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~Thiago~

El pánico se apoderó de mi sistema, ella estaba corriendo en dirección al puente. Un puente y Anna son la combinación mas peligrosa y loca que hay en el mundo. No quiero pensar en lo que tiene en mente. Pero si quiere asustarme lo esta haciendo.

Se metió en una de las torres ignorando mi llamado. Parecía un poco que acababa de escapar de un hospital psiquiátrico. Y me importaba una mierda lo que la gente pensará. Solo quería tenerla entre mis brazos. Solo queria asegurarme que No iba a hacer una locura. No lo soportaría.

Con falta de oxígeno llegue al final de la Torre ella estaba en la puerta mirando hacia adelante. Di una bocanada rápida y ella se dio vuelta. Su mirada triste, roja y llena de lagrimas me partió el corazón. Era un estúpido por arruinar lo mas bonito que me ha pasado en años. Pero que podía a hacer, estaba destinado a acabar con lo mas lindo y hermoso, siempre era así. Y no veo porque esto debería ser diferente.

Intente tomarla de su mano, pero me alejo.

-¡Que carajos!- no me di cuenta el momento en el que ella se me acerco, me pego a la pared y sus manos estaban a cerradas con fuerza al material de mi camisa. Dios como me ponía que ella sea ruda. <<No es momento>> -A veces pienso que me odias...

-Pues piensas bien. Te odio maldita sea. - el desprecio en su voz era palpable. Su respiración era agitada al igual que la mía. Pero la mira era de cansancio por subir quien sabe cuantas malditas escaleras, pero la de ella, la de ella era por furia.

-Sabes una cosa... - Su mirada me atravesó. - Te pedí que me dejarás tranquila...

- No voy a dejarte tranquila. Y mucho menos cuando subes a un puente como una loca suicida. - hable y ella soltó una risa. ¿Que mierdas? -¿Que carajos es tan gracioso?

En todo este momento ella no me soltó. Y yo no hice nada para que ella se alejara. Puede sonar macabro pero a pesar de mi miedo al amor no quiero que se aleje. Así esto Nos haga mierda, no quiero.

-Tu eres gracioso- hice una mueca ofendido- ¿Pensaste que me iba a tirar? ¿Suicidarme? - asentí y el miedo me estremeció. - No. No soy tan estúpida como para matarme. - un alivio me recorrió el cuerpo- No soy tan idiota como para matarme por alguien que no vale la pena.

¿Escuchan eso? Ese ruido de mi corazón rompiéndose. Sí... Anna podía ser cruel cuando se lo proponía. Pero no me quejo, porque ella me dio su parte hermosa y sensible. Y que hice yo, actúe como un jodido pendejo.

-Si bien estar detrás de ti y que tu solo juegues es bastante suicida. Pero hasta aquí llegó mi amor. - abrí los ojos como plato.

¿Que carajos? ¿Es verdad? No podía perderla, no sin antes tenerla. No podía actuar de esta manera, suena egoísta. Pero lo que ella no sabe es que mi amor por ella es lo mas real y verdadero que me ha pasado. No quiero perderla, no estoy dispuesto a perderla. Mierda porque soy tan complicado. Llevo detrás de ella hace tiempo, y aún no me ánimo a confesar lo que siento por ella.

Estar esa noche en su departamento fue la locura mas grande que hice en toda mi vida, luego de comprobar que no me odiaba como yo pensaba. Aunque ahora lo diga se que no es verdad. Verla feliz festejando y tan libre como esa maldita noche donde mi amor por ella podía hacerse verdad, fue lo que me hizo actuar como un jodido pendejo.

-¿Como dices? - balbucee y su mirada se volvió un poco mas transparente. -¿Anna? -cerró sus ojos y se tambaleo. ¿Esta ebria?- ¿Estas bien? ¿Has tomado?

Sus ojos se abrieron rápidamente, y la furia se apoderó de ellos. El agarre en mi ropa se hizo mas fuerte. Y yo estaba estático al verla así.

- No. No hay una sola gota de alcohol en mi sangre. No estoy borracha, estoy mas sobria que nunca. - Ahora podía comprobarlo, ella decía la verdad. - Escúchame bien. Vas a dejarme tranquila, vas a hacer tu maldita vida que yo haré la mía. Solo quedan unos días en Londres y luego una maldita semana en Italia. Vamos a hacer como si todo lo que ocurrió entre nosotros jamás- otra vez mi corazón se rompió- Escucha bien, jamás existió. Solo fue una maldita pesadilla.

-Anna...

-Anna ... Anna... ¡Basta! Mi dignidad tiene un límite. Y tu ya los sobrepasaste a todos. Entendí, entendí que no quieres nada. Y yo no estoy dispuesta a derramar una sola lágrima mas por alguien que no lo merece. Por más amor que te tenga, me amo a mi misma por sobre todas las cosas.

Se alejo. Comenzó a bajar las escaleras. Me tomo unos minutos procesar todo lo que acaba de decirme. Me odie a mi mismo por provocar todo esto. Pero ¿Era lo mejor? ¿No? Maldita sea. La quiero pero aún tengo miedo. Pero este miedo me va a llevar a perderla, no... No puedo perderla. La ame en secreto durante dos malditos años y ahora que puedo tenerla, la voy a perder. No.... No puedo.

Ella continuaba bajando las escaleras. No voy a perderte amor... No. Comencé a bajar, me tomo unos minutos alcanzarla. La tome por la muñeca y la acorrale en la pared. Mis piernas trabaron las suyas, mis manos tomaron sus muñecas elevándolas sobre su cabeza. Su mirada la delataba estaba furiosa. Y eso le daba un Plus a todo este amor que siento por ella.

-Déjame. Ya dije todo lo que tenia para decir. Te dejaré tranquilo. ¿No es eso lo que querías?

Cierro los ojos con fuerza, y recorro con mi nariz su mejilla, la escucho respirar con fuerza. - Ahora vas a escucharme tu. - murmuró contra su oído y su lóbulo me tienta.

-Aléjate. No quiero oír lo que tengas para decir.

- ¿Por que tienes esta actitud todo el tiempo? Me gusta Anna... Y no quiero dejarte ir. - suelto y no me creo mis palabras.

-¿Por que ahora? ¿No querías que me alejara?

***


Holaaaaa Holaaa Holaaa....

Estoy que no me lo creo.... ¿Que dicen ustedes?

Al fin reaccionó.¿ Y ella? Dios porque son tan complicados. Jejejeje nos leemos besos mil vale. :)

Locuras Contigo -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora