One-shots Hetalia ♤

Cardverse Francia×Lectora "Solo una flecha"

Un año, cinco meses , diez días...o era ¿un año ,nueve meses?...ya habías perdido la cuenta, desde hace mucho tiempo conseguiste un trabajo en el reino de diamantes, tu deber como una de las mejores en el manejo del arco y las flechas , era enseñarle al joven de cabello rubio y ojos azules.
Sí, al rey de Diamantes.
-Manten firme el brazo- dijiste sin apartar la vista del objetivo.
- Lo hago belle fille-  decía el rey dedicandote una sonrisa.
-¡Vista al frente!- exclamaste , el rey suspiro pesado y volvió a tener su mirada fija en el blanco.
" la postura es correcta...tal vez pueda lograrlo"pensaste.
-¡Dispara!-
-Se me ocurrio un idea...- bajó el arco de golpe-descancemos un poco y vamos por algo de comer y tal vez a tomar un poco de vino...-
Tambien usaba la misma excusa, evadía los entrenamientos,bueno...no era la primera vez que lo hacía.
El coquero rubio te llevaba a uno de los mejores restaurantes del reino o tambien cocinaba única y exclusivamente para ti, aunque  le decías que un rey no debería hacer eso , él  no te escuchaba e igual lo hacía.
-No , hasta que logres llegar al blanco-lo miraste algo molesta.
-Vamos (t/n), será bueno relajarse un poco de vez en cuando...- te tomó de los hombros y te llevó fuera del patio de entrenamiento, no sin antes cortar una bella rosa y dártela.
Y ahí se fue otro día más,  no podías quejarte, no te molestaba la compañía del rey , incluso se dejó de escuchar los rumores en el reino.
Antes se decía que Francis Bonnefoy era un poco mujeriego y un tanto pervertido, pero todo cambió cuando llegaste. Se comportó diferente desde el primer día del entrenamiento,  te trataba muy bien, su voz era coqueta, tenía un encanto que enamoraba a cualquier mujer en el reino. Pero él solo tenía tiempo exclusivo para ti, aunque hasta hoy en día  no podía disparar una flecha sin que esta se desvíe o no llegue al punto exacto.
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°•Un par de días después•°
- Pienso que lo hace a proposito...ya va mucho tiempo- le dijiste a tu amiga, ese día fuiste de visita al reino de espadas-¿Cómo lograste enseñarle a la reina ?-
Ella solo soltó una risa por tu expresión, a Yei le toco enseñar a la tsundere reina de espadas.
-Aprendió rápido, pero por alguna razón Arthur no me deja salir del reino...-dijo tu amiga al recordar las expresiones del tsundere.
-¿De verdad no te das cuenta?- la miraste.
-¿De qué? - sonrió inocentemente, tú solo suspiraste.
-Bueno...me podrías ayudar...Francis tiene que aprender a manejar el arco perfectamente,  le será util en su futuro...-
-Solo dale paciencia,  ya verás que aprenderá-comentó la pelinegra tratando de sonar lo más positiva posible -dime, (t/n)...¿a ti te gusta el rey de Diamantes?- en ese momento, tus mejillas se tiñeron de un lindo rojo.
-¿Q-qué?...claro que no-sonar lo menos nerviosa posible era tu objetivo.
-No engañas a nadie, desde que llegamos, no parabas de hablar de él -dijo la chica con una sonrisa pícara.
No podías engañar a tu corazón,  el tiempo que pasaste a lado de Francis eran especiales para ti, de alguna forma, logró flechar tu corazón,  pero no se lo dirías, pues había tu dignidad intacta.
-S-será mejor que me vaya o si no llegaré tarde- te levantaste de la silla -¡ah! cierto...antes que se me olvide...-
Te acercaste al oído de tu amiga y le susurraste algo sobre cierto ojiesmeralda, ocasionando que se sonrojara.
-Espero que con eso, al fin te des cuenta-sonreiste burlona y te fuiste corriendo .
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Pasó un día desde que volviste al reino de diamantes, para encaminarte al patio de entrenamiento, a punto de llegar, un sonido te detuvo.Alguien estaba practicando con el arco.
-Tal vez llegó antes...- dijiste en voz baja, tras caminar un poco, viste a Francis sosteniendo el arco perfectamente,  sin decir nada,  disparo la flecha.
Tus ojos se abrieron como platos al ver que ésta llegó perfectamente a su objetivo , él sonrió victorioso y tomó otra flecha, de nuevo volvió a acertar poniendo en evidencia que sus habilidades.
El ojiazul repitió el mismo procedimiento varias veces, por un lado estabas feliz, pues ya sabía manejarlo, pero por el otro te sentías un engañada, el rey de Diamantes no tenía ningun problema con el manejo del arco.
-Su majestad...- dijiste con una voz fría.
Él inmediatamente soltó la flecha y te vio ahí de pie.
-(T/n), esto no es ....¿desde hace cuánto estas ahí? - preguntó sorprendido.
-Lo suficiente para saber que ya no necesita mi ayuda...- tomaste aire-¿Desde hace cuánto sabes manejar el arco?...y quiero la verdad-
Francis clavó sus ojos azules en los tuyos color (c/o), tenía una expresión de ...¿tristeza?
-Desde hace 1 año- confesó.
-Me alegra de que lo hayas aprendido... bueno, mi trabajo aquí finalizó, fue un gusto servirle su majestad... - te diste la vuelta y comenzaste a caminar en dirección a la salida, pero ,alguien te abrazó por detrás.
-N-no te dije nada, pues sabía que te irías -comentó serio , por otro lado, tu cuerpo no reaccionaba,  querías seguir avanzando, pero él no te soltó.
-¿Por qué lo hizo? - mencionaste en susurro, pero el rey lo oyó perfectamente.
-Porque me enamore de ti, mi bella (t/n)- en ese momento te diste la vuelta y sus miradas se encontraron.
-F-Francis...yo...- no te dejó terminar, pues sus labios se posaron en los tuyos, y se formó un calido beso.
-Te pido que no te vayas, quedate a mi lado -dijo el rubio mirándote fijamente.
-Su majestad,  si es lo que desea,  yo no me iré a ninguna parte-le dedicaste una dulce sonrisa , el rey de Diamantes estaba contento, la persona que amaba no se iría de su lado.
-Je t'aime mi bella arquera- susurró dándote un tierno beso en tu frente
-Je t'aime mi tierno rey-
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