2P! América×Lectora "Esa es la verdad"

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¿Qué había pasado?¿Dónde se fue ese sentimiento tan bello que formaron con el tiempo?
-Allen...-llamaste al muchacho que solo practicaba su bate.
-...-no hubo respuesta alguna, ya que golpeaba la bola con todas sus fuerzas. Algunos gritos de las chicas opacaron tu llamado lo cual te llevó a abandonar la cancha.
-Te da igual todo... si estoy ahí o no...-dijiste cabizbaja, los temores comenzaron a surgir hace varios meses  ya que la relación de ambos iba apagándose poco a poco. Esa chispa no aparecía en sus ojos, lo cual te dolía cada vez más.
-¿(t/n), estás bien?-preguntó tu amiga al tocar tu espalda. Yei estaba al tanto de todo y por más consejos que te daba, no podían solucionar nada.
-Lo de siempre...-contestaste de forma cortante, la pelinegra pudo deducir lo que sucedió, estabas al borde de las lágrimas, pero tu orgullo no te permitirá llorar. Había veces en que querías mandar al diablo todo y llorar por ese amor que poco a poco se desvanecía.
-Hablamos de esto hace unos días, tienes dos opciones... pudiste escoger una?-te preguntó Yei, solo negaste con la cabeza pues amabas a ese vegano.-Cuanto más tiempo pase, más seguirás sufriendo, debes dejar las cosas claras (t/n)...-
-Parece fácil, pero no lo es... me lastima que él a veces intenta rescatar  ese amor, y todo sale mal...-comentaste al recordar la última cita que tuvieron, al parecer Allen se interesó en una chica de esa cafetería ya que no paraba de verla, solo te quedó pagar tu pedido y salir de ahí, el americano pidió explicaciones por ese comportamiento, las cuales recibió dejándolo confundido.
》"Yo no estaba viendo a otra mujer"
Esa fue su respuesta, así que para evitar una discusión, te fuiste a casa dejando en claro que no querías salir por un tiempo.
-(t/n), Yei... que bueno que las encontré...-entre jadeos, un chico de cabellos castaños obscuros se acercó a  ustedes-El dueño los está buscando...-
-Debemos pagar el alquiler...-el dueño de ese edificio era exigente con sus inquilinos, así que los pagos debían ser puntuales, ni un día más. Junto con Yei y Luciano vivían en ese edificio, un departamento a lado del otro, así que conocían al pie de la letra las reglas del dueño.
-Gracias Luciano...-le dijiste con una sonrisa forzada.
-¿Por qué tan triste ragazza?¿Te hizo algo ese idiota?-preguntó con confianza el italiano.
-Todo está bien...-
-Por experiencia, cuando una mujer dice que esta bien, pasa todo lo contrario...-las palabras de Luciano te hicieron reír un poco, ambos eran amigos desde hace un tiempo y pudo convertirse en un confidente masculino.
-Siento que ando sobrando aquí, si me disculpan...-
-Nada de eso Yei...-sujetaste la manga del suéter que llevaba la ojimarron, ella soltó un suspiro para ser una especie de violinista entre tú y Luciano.
-Y hoy que no traje mi violín miniatura...-balbuceó al ver el cielo.
-Mejor cambiamos de tema y les invito un helado, qué dicen?-ofreció el italiano,  a pesar de negarte innumerables veces, siempre te invitó algo cuando estabas triste, según él no quería  ver esa expresión de tristeza en tu rostro la cual se hizo frecuente por las peleas con Allen.
-(t/n)...-hablando del rey de Roma.-¿Por qué no me dijiste que saldrías de la cancha?-
-Quería alejarme de los gritos, me duele la cabeza con solo escucharlos...-le respondiste sin verle a los ojos.
-¿Qué tienes Doll?-Allen se atrevió a tocar tu rostro y levantar tu mentón para que puedas verlo.
-Tengo cosas que hacer... me tengo que ir...-apartaste su mano al ver una marca de labial en su mejilla, de seguro de una fan.
-Te acompaño a tu casa...-Insistió nuevamente.
-Ella se irá con nosotros si no es molestia...-las palabras de Luciano hicieron fruncir el ceño de Allen, ambos se fulminaron con la mirada hasta que Yei intervino, ella explicó que era una salida de amigos y la planearon desde hace mucho. El americano pudo calmarse ya que no estarías a solas con Luciano.
-Nos vemos en la noche doll face...-te dijo Allen al besar tus labios, ese beso insípido que no transmitía algún sentimiento.-Quiero hablar contigo...-
Las temidas palabras dentro de una relación, un "Si" bastó para que tu corazón termine de romperse ya que sabías a donde llegaría esto. Toda la tarde te la pasaste pensando en sus palabras, un posible "Debemos darnos un tiempo" o "Siento algo por alguien más", las opciones eran infinitas y cada una era peor que la otra.
-(t/n), lo que sea que pase, ten por seguro que estaré ahí para apoyarte...-te dijo el pelicastaño.-N-no llores, no puedes llorar por un estúpido como ese...-
-N-no quiero...-susurraste.
-¿Quieres terminar con esto?-
-Ya no sé, no tengo odio ni rencor contra él, lo que más quisiera recuperar es ese amor que una vez sintió por mi, pero esto fue un caso perdido, no supe mantener la relación, seguro fue mi culpa...-decías al abrazarte a ti misma.
-No te culpes,no vale la pena belleza...-antes que pudieras romper en llanto, los brazos del italiano te rodearon transmitiendo esa calidez especial. Luciano admiraba ese amor que le tenías a Allen, sin importar lo que el vegano hacía,  aún lo amabas. Por unos momentos, el pelicastaño quería ese amor para si mismo, se comenzó a enamorar aún sabiendo que no sería correspondido.-Ven conmigo...-
-¿Qué?-preguntaste algo confundida.
-Si no quieres terminar con esto hoy, entonces no entres... mañana podrás hablar con Allen cuando estés más tranquila...-la oferta era tentadora, la única opción para evadir el dolor.
-No puedo hacerle eso...-
-Solo quiero que te calmes para tener las ideas claras... veo en tus ojos que quieres huir de aquí...-las palabras dieron en el blanco. Puede que te enseñaron a no escapar de los problemas, que tarde o temprano los tendrías que enfrentar, pero solo esta vez querías estar lejos de él. Al final de cuentas, Luciano pudo convencerte de ir a su departamento, él te ofreció su habitación y se quedaría a dormir en la sala.
....................
Toda la noche diste vueltas en la cama por pensar en lo que diría Allen, seguramente estaría molesto por dejarle plantado, o le sea indiferente, así pasó la noche sin poder conciliar en sueño.
Varios recuerdos pasaron tu mente, desde su confesión, hasta los innumerables besos que te daba, la vida era más divertida con Allen, había algo que unía sus almas, pero el tiempo se encargó de deshacer esa unión.
-Yo te amo...-a primera hora, volviste a casa sin decirle nada a Luciano, así que a la hora de meter la llave en la cerradura, tu corazón comenzó a latir con fuerza.-N-no puede ser...-
Con solo poner un pie en ese departamento, pudiste ver al americano dormido sobre la mesa y a juzgar por la decoración, él había armando una cena  para dos.
-Lo volviste a hacer...-tu corazón no pudo resistir más golpes, las lágrimas rozaron tus mejillas y te acercaste a Allen que seguía durmiendo.-¿Sigues intentando rescatar lo que nos une?-
-¿(t-t/n)?...-
-¿Qué es esto?-le preguntaste al momento que abrió los ojos.
-No pensé que vendrías, pero de todas formas hice esta cena para ti...-te respondió sin expresión alguna. Pasaste saliva antes de hablar.
-El detalle es bellísimo, pero debes aceptar la realidad, durante meses intenté volverte a enamorar, pero simplemente lo ignorabas y ahora con una cena piensas que las cosas se solucionarán?-Allen trató de tocarte, pero retrocediste unos pasos.
-Doll, sé cual es la verdad y esa es que...-
-Que tú no me amas... y con todo el dolor debo aceptar que solo me quieres... Allen, ya me cansé  de intentar llamar tu atención, tu presencia va matandome poco a poco...-dijiste al mirar sus ojos. Seguías sin ver ese brillo especial.
-(t/n), pensé que podríamos volver a estar juntos como antes...-
-Sé que no me quieres lastimar, pero es suficiente...-con las fuerzas que te quedaban, abriste la puerta para dejar ir ese amor que una vez llenó tu corazón de felicidad.
-¿Es decir que es el fin?-sonrió un poco.
-Allen, hoy te dejo en libertad...-los pasos del pelicastaño se escucharon en el departamento y con unas visibles lágrimas, pasó la puerta.
-Yo si te amaba (t/n)...-
-Vete por favor...-muchas emociones en una mañana, pero ambos pudieron coincidir en algo. Te arrodillaste frente a la puerta al igual que él lo hizo. Era verdad ese dicho... Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
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One-shots  Hetalia ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora