Japón×Lectora "De la obscuridad a la luz"

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Nota y advertencia: Este capítulo contendrá algo de salseo... o intento fallido de salseo.
Y segundo, aquí (t/n) será un país recién descubierto. Que disfruten el One-shot ^w^
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La tormenta caía poco a poco, las telas del simple kimono de color (c/f) tocaban tu piel (c/p). Todavía no pensabas que estabas en la casa de ese chico. ¿Cómo alguien podía ser tan bueno? ¿Cómo alguien se preocupaba tanto?.
"(T/n)-san, recuestese por favor... esta noche se quedará aquí"
Comento el muchacho de cabello negro azabache al ver las bendas de tu cuerpo, una en las muñecas, en los tobillos y en el abdomen.
-Pero él es humano ¿no?-te interrogabas frecuentemente. Tus superiores te advirtieron de que enamorarse de un humano seria una daga en el corazón. Pero al querer recordar sus advertencias, también recordabas esos golpes que recibió tu cuerpo al informarle de tus frecuentes visitas al país asiático. ¿Por qué? Pues hace un año habías conocido a cierto chico, el muchacho tenía por nombre Kiku Honda y fue la primera persona que se preocupó aún sin conocerte a totalidad.
No podías confiar en los otros paises ya que no los conocías, no era porque no querías, tus superiores te prohibían rotundamente ir a esas juntas después del descubrimiento de Redlight, un país~isla ubicado entre el continente americano y europeo. Los satélites no lograron encontrarlos gracias a las ondas de energía que emanaba sus sistemas, pero por un descuido de los científicos, el campo de energía falló y la única solución que encontraron tus superiores era culparte a ti.
Así que salías a espaldas de ellos para viajar por el mundo de vez en cuando, y Japón era un país con una asombrosa cultura y su lenguaje era curioso. Aunque querías evitar los lazos con alguien, la suerte jugó en tu contra ya que habías conocido al pelinegro.
Él era un chico muy amable, algo reservado, pero siempre te extendido la mano cuando necesitabas ayuda, ese humano te había enseñado varias partes de su país, haciendote parte de los preciosos eventos y usando su ropa tradicional. Ese sentimiento por el pelinegro no pudo evitar crecer con forme pasaba el tiempo... las sonrisas, las lágrimas, los buenos y malos momentos... todo lo viviste con él, podías decir que te sentías humana.
Aunque después de los golpes que lanzaron tus superiores, escapaste de Redlight y Kiku curó tus heridas preguntándose que había pasado, pero evitabas darle esas explicaciones.
"-¿Acaso no confía en mí?-
-N-no es eso, lo que sucede es que es un tema muy delicado-
-(t/n)-san... esta llorando...-"•
-¿Debería estar aquí?...-todavía te dolía un poco tu cuerpo, no soportabas el trato de esos animales, el único alivio era que las elecciones llegarían en unos días y debías estar ahí para presenciarlo, aunque no era agradable que ese evento político se lleve a cabo en tu cumpleaños.
-(t/n)-san... le traje unos mochis...-se escuchó desde la puerta-¿Puedo pasar?-
-No es necesario pedir permiso-sonreiste al ver el rostro del japonés.
-Nada de eso, usted es mi visita y debo tomar mis medidas necesarias...-el pelinegro te entregó los postres para que pruebes su obra maestra.
-Gracias Kiku...-
-No es nada, además me gusta prepararlos para tí-dijo sin quitarte la mirada de encima. Esos ojos marrones eran profundos, sin brillo alguno, analizaban tu interior con rapidez-Esta afligida... ¿qué sucede?-
-Sólo recordaba unas cosas, eso es todo...-le diste un mordisco al mochi y la jalea de frambuesa manchó un poco tu boca.
-(t/n)-san... tiene algo aquí-dijo Kiku para luego acercarse a ti y con su pulgar limpiar tus labios.-¿Sabe?... esta jalea es deliciosa para los mochis, seria una pena desperdiciarla-se lamió el dedo y no pudiste evitar sonrojarte.
-¿No queda más?-preguntaste al tocar tu rostro.
-Todo está limpio, (t/n)-san...-fue sincero el japonés quién miró un par de segundos tus labios para ver de nuevo tus ojos (c/o).
-Kiku... ¿Puedo darte algo?-le preguntaste inocente, el muchacho te miró curioso y asintió con la cabeza-No lo tomes a mal, es sólo que... es la primera vez que haré esto y quisera que tú seas el primero, pues temo a que me lo roben...-el japonés te miró unos segundos, pero de un momento a otro abrió los ojos de par a par, ya que sus labios sintieron una presión. Ese primer beso de amor sincero, un amor puro que tú tenías en el corazón.
-(t-t/n)-san...-estaba algo sonrojado.
-¡Lo siento!...¡Debía hacerlo!-exclamaste algo nerviosa.-Es que no quisiera que alguien robe mi primer beso, eso todo!-agitabas los brazos sonrojando aún más al asiático.
-No haga eso por favor... se ve muy linda-Desvió la mirada para luego ponerse de pie-L-lo lamento... volveré en un momento...-dijo para luego dejarte sola, te abrazaste a ti misma por haber roto esa amistad entre ambos. Ya que esa noche Kiku no volvió a pisar tu habitación.
°•°•°•°•°•°•
°•Tiempo Después•°
Aunque querías ver a Kiku, ese día no era el indicado, todo tu país celebraba tu cumpleaños y la fundación de Redlight, ya que después del conteo de los votos, terminaría tu sufrimiento con los antiguos superiores. Todavía ellos te fulminaban con la mirada y con morbo extra.
-Descuida (t/n)... esto acabará pronto-te sonrieron algunas personas, asentiste con la cabeza esperando lo mejor del evento y que los días obscuros se alejen de Redlight.
Lo que no tomaste en cuanta era que apagaste el celular sin poder recibir mensajes de nadie , ni del japonés quien no paraba de mandar esos mensajes para felicitarte por tu cumpleaños.
Leerlos hizo crecer un poco ese sentimiento de culpa ya que Kiku tenía todo planeado para ese día.
Una vez que anunciaron a tus nuevos superiores, saliste del país para volver a Japón, querías ver al pelinegro, no sabrías si estaría enojado contigo o algo por el estilo, así que una idea loca pasó por tu cabeza, recompensar ese día.
Al llegar a su casa, el muchacho tenía los ojos ligeramente hinchados.
-(t/n)-san...-
-K-kiku, este... yo...-jugaste con los dedos nerviosa, el muchacho frunció el ceño un poco.
-Estaba muy preocupado por usted... se puede saber donde estaba?-su voz era firme-Tenía preparado las cosas que haríamos en su cumpleaños... pero desapareció sin decir más-
Se veía dolido, recompensarle el día era una opción.
-Kiku... quiero que tengamos una cita...-comentaste sonrojada-Ya que planeaste mi cumpleaños el día de ayer, quiero compensar ese esfuerzo...-el japonés te miró sorprendido tratando de entender tus palabras, una cita inesperada, bueno... los planes que tenían anteriormente eran algo similares.
-Esta bien (t/n)-san... saldré en un momento...-no sabías que pasaría en esa cita, pero estarías a lado del chico que tu corazón escogió.
..................
Con forme pasaban las horas, visitabas los templos con Kiku, paseaban por los parques y poco a poco la conversación se hacía más amena, incluso un grupo de chicas intentaron coquetear con Kiku, pero tomabas su mano diciendo que eran algo más. Esas formas de actuar sonrojaban al japonés mientras insinuaba un leve "Tomaré las medidas necesarias".
Desconociendo de la intención de Kiku, llegaron a casa algo cansados.
-Fue un día increíble-le sonreiste al muchacho quien no paraba de verte.
-(t/n)-san... puedo saber a qué se debe este comportamiento?...Lo del beso y lo de la escena de celos cuando esas chicas se acercaron a nosotros-preguntó dejándote entre la espalda y la pared, tu corazón comenzó a acelerarse mil por hora, confesarse no era una opción, ya que si tu amor era correspondido, tendrías que ver a tu amado hasta el último momento de su vida.
-Yo...-
-Sea sincera por favor...-aclaró.
-Kiku...-como una adolescente, seguiste tu corazón, amabas a ese chico, si se pudiera lo gritarías al mundo, pero el único que debía escucharlo era él-Kiku... tú me gustas, no... más que eso, es amor... perdón por esto, no pude evitarlo-
-¿Por qué se disculpa?... si yo también comparto esos sentimientos por usted-unas ligeras lágrimas aparecieron en tus ojos, Kiku se percató de esto y se acercó a tí para besar tus mejillas con delicadeza. El momento era de ustedes dos, esas miradas llena de amor entre ambos, no pudiste evitar cautivar al japonés en todo ese tiempo.
Aunque no todo acabaría bien, ya que recibiste un mensaje de tu nuevo superior, el cual solicitaba tu presencia inmediatamente.
-¿Qué sucede?-preguntó el muchacho, su voz te trajo nuevamente a la realidad, miraste a ese amor imposible.
-Kiku... puedo?-señalaste sus labios.
-Eso no se pide, (t/n)-san-te dedicó una sonrisa para luego besar tus labios con ternura. Rodeaste tus brazos en su cuello profundizando el beso. Ambos deseaban esas caricias, reservaron todos esos sentimientos hasta darse el mejor momento.
Esos besos se hicieron intensificando poco a poco, eran más demandantes, Kiku no paraba de acariciar tu cintura, y por impulso apegaste más tu cuerpo al de él.
-(t-t/n)-san...-dijo entre un suspiro.
-Descuida... estoy de acuerdo en esto-le sonreiste para pasar su última noche juntos. Kiku dejó tus labios para luego besar tus mejillas y bajar poco a poco al cuello. Ese rastro de besos humedos bajaron con cuidado hasta llegar a la clavícula.
-K-kiku...-jadeaste su nombre.
Las manos del asiático comenzaron a quitarte la ropa, primero con la blusa y terminando en la falda,tú también le quitabas su Kimono dejando ver su cuerpo desnudo y levemente marcado.
-Cielos...-
-Usted es hermosa...-dijo viéndote con sólo la ropa interior-¿Esta segura de esto?... podemos parar si quiere.-
-Quiero hacer esto...-susurraste al tomar su mano para llevarlo a su habitación.
Kiku asintió con la cabeza para luego recostarte lentamente en el futon, su mirada transmitía ese deseo, picardía y amor... Kiku reservó esos sentimientos temiendo al rechazo, pero ahora estaba delante de la chica de la cual se había enamorado.
-(t/n)-san, sólo relájese, yo me haré cargo del asunto...-sonrió un poco para continuar su acción. Comenzó con besos humedos bajando por tu pecho hasta llegar al abdomen, sus labios te hacían estremecer y los suspiros escapaban de tu boca.
Sus manos las usó para quitarte el brasier y dejar tus pechos desnudos ante el muchacho quien comenzó a besar y lamer con su lengua lentamente.
-¿Se siente bien?-preguntó divertido.
-N-no preguntes eso...-
-Lo tomaré como un si...-sonrió por último antes de bajar su mano derecha y tocar sobre las bragas tu intimidad. Comenzó con movimientos circulares lanzando pequeñas descargas eléctricas que recorrían tu cuerpo.
-Más...-se escapó de tus labios, Kiku aumento la velocidad frotando tu intimidad para luego quitarte las bragas.
-Estas completamente mojada...-estuvo algo orgulloso de lo que él ocasionó en ti. Para prepararte se lamió unos dedos y meter el primero dentro de ti. Ese ligero dolor se puso sentir, sus movimientos eran más rápidos y metió el segundo, los gemidos exitaban más a Kiku, su nombre entre jadeos eran lo mejor que podías escuchar.
-Estas duro...-dijiste con una sonrisa traviesa.
El japonés bajó la mirada y era evidente, su erección había crecido con sólo tocarte a su gusto. Así que cambiaste de posición para quedar sobre él. Frotaste tu intimidad con su miembro sacando un gruñido por parte de Kiku, moviendo las caderas de adelante hacia atras, admirabas las expresiones del pelinegro.
-¿Puedo meterlo?-preguntó entre gemidos, esa sonrisa traviesa ahora estaba en tus labios, así que comenzaste a introducir su miembro en tu intimidad-¿Te duele?-
-Si, pero se pasará en unos momentos...-te quedaste unos momentos quieta hasta que el dolor se pierda.
Comenzaste a mover tus caderas lentamente de arriba a abajo, ese dolor cambió por completo y se volvió placer, Kiku tenía sus manos en tus caderas y la velocidad comenzó a acelerarse.
-Más rápido...-se notaba que lo disfrutaba, toda la habitación se inundó de gemidos por parte de ambos.
-Ah... Kiku...-besaste sus labios sin dejar de mover tus caderas.
-(t/n)-san... yo...-ya estaban llegando al climax.
-S-se lo que diras... te amo...-susurraste en su oido estremeciendo al japonés.
-Aishiteru... (t/n)-san...-dijo el muchacho para llegar al orgasmo mutuo, Kiku se corrió detro de tí gimiendo tu nombre.
Ambos exhaustos, cayeron sobre el futon jadeando una y otra vez.
-Kiku...-
-Aún no hemos terminado ,(t/n)-san...-por unos segundos lo miraste confundida, pero el japonés sonrió picaro para la segunda ronda, esa noche ambos se amaron hasta quedar sin fuerza alguna.
................
A la mañana siguiente, te habías levantado sin hacer ruido alguno, con tu ropa puesta, saliste de la casa del ojimarron.
-Perdóname... Kiku-esa noche ambos se habían amado hasta llegar al límite. ¿Por qué? Pues seria la última vez que verías al japonés, ya que tu superior tal vez este molesto y no querías problemas como con los anteriores, ellos te habían lastimado y golpeado a su gusto y para evitar eso, lo mejor era volver a Redlight para desempeñar tus labores de país al pie de la letra y evitar problemas. Si eso significaba dejar al amor de tu vida, lo harías, ya que sus tiempos pasaban con diferentes velocidades.
Al llegar a tu país, tocaste la puerta y entraste a la oficina algo asustada.
-(t/n), buenos días...-
-Buenos días...-saludaste seria.
-Quería pedirte una cosa, si podrías ponerte ese traje-dijo mientras te señalaba a su secretaria ya que ella tenía un traje formal de color negro en sus manos-irás a la reunión mundial, se llevará a cabo en unas horas y será en Italia-
¿era verdad? Después de siglos sin conocer a las otras representaciones, por fin uno de tus superiores cambiaría las cosas, esa obscuridad en Redlight había terminado. El hombre pelicastaño te sonrió de forma amable esperando una respuesta.
-Si... lo haré, muchísimas gracias!-exclamaste entusiasmada.
-Redlight... irás con mi secretaria para que te guíe por las calles de Roma, espero que en la noche me cuentes lo que pasó...-
No era un sueño, era una realidad...
A la velocidad de un rayo te cambiaste y peinaste tu cabello (c/c), para luego tomar el primer jet y llevarte a Italia.
A tan sólo unos minutos antes que comience la reunión, tocaste la puerta y un muchacho de cabello castaño con ojos color miel abrió la puerta.
-Ve~ tú debes ser (t/n)(t/a) ¿verdad? -
-Así es, yo soy la representación de Redlight-le sonreiste al país italiano.
-Es un gusto bella, pasa que la reunión comenzará en unos momentos- al entrar, todas las miradas se posaron en ti, cada país te analizaba con la mirada y no podías evitar sentirte nerviosa.
-¡Atención por favor!-exclamó el de acento alemán-El día de hoy se integrará por primera vez Redlight... bienvenida a la junta mundial-
Todos comenzaron a aplaudir y entre todas esas personas, un muchacho llamó tu atención. Era imposible...
-Kiku...-esos ojos marrones se clavaron en ti recordando todo lo que pasó la noche anterior.
-Bienvenida Redlight-san... espero que su primera experiencia haya sido de su agrado-sonrio de forma amable causando un escalofrio. El destino jugaba de maneras extrañas... tal vez sea una segunda oportunidad, la vida pudo abrir una luz frente a ti.
-No lo negaré Japón, esta primera vez fue memorable... espero que nos llevemos bien-le respondiste al país quien tomó asiento a tu lado... ambos se dedicaron miradas sabiendo que no hablaban de la bienvenida exactamente.
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One-shots  Hetalia ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora