#196: The Holder of Penance

33 0 0
                                    

En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier prisión o cárcel a donde puedas entrar. Cuando alcances la recepción, pregunta por visitar al prisionero llamado The Holder of Penance. Los trabajadores parecerán tranquilos, pero ellos han activado una alarma silenciosa bajo el escritorio. Varios guardias vendrán y te atraparán, diciendo que has sido acusado de crímenes que abarcan desde cruzar imprudentemente la calle hasta homicidio. No protestes ante estas acusaciones, cualquier argumento o queja que hagas será respondida con brutalidad.

Serás arrojado a una celda en el sector más profundo y abandonado de la prisión. No estarás allí mucho tiempo, pero te parecerán años. Luego de una cantidad de tiempo indeterminada, un guardia desbloqueará la puerta y te dirá que es la hora de tu juicio. Te ordenará que lo sigas, y es mejor que obedezcas. El camino se torcerá y quebrará pero no debes perder de vista al guardia. Si te pierdes, todas las celdas serán abiertas. Los prisioneros te infligirán toda clases de horrores, pero no importa qué tan herido hayas quedado, serás recuperado completamente al otro día, sólo para repetir el proceso otra vez.

Si logras mantenerte en el camino, serás llevado a una sala reducida. El guardia te ordenará que te quites tus ropas. Si te niegas, serás considerado culpable en el acto, y recibirás un castigo que las almas condenadas en el infierno envidiarían. Una vez estés preparado, el juez pondrá una cadena entrecruzada en tu torso. Estará muy fría, pero no muestres señal de debilidad. Si tiemblas, permanecerás congelado en el tiempo, siempre consciente, hasta que la misma Tierra se queme.

Serás guiado al frente de la sala y presentado al juez. Su rostro demoníaco te aterrará, pero debes mantener tus ojos en él. Si miras a otro lado, será considerado una señal de que mientes. Él te inspeccionará, y sólo responderá una pregunta: ¿Qué hizo mal Él?

El juez cesará su inspección y comenzará a relatar los cargos contra ti. Enlistará cada error que hayas cometido en tu vida. Él hablará de tus crímenes menores, la gente con la que has peleado, y las cosas que has hecho en tu persecución tras los Objetos. Debes permanecer en silencio mientras habla, pues ahora serás juzgado.

El juez terminará su diatriba, y te pedirá un argumento de cierre. La única cosa que puede defenderte es que digas: “Lamento todo lo malo que he hecho”. Realmente debes sentirlo. No importa la razón de tus actos, si fueron justificados o no, debes sentirte realmente arrepentido por ello. Si ya has visitado al anciano, al Holder de los Oprimidos, toda esperanza se habrá perdido.

El juez tomará su decisión. Si se te declara culpable, entonces te unirás a la audiencia de las personas que estaban presentes durante tu juicio, y para siempre escucharás sus delitos y sentirás el dolor que resultó de ellos. Sin embargo, si el juez te considera inocente, bajará de su podio, te dará la mano, quitará tus cadenas y te dirá exactamente lo que salió mal con los Objetos y este mundo. Su explicación parecerá simple, pero será tan compleja que muchos pasan años en esa sala contemplándola. No debes hacer esto, pues es lo que el juez quiere. Él es de hecho el Holder, y si aún permaneces en la corte cuando las cadenas ya no sean necesarias, romperá todos y cada uno de tus huesos con su martillo y dejará que te mueras. La salida es tan fácil como tomar las cadenas que ahora yacen a tus pies.

Despertarás dentro del lugar que llamas hogar, sabiendo que por el momento, estás a salvo. Después de todo, fuiste declarado inocente, ¿no es así? Las cadenas se han adherido en tu torso otra vez. Aún estarán frías, pero eso no te molestará. No te las podrás quitar ahora, por lo que deberás aprender a vivir con ellas.

Las cadenas congeladas que llevas son el Objeto 196 de 538, un recordatorio de los pecados perdidos en el tiempo. Cuando se tornen calientes, es porque el peligro está cerca. Reza porque se mantengan frías.

The Holders  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora