¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi vida era perfecta, tenía dos maravillosos hijos, estaba casada con el amor de mi vida, mi familia le amaba tanto como la de él me amaba. Y, no olvidemos que estaba a la espera de una de mis mayores ilusiones, así que podría presumir que era feliz con la vida tan perfecta que tenia encontraba corriendo por los pasillos de la gran oficina de Jos Canela, estaba tan emocionada y extasiada por la gran noticia del año; anhelando ver la expresión del ojimiel al escuchar aquello salir de mis labios. Esta vez no había comentado nada en absoluto a mis dos mejores amigos, ayudándome a entender que hubiese sido mejor que lo supieran para evitar sobrellevar esto sola. Al encontrarme frente a su puerta, escondí la prueba de embarazo en el bolsillo del pantalón; llame a la puerta con nerviosismo, esperando por él. Y, efectivamente, a los segundo se asomó su característica melena negra, logrando aumentar mi nerviosismo. -¿Qué haces aquí?- preguntó el pelinegro sin expresión alguna, dejándome impresionada ante aquel acto. -Yo, necesito decirte algo- susurre, logrando que aquel chico lograra escucharme -Eso es bueno, porque justo estaba por buscarte para hacer lo mismo- soltó firmo, abriendo la puerta por completo, dejándome pasar. -¿Qué es lo que quieres decirme?- pregunte ansiosa -Esto es difícil decir- confesó, sobando su nuca con nerviosismo -Sólo dilo Canela- pedí sonriente -Quiero el divorcio- escupió firme Aquello logro hacer que mi mundo se viniera abajo en un segundo, mi reacción ante aquello fue asegurarme de que la prueba no fue blanco de la vista de aquel chico. -¿He hecho algo malo?- cuestione confundida -Tú no has hecho nada malo, al contrario fui yo quien me equivoque y no creo que sea justo el que continúes conmigo- se excuso -Tú... -Me he estado viendo con alguien y ahora acabo de enterarme que está en espera de un niño- me interrumpió -¡Oh!- fue lo único que logró salir de mi boca -Lo siento tanto Estephanya- se disculpó.- No te dejare sola con los niños, te ayudare en todo lo que pueda- alegó. -No es necesario, debes hacerte cargo de aquel pequeño y yo no necesito mucho de ayuda- me excuse, tragándome el nudo que se había formado en mi garganta. -Effy ¡Por favor!- llamó, tratando de hacerme sentir bien, pero ¿Cómo planeaba hacerlo si me había destrozado por completo el corazón? -No tienes que decirme nada más Jos, entiendo lo que ha sucedido aquí y no quiero que estés al lado de alguien por el que solo sientes lastima- respondí, dispuesta a marcharme. -No quiero esto, significas mucho en mi vida y te amo demasiado- soltó el pelinegro arrepentido -Te di todo de mí, creí que eras feliz con todoaquello pero creo que estaba tan equivocada- confesé, tomando la perilla de la puerta, para al final salir de aquella habitación que solo me torturaba. –"Lo lamento"- fue lo lo último que escuche salir de labios del pelinegro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.