VIRGEN |c.r|

FINAL.

Enrollaba con cinta la ultima caja que contenía mis pertenencias, mire mi habitación que ahora se veía enorme sin algunos de los muebles y mi ropa regada por los suelos. Varios muebles viejos que tenia desde niña se quedan aquí, vacíos, ya que mi madre pidió re modelar dos habitaciones que serian para mi y otra para el bebé. Hoy a la tarde se llevarían lo que empaquetamos y mañana a la mañana tomaríamos el primer vuelo a Canadá, Stratford.

Si, a 1.738 kilómetros de Chandler.

El timbre sonó, así que salí de la habitación a atender no sin antes agarrar mi cabello castaño y atarlo en un rodete desarmado. Baje hasta la sala y abrí la puerta, mire hacia afuera y no había nadie, mire hacia el suelo y había un gran ramo de flores. Sonreí y lo tome entre mis manos, entre las flores había una pequeña cajita color negra, mire por ultima vez afuera y al verificar que no había nadie me metí para adentro y cerré la puerta.

Mire las flores y acaricie los pétalos de esta, eran suaves. Las deje encima de la encimera y tome la diminuta caja entre mis manos, para después abrirla; contenía un hermoso collar dorado de corazón. Sonreí y tome el dije de corazón entre mis dedos, al presionarlo este se abrió y me sorprendí al ver que tenia adentro, era una foto mía y de Chandler juntos.

Mire con nostalgia la foto y la acaricie con la yema de mis dedos, si decía que no lo extrañaría estaría siendo una maldita mentirosa.

Cerré el corazón y lo deje dentro de la cajita la cual tome y guarde en la caja de los recuerdos que tenia cerrada pero volverla abrir no me haría nada.

Suspire cansada, esto de la mudanza era agotador y no me gustaba, ya deseaba tocar con las plantas de mis pies las frías calles de Stratford.

Los llamados de mi madre desde la planta baja me tenían nerviosa, hoy era un nuevo día y ambas estábamos histéricas porque no queríamos perder el vuelo. En mi pequeña mochila metí un paquete de galletas de vainilla, mi celular, mis auriculares y varias cosas que necesitaría para el viaje.

Baje rápidamente las escaleras y mi madre tenia una expresión seria, no pude evitar reírme de su ceja que temblaba, ella frunció aun más su ceño.

— ¿Ya terminaste? —pregunto molesta, yo asentí—. Entonces vamos, sube al auto mientras que yo y Justin subimos las maletas.

—Yo también puedo ayudar, estoy embarazada no invalida—dije mientras tomaba mi maleta color negra, ella me la saco de las manos.

—Para mi estas todo, tengo que cuidar de ti y de mi futuro nieto o nieta, así que sube al auto y no digas ni una palabra.

Yo rodé los ojos y asentí, discutir con ella no me serviría de nada así que me encamine hacia el auto pero al ver quien venia corriendo de lejos me paralice.

— ¿Te encuentras bien, Nefer? —pregunto algo preocupado Justin al pasar por mi lado, con dificultad asentí.

—Si, estoy bien—respondí como pude, él me regalo una sonrisa.

—Esta bien, cualquier cosa dime.

Yo asentí y le devolví la sonrisa, él fue a cargar más maletas. Mire nuevamente sobre mi hombro y lo vi acercarse nuevamente aquí, mire a mi al rededor y no se encontraba nadie, estaban adentro. Chandler se posiciono enfrente mío, mirándome en silencio. Mire sus ojos color azul cielo, esta vez no podía descifrar que querían decirme ellos.