucho frio, yo estaba distraída hasta que comencé a escuchar música romántica

—Me concedería esta canción, princesa? —Me dijo Ian ofreciéndome su mano

Yo la tome y me atrajo hacia él, comenzamos a bailar, así junto a la chimenea

—Eres un excelente bailarín— le dije sonriendo

—Ian... hay muchas cosas de las que tenemos que hablar, por eso acepte venir.— le dije honestamente

— ¿Podemos dejarlo para mañana? Hoy solo no hay que decir nada— me dijo.

Yo asentí y luego me recargue en su hombro, mientras seguíamos bailando... después levante mí rosto e Ian lo beso...
Quería tenerlo más cerca así que fui yo la que comenzó a desabotonarle la camisa

—Creí que no querías ir tan rápido— dijo Ian

—Creí que no hablaríamos—le dije...

Un profesor muy especial || Segunda ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora