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Hoy era el quinto día, hoy Chandler empezaría a trabajar grabando las escenas de la 7ma temporada de The Walking Dead.


No he recibido ni un mensaje ni una llamada de él, ni de mis amigas las cuales se distanciaron desde que eche a Ginna de mi casa. Estaba completamente sola, sin Chandler, sin mis amigas, solamente con mi laptop y las chicas que se decían llamar mis fans por haberle dado su "merecido" a Brianna.

Entre a twitter y lo primero que hice fue entrar al perfil de Chandler, el cual había subido un anuncio que dentro de una semana estaría participando de una convención de video juegos en Orlando, ya que estará de pasada por las grabaciones de The Walking Dead.


Suspire con tristeza al imaginarlo dormir abrazado a esa serpiente que tenia de novia.

Ojala algún día lo pique para que se dé cuenta de lo que tiene alado.


Frustrada cerré mi laptop y la deje sobre la mesilla de luz que estaba a mi lado, no estaba de humor para seguir imaginando cosas extrañas por lo que veo en mis redes sociales.

Mi celular vibro y rápidamente lo saque de mi bolsillo para después desbloquearlo con la esperanza de que sea Chandler pero como verán, se trataba de mi madre.


"Mamá: Esta noche no estaré en casa, me quedare tomando tequilas con tus tías mientras jugamos al póker, por favor no hagas desastre. Te ama, mamá."


Yo solo la deje en visto y bloquee el celular, para después pararme de mi cama y salir de mi habitación rumbo a la cocina, moría de hambre y el hambre combinado con mi mal humor no daba buenos resultados.

Abrí el refrigerado con la esperanza de encontrar comida chatarra pero para mí mala suerte me equivoque, solo había frutas y comida para recalentar en el microondas. Con toda la desilusión del mundo agarre la manzana entre mis manos, para después lavarla y después darle un gran mordiscón.


El timbre sonó. Con pesadez camine hacia la puerta y saque el seguro que le había puesto por si ladrones quisieran entrar por la noche a robar en mi humilde morada pero al abrir la puerta me encontré con esos ojos azules que tanto me gustaban.


Abrí mi boca sorprendida—. ¿Qué haces aquí?

Chandler sonrió tímido—. ¿Puedo pasar?


Me quede estática por unos segundos pero después le sonreí saliendo de mi trance.


Asentí con la cabeza—. Claro, pasa—me hice a un lado abriendo más la puerta y él paso, camino hacia la sala y se sentó sobre el sofá, yo a su lado.

— ¿Cómo has estado? —le pregunte con una gran sonrisa, estaba feliz de verlo nuevamente.

Él me devolvió la sonrisa—. Bien, he vuelto con Brianna, aunque ha estado muy distante desde que nos arreglamos—se encogió de hombros—. Creo que no volverá a ser lo mismo de antes pero me vale, por lo menos la tengo a mi lado—dejo escapar un suspiro de cansancio para después verme a los ojos—. Últimamente hay una persona rondando por mi cabeza a todas horas que no es ella y nunca imagine estar en esta situación.

Yo pose una mano en su hombro—. Pensé que estabas seguro de estar enamorado de ella—hice una mueca de tristeza—. Pero seguro la chica que te saco de las manos de Brianna debe ser fantástica, mucho más que ella.


No podía creer que otra chica hubiera tenido el mismo plan que yo y que encima me haya ganado. Estuve dos meses enteros tratando de entrar al corazón de Chandler pero veo que fue imposible ya que si no era Brianna, era otra que ni siquiera era yo.


Chandler asintió con una sonrisa—. Pues la verdad nunca creí decir esto pero siendo sinceros, es demasiado fantástica.

Yo forcé una sonrisa—. Me alegro demasiado por ti, Chandelier.

Él asistió para después tragar en seco y mirarme algo nervioso— ¿Estás sola? —pregunto curioso.

—Sí, mi madre se quedara toda la noche con mis tías jugando a las cartas—le respondí con una pequeña risa—. Creo que se pondrán tan borrachas que no sabrán al final quien gano lo que apostaron—. Él asintió mientras reía conmigo.

—Entonces tenemos suficiente tiempo.

Pare de reír para mirarlo curiosa—. ¿Suficiente tiempo para qué?


Él se acercó un poco más a mí, para tomarme de la cintura, mi piel se erizo.


—Suficiente tiempo para esto.


Y de un momento a otro me beso, como si su vida dependiese de ello aunque no me quede atrás, puse mis manos en su nuca empujándolo más a mí para profundizar el beso haciéndolo cada vez más apasionante. Sus manos viajaban por toda mi espalda recorriendo cada centímetro de ella hasta que bajo sus manos a mi pierna la cual acariciaba con delicadeza.

Nos separamos por falta de aire, agitados, mirándonos.


— ¿Esta vez no huiras? —le pregunte con algo de ilusión en mi ser.


Él se volvió a acercar a mi rostro y me beso, para después morder mi labio inferior y separarse mirándome con una sonrisa.

Esta vez no huiré.  

VIRGEN |c.r|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora