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¡HOLA! :D

Llegue a las 9 de la escuela porque me dolía la cabeza, así que vine y cuando me sentí un poquito mejor decidí escribirles un capitulo nuevo, espero que les guste veives.



Salí del baño aun pensando y pase de largo a Chandler el cual me miro confundido.

—Oye no seas maleducada—me regaño poniéndose a mi lado—. Debes avisarme cuando sales porque caminas tan ligero que no se escuchan tus pasos.

—No es mi problema, Riggs—gruñí molesta, él me miro con el ceño levemente fruncido.

— ¿Qué paso en el baño que volviste tan amargada? —pregunto algo molesto, yo trague en seco.

—Nada que te importe—empecé a caminar más rápido alejándome de su lado pero él me agarro del hombro parándome, me di vuelta y lo empuje para que se aleje de mi—. Déjame en paz—solté cortante, Chandler me miro algo dolido y después solo desvió su vista al suelo.

—No te descargues conmigo, Nefery.


Y al terminar de decir eso, se dio media vuelta y se marchó con las manos en sus bolsillos hasta la salida de la escuela. Yo solo lo mire triste y empecé a golpearme en la frente con la palma de mi mano al darme cuenta lo estúpida que fui siendo dura con él.



Estaba sola sentada en el patio de la escuela, Ginna estaba con su novio, las otras chicas comiendo en la cafetería y yo encima de una roca mirando a la nada, sintiendo un vacío en mi interior.

Debo admitir que extrañaba los chistes y las anécdotas malas de Chandler.

Siempre que era el receso salíamos al patio y nos sentábamos en la misma roca donde estoy yo contándonos cosas, riéndonos y después, solo mirarnos por largos minutos mientras sonreíamos.

Enserio lo extrañaba.

Suspire escondiendo mi rostro entre mis manos, que tonta fui.

Debería solucionar esto con él, yendo a su casa y pidiéndole perdón. Chandler no tuvo la culpa de nada, ni tampoco la chica que me conto lo que le pasaba, la culpa fue mía porque yo estoy mal con lo que soy de persona al tratar de hacerle daño a Chandler.

Pero no puedo abandonar la apuesta, simplemente no puedo. Es simplemente por el odio que siento hacia los demás hombres, porque Chandler es la única excepción aunque eso no saca el hecho de que sea uno de ellos solamente que con inteligencia y respeto.

El timbre sonó y me pare para después caminar hacia la sala de clases. Hoy iría a la casa de Chandler a ofrecerle mis disculpas.



Mis manos sudaban, estaba enfrente de la gran casa de los Riggs. Muy lujosa por cierto, con un gran patio lleno de flores y desde aquí podía ver un gran camino de rosas, que lleva a una gran piscina. Simplemente la casa de Chandler por fuera era un palacio y no me imagino lo que será adentro.

Decidida toque el timbre, esperando unos segundos hasta que escucho una voz femenina que dice "Ya voy" entre risas.

La puerta al instante se abrió mostrando a una chica con el cabello de color purpura descastado un poco en las puntas con gris por el lavado de la tintura. Era muy bonita, maquillada con un estilo algo grunge. Ella me miraba con una ceja levantada de arriba abajo, supongo que es la hermana de Chandler, aunque nunca me hablo de ella. Y que seguro no estaba acostumbrada a recibir a gente desconocida en su casa.

Yo sonreí algo incomoda, mientras jugaba con mis dedos.


— ¿Qué necesitas? —pregunto aquella chica mirándome aun con la ceja levantada.

—Buscaba a Chandler Riggs, soy Nefery, su compañera y amiga—me presente atropellando mis palabras de lo nerviosa que estaba, ella se cruzó de brazos y se recargo sobre el umbral de la puerta.

—Ah—dijo alargando la "a" —. Tu eres Nefery—ella estiro su mano hacia mí y se la tome, pude ver una sonrisa forzada de su parte—. Mi nombre es Brianna Maphis—me miro una vez mas de arriba abajo y soltó mi mano, para volver a sonreír de la misma manera—. Su novia.



Y esa última palabra fue para mí como si me hubieran tirado una cubeta de agua helada.


VIRGEN |c.r|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora