En cualquier ciudad, en cualquier país, busca una escuela o institución educativa. Al llegar a la recepción, pide ver a una persona que se hace llamar The Holder of Chance. Si la secretaria demuestra algún signo de miedo, repite tu solicitud, sin arrepentimientos. Eventualmente, tu perseverancia dará sus frutos, y serás dirigido a un salón abandonado en un ala cerrada de la escuela.
Recortes de cinta policial y trazos de tiza desvanecidos cubrirán el suelo, y la puerta será cerrada cuando entres, antes que puedas hacer cualquier pregunta. En este punto debes elegir uno de los treinta escritorios que hay en el salón, siéntate y espera. Sólo en uno de estos escritorios estarás a salvo y no perderás la vida, aconsejarte que elijas sabiamente, serviría de poco, ya que no hay manera de saber cuál es, hasta que sea demasiado tarde. Tras una corta espera, empezarás a escuchar cosas, niños riendo, charlas, ronquidos ocasionales, pero estos no son más que ecos, ecos de tiempos en los que ese salón dio acogida a tortuosas tareas y pruebas sorpresa.
Mientras esperas, el sonido poco a poco va a cambiar. Donde una vez hubo risas y charlas, ahora habrá gritos de agonía y aullidos de desesperación. Las sombras de la horrible historia del salón de clases, comenzarán a tomar forma a tu alrededor. No temas a las sombras, ya que son inofensivas. Sin embargo, la bestia en la que pueden convertirse, no lo es.
A medida que la espera continúa, las sombras se volverán más numerosas y la historia del salón de clases se te mostrará con detalle cada vez más grotesco. Esta parte ha llevado a muchos hombres a un ataque de llanto, y más aún de locura. En caso de que llegues al final de esta visión macabra con tu salud mental intacta, sabrás si has elegido sabiamente.
Si elegiste de forma incorrecta, las sombras van a tomar forma. Son burlas horribles de lo que eran en vida. No podrás escapar de esta habitación ahora. Ellos te desgarrarán la piel muy lentamente, deleitándose en infligir el dolor que han sufrido en otro tiempo. Te tomará días, incluso semanas, morir. El único consuelo que tendrás es que es muy probable que pierdas la cordura después de las primeras horas.
Si tuviste suerte y elegiste el escritorio correcto, las sombras se reunirán alrededor tuyo, fundiéndose en una masa oscura. Cuando desaparezcan, te encontrarás en el casino más lujoso que puedas imaginar. Poblado por los que han jugado tanto que su carne, desde hace mucho tiempo se pudrió (No pueden morir, la muerte no entra en este casino) y aún así juegan con la esperanza de obtener su libertad.
El casino no tiene más que dos salidas. Una lleva a un terreno baldío donde habitan bestias errantes, y no espera nada más que muerte segura. El costo de pasar a través de esta puerta es de cuatro monedas de plata. La otra puerta te llevará a lo que buscas, y es la única oportunidad de que te vayas con vida. El costo de pasar a través de esta puerta es de cinco monedas de oro.
En tu mano, tendrás una sola moneda de plata. No la pierdas. No puedes tener menos de esta moneda el tiempo en que estás en este casino. Un letrero cercano te dirá que tres monedas de plata equivalen a una de oro. Debes jugar si no quieres quedar atrapado aquí para siempre, pero recuerda el dicho del jefe del casino:“No puedes vencer a la casa”.
Casi todos los juegos están manipulados a favor de la casa y lo único que podría hacerte ganar es el azar, lo cual sólo te engañará y confundirá más. Las probabilidades no están, definitivamente, a tu favor. Si empiezas a ganar, ten cuidado de mantener tu fortuna en secreto tanto como te sea posible, ya que los condenados a tu alrededor no han tenido tanta suerte. Ten en cuenta que no puedes morir en este lugar y esto inspirará en ellos un ataque de odio celoso, arrancando grandes trozos de carne de tu cuerpo hasta que sus celos se apaguen y su sed de sangre quede saciada.
Si, contra toda probabilidad, te las arreglas para reunir las cinco monedas de oro y entrar por la puerta sin ser molestado por los otros jugadores, te encontrarás en un ascensor que te llevará a una oficina aún más opulenta que el casino. Detrás de un escritorio en el otro extremo de la sala encontrarás una figura esquelética, vestida con el mejor traje que jamás hayas visto. Acércate a la mesa y de pie ante ella, haz sólo una pregunta:¿Tiramos los dados?
Asentirá y sacará un par de dados de su chaqueta, y tendrás que escoger par o impar. Si pierdes, el esqueleto sonreirá, y tu tomarás su lugar, a la espera de miles de años hasta que el siguiente buscador tenga tanta suerte como para llegar a tu nueva morada. Si ganas, sin embargo, escucharás un gemido que desentona con la magia del lugar.
La muerte finalmente entrará en el casino, concediendo a los miserables jugadores el descanso que durante tanto tiempo se les ha negado. A medida que el casino se desintegra a tu alrededor, debes permanecer de pie, con la fe de que no te llevará consigo, porque si lo hace, no hay ningún ser en este mundo que pueda decir lo que te va a pasar.
Si no eres llevado, volverás a aparecer en el salón de la escuela. Estará exactamente igual que cuando lo dejaste, salvo por un montón de polvo y ropa podrida a tus pies. Dentro de ella encontrarás un par de dados. Tan pronto como los toques, la puerta se abrirá.
Ese par de dados es el Objeto 75 de 538. Con cada lanzamiento, tomarán otra vida. ¿Será la tuya la próxima?
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The Holders
Mystery / ThrillerEn cualquier ciudad, en cualquier país, hay una institución mental o un centro de reinserción social donde puedes intentar ir por un Objeto. Había 2538 de esos Objetos, pero 2000 se perdieron. Los restantes 538 nunca deben estar juntos. Jamás. Esper...