¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegó un punto en mi vida en el que deseé poder acercarme a Estephanya solo para decirle que su cita perfecta fue organizada por alguien que ciertamente no era nada parecido a su chico soñado, deseé poder ayudarle a abrir los ojos para evitar que sufriera en algún momento al estar con la persona que quizá era la errónea, sin embargo como siempre sucedía, nunca me animé a decirle o pude acercarme a ti por lo cual al igual que lo primero no pude decirle nada, me mantuve lejos de ella y deseando poder ser todo. Dicen que el amor es tan extraño que te hace sentir cosas por la persona errónea mientras dejas ir a la persona que es el amor de tu vida, haciendo sufrir a ambas partes pero creo que es un tanto más doloroso para la persona que ama y sabe que su amor no le ama que para aquella que no le ama. Y, es que no quiere hacerme la víctima aquí porque se que tuve culpa en que ella aceptara salir con Jos porque fui yo quien acepto ayudar al chico cuando no tenia porqué hacerlo por el simple hecho de que este sólo me hablaba cuando necesitaba de mi ayuda. Fui tonto al no tener la suficiente valentía para acercarme, confesarme y tener a la chica a salvo en mis brazos; sin embargo aquello me fue arrebatado por mi idiotez y puedo decir que también por la idiotez de ella- aunque suene crudo- ella se aferro a algo que quizá no le correspondía mientras hacia sufrir a la persona que le merecía sin saber o detenerse a pensar en ello. Estephanya Brown tuvo la cita perfectamente hecha para ella con la persona menos indicada. Y, lo peor de todo aquello es se que era cómplice de los planes del pelinegro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
