#170 The Holder of the Centuries

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier piscina pública. En la puerta principal, dile al cajero que deseas ver a The Holder of the Centuries. Si responde, sin importar lo que diga, vete inmediatamente, y nunca regreses allí. Si te ignora, insiste. El cajero cerrará sus ojos por varios minutos, se pondrá de pie y te guiará a través de la piscina. Te darás cuenta que tanto la piscina como sus alrededores están repentinamente desprovistos de gente, y el agua estará completamente quieta. El cajero se detendrá en la orilla de la piscina, y silenciosamente te dirá que entres.

Sumérgete completamente en el agua, de manera que ninguna parte de tu cuerpo se acerque a la superficie de la piscina. Cierra los ojos y permanece así todo el tiempo que te permita dejar tu mente preparada. Abre los ojos. Si no estabas preparado, aún estarás en el agua, pero incapaz de moverte y rápidamente quedándote sin aire. Pero si estabas listo para enfrentar al Holder, cuando abras tus ojos verás un oscuro e interminable estrecho debajo. Deberás flotar suavemente a la superficie y mirar a tus alrededores. En el horizonte, verás una isla. Cuando comiences a nadar hacia la isla te darás cuenta que el agua ya no está quieta, y te empuja hacia atrás con gran fuerza. Deberás nadar fuertemente contra la marea, pues tan pronto como te canses, serás barrido, condenado a estar a la deriva para siempre, a través de este estéril e infinito océano.

Si alcanzas la isla, sentirás un impulso casi inevitable de parar y descansar. Pero deberás seguir adelante hasta que llegues a un gran lago en el centro. Cada músculo de tu cuerpo gritará, sentirás tu mente a punto de colapsar, pero no estarás seguro hasta que llegues al lago. Al llegar, dirígete hacia el lago y bebe un poco de su agua cristalina. Tan pronto como el líquido toque tu garganta, escucharás su voz extraña, llamándote desde alguna parte bajo la superficie. Sus palabras serán extrañas e incoherentes, confusas por las leguas de agua que los separan.

Debes mirar con firmeza delante de ti y preguntar:¿Cómo llegó a esto?

Su voz repentinamente se volverá clara, sus palabras resonarán en la superficie. Describirá los incontables siglos por los que ha vivido, describirá cómo cada continente fue consumido por el océano, cómo este grupo de rocas es la única tierra restante en todo el planeta.

Te dirá la forma en que lloraba, constantemente, por todos esos siglos, creando este lago con sus lágrimas, y te dirá lo que cada lágrima representa, en horrible detalle. Que ha llorado por cada atrocidad cometida, cada muerte, cada mentira, todo ello en su interminable llanto. Entonces dirá que tu muerte será la última lágrima que derramará.

Deberás bucear dentro del lago, nadando hacia abajo hasta que ya no haya más luz, hasta que tus pulmones se vacíen. Te convencerá de que regreses, y vivas en la superficie para siempre. Si lo ignoras, tratará de repelerte, lanzando chorros de agua hacia arriba. Si persistes, verás algo sin forma definida, brillando en la oscuridad. Si eres lo suficientemente rápido, lo alcanzarás justo cuando quedes inconsciente. Debes tocarlo, y te liberará de esta vida.

Despertarás una vez más en la piscina pública, sintiéndote frío y exhausto. Felicidades, el Holder te ha relegado todos los siglos que vivirá, siglos que tú también vivirás ahora. Estarás vivo cuando los continentes comiencen a hundirse. Estarás vivo cuando todas las demás formas de vida hayan perecido en las hirvientes y congeladas aguas. Y todo ese tiempo llorarás, llorarás por tus errores y por los del resto de la humanidad.

Esta inmortalidad es el Objeto 170 de 538. Estarás condenado a esperar hasta que otro Buscador idiota venga por ti, comenzando un nuevo ciclo.

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