#121: The Holder of Midnight

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de reinserción social a donde puedas llegar. Cuando alcances el escritorio principal, pregunta muy cortésmente por visitar a alguien quien se hace llamar The Holder of Midnight. El recepcionista te dará un solemne reconocimiento, y te pedirá que lo sigas por una puerta.

Te guiará por un largo pasillo, y luego te hará gestos para que entres por otra puerta. No entres allí, sino a la que está al lado opuesto. Entrarás a otro pasillo. Por la puerta donde entraste habrá un hombre que se verá exactamente igual al recepcionista, pero será una versión espejo, es decir, cada una de sus características estará del revés. Pregúntale otra vez por el Holder, y este recepcionista espejo te dará un solemne reconocimiento y te pedirá que lo sigas. Si dices algo más, entonces este mundo espejo colapsará sobre ti, borrando toda evidencia de que alguna vez has existido.

El recepcionista se levantará de su escritorio y te señalará para que abandones el lugar por la puerta del frente. Hazlo, y te encontrarás en una incalculablemente vasta habitación. Será imposible determinar la apariencia de ésta o sus características, y estará llena de ojos abrasadores cuya fuente será desconocida, que brillarán demasiado para tu mirada, por lo que la habitación entera parecerá ser un resplandor. Sólo camina hacia adelante por el terreno que se sienta como arena.

Camina en cualquier dirección dentro del lugar. Todo debería estar completamente silencioso, pero si en cualquier punto escuchas un alto pitido, como el sonido de una tetera, detente de inmediato y grita con toda la fuerza que poseas: “¡Puedo ver lo que debo hacer!”. Es mejor que no sepas qué horrores eternos te aguardan si el pitido continúa sonando.

Si el pitido se detiene, entonces puedes proseguir. Sin importar hacia dónde te dirijas, llegarás a una pequeña área de la amplia sala donde las luces, por parte de algunos medios extraños, no son tan intensas como para cegar. Sentado en el centro exacto de esta área, en una posición meditativa, habrá un hombre delgado, de apariencia pacífica, usando nada más que un taparrabos. No tendrá un sólo pelo en todo su cuerpo, pero su cabeza será verdaderamente inusual. No tendrá ni nariz ni orejas, y su boca no tendrá labios, por lo que sólo se verá una rasgadura en su plácido rostro. Sus ojos tendrán pupilas extrañas, como los de una cabra. Tendrá los brazos adelante, unido en lo que parece que esconde un pequeño objeto entre sus manos. Te mirará impasiblemente hasta que le hagas una pregunta: ¿Qué yace en las profundidades de Su corazón?

El hombre de ojos de cabra te dará una sonrisa maliciosa, pero benigna, y abrirá sus manos. La oscuridad fluirá desde allí como una niebla, llenando el lugar muy lentamente. Es crucial que durante este momento estés mirando los ojos del hombre, de otra manera, serás consumido por la oscuridad para siempre.

Mientras la oscuridad sobrepasa a la luz, se pondrá de manifiesto la verdadera forma del hombre con los ojos de cabra en esta habitación enorme. Será un espectro verdaderamente pesadillesco, más hueso que carne, su rostro ya no sugiere benevolencia pacífica, sino más bien un odio oscuro y violento. Verás en la distancia los inmensos muros de esta habitación; hechas de un collage de caras angustiadas. Son las almas de cada Buscador que ha fallado en las pruebas de los Holders. Las visiones del hombre y la habitación sobrecargarán tu vista, con un fuerte crujido, como el de una pira, abrumando tus oídos. Sin importar esto, debes mantener tu mirada fija en los ojos del hombre.

Luego de lo que parecerá una eternidad, este asalto a tus sentidos se detendrá abruptamente, y la habitación regresará a su estado iluminado, con el hombre una vez más tranquilamente meditando. Sus brazos estarán abiertos, mostrándote una pequeña mochila café. Tómala con agradecimiento e inclínate respetuosamente antes de irte. Regresa por el camino por el que viniste: de vuelta al mundo espejo y por el pasillo al mundo regular.

La sustancia gelatinosa en la mochila es el Objeto 121 de 538. Nunca abras esa mochila.

The Holders  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora