#165: The Holder of Research

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier laboratorio o lugar de aprendizaje a donde puedas llegar. Ve al escritorio principal y pregunta a la secretaria si puedes asistir a la siguiente clase que dictará quien se hace llamar The Holder of Research. En caso de que deje de hacer todo lo que estaba llevando a cabo y te mire como si fueras un extranjero, has ido al lugar correcto.

Gesticulará al científico más cercano para que se acerque. Reza por que sea un hombre, pues una mujer te someterá a experimentos considerados desde hace mucho … innecesarios. Si es un hombre, te pedirá que vayas al ascensor. Hazlo, y presiona el botón para ir al piso más bajo del complejo. Cuando llegues a ese piso, no bajes del elevador, o caerás en un pozo sin fondo. En vez de eso, espera a que las luces de los botones se tornen rojas, y desciendas seis pisos más. Cuando se detenga esta vez, espera que el científico salga primero.

Te guiará por un pasillo esterilizado lleno de paneles de vidrio en cada lado. A través de esos paneles verás gente haciendo experimentos, nada inusual para un laboratorio. Lo que será inusual es que a medida que avanzas, los experimentos se volverán progresivamente más primitivos. Verás gente intentando probar la existencia de agujeros negros, y otros tratando de probar que la tierra gira alrededor del sol. Desde personas produciendo una fisión nuclear, hasta aquellos que estudiaron las estrellas para construir las pirámides. Y, como es típico en estas aventuras, no te sorprendas si ves un demonio o dos caminando por el pasillo. Si ves alguno, salúdalo asintiendo con la cabeza; los habitantes de este lugar no disfrutan siendo ignorados. Además siempre exigen nuevos sujetos.

Sabrás que has llegado al final cuando puedas ver en los paneles a gente vistiendo pieles de animales, destripándose unos a otros para estudiar la anatomía humana. Más allá, encontrarás una puerta de metal, y tu guía la abrirá para ti. Este lugar será del futuro. Imposiblemente blanco y limpio, dentro verás monstruos repugnantes preservados en tanques en los muros, y aunque este lugar debería estar en el subsuelo, a través de las ventanas verás que estás a varios metros de altura.

Sentado en un escritorio en el centro de la habitación habrá un hombre pequeño, con gafas y una bata de laboratorio, escribiendo nombres, fechas, números y resultados de sus experimentos en su diario a una velocidad cegadora. Espera a que este hombre te note antes de decir nada. Él te preguntará: “¿Conoces a mi colega, el Holder de la Ciencia?” Esto es una trampa. Hayas visto o no a tal Holder, responder a este hombre sólo provocará que seas lanzado a uno de los tanques en los muros, donde serás convertido en un monstruo. En lugar de ello, muestra un Objeto. Cualquiera servirá.

A la vista del Objeto, uno de los tanques se romperá, revelando un enorme monstruo. Debería ser humanoide en su forma, pero con cuernos, cuatro brazos (tres pequeños, uno extremadamente grande), y una corpulencia que ningún humano podría poseer. Tendrá cinco ojos, esparcidos de maneras retorcidas, y curvos y filosos dientes. Una de sus piernas será delgada y larga pero aún así musculosa, la otra estará cubierta por un montón de carne. Si este es el especimen que ves, estarás seguro. Si es cualquier otro, prepárate para tomar su lugar en el tanque.

El humanoide golpeará al hombre con su brazo más largo, y luego lanzará su cadáver por la ventana. Deberás hacerle una, y sólo una pregunta: ¿Cómo puede la ciencia detenerlos?

Él entonces te contará de cada error que ha ocurrido, con el avance de la ciencia como justificación. Justo cuando acabe de responder tu pregunta, escucharás que golpean la puerta: Ellos ya te han encontrado. El humanoide te preguntará si necesitas ayuda; acepta, pues él puede manejar la situación por su cuenta. Te dará el diario del hombre, y te lanzará por la ventana justo en el momento en que ellos irrumpan en el lugar.

Despertarás en el césped en el laboratorio. A tu lado estará el diario, abierto en la segunda página. Ésta dirá:

Querido Buscador, Lo siento, yo no fui capaz de ayudarte. Mucha suerte...


Y luego un nombre que no es de este mundo. El Diario es el Objeto 165 de 538. Su última página contiene la única forma en que la ciencia puede detenerlos.

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