11 -ST-

119 23 8
                                    

~Mika~

Me encerré en el baño para poder llamar a mi padre. Espere a que Theo no este cerca para poder llamar. Se me hace imposible poder viajar en estos momentos. Menos ahora que Bárbara esta en peligro, ahora es cuando él más necesita que yo este a su lado. No puedo dejarlo solo. No quiero.

Pero debía saber como se encontraba mi madre. Si había encontrado un donante o no.

-¡Hola! - hablo el esperando una respuesta.

-¿Como esta? - fui directamente al grano. No quería saber otra cosa.

-Ella esta estable. Hoy no se despertó en todo el día. - apreté mi labio inferior con fuerza para no llorar. - Necesitamos encontrar un dador con urgencia.

-¿No hay otra posibilidad? - tenía la esperanza de que hubiese otra oportunidad hasta que el donante apareciera.

-Si. Le están haciendo diálisis. Mientras esperan el dador. ¿Cuando podrás venir?

Sabia que el iba a preguntar esto. -No lo se. Estoy ocupada.

-Se que no merecemos ni siquiera que nos estés llamando. Pero ella me dijo que quiere verte, tiene pocas esperanzas hija. - ahogue un sollozo. -Quiere verte por si las cosas no salen como esperamos. Queremos...

-Veré cuando podre ir. Por ahora solo llamaré para mantenernos en contacto. ¿Esta bien?

-Esta bien. Adiós. El médico viene a darme el parte.

-Luego me llamas.

Corte la llamada y me permití llorar. ¿Por que la vida me pone pruebas como esta? ¿Que hice? Igual no podía negarme a ver a mi propia madre. Pero se que me va a llevar tiempo. He sufrido mucho por ellos.

No sabía a quien acudir. Si a las chicas o a Theo. El tiene demasiado como para que yo le de otra preocupación más. Pero necesitaba hablar con alguien.
Alguien toco la puerta y me sobresalte. Lave rápidamente mi cara y abrí la puerta.

-¿Hey? - alce la vista para encontrarme con mi amiga. Parada mirándome preocupada.
-¿Todo esta bien?

Negué con la cabeza. Y las lágrimas comenzaron a salir. Necesitaba sacar todo esto. Necesitaba gritar y llorar hasta más no poder. Y ella era la indicada. Ella o Anna.

-¿Quieres contarme? Estamos solas. Los chicos han ido hasta la tienda a comprar algo de comer.

Me senté en la tapa del inodoro y ella se apoyo en el lavamanos. Me abrace a mis rodillas y apoye mi mentón en ellas. Mire a un punto fijo antes de comenzar a hablar. Le conté todo, desde mi padre, la situación con mi madre y lo que hablamos, hasta las dudas que tiene Theo de mi. Pero no puedo confesar esto.

- No quiero que se preocupe. - ella no decía nada. Sólo me escuchaba. -Tienen demasiado como para sumar otro problema.

-Debes contarle. - hablo. -Debes decirle la verdad. A mi como tu amiga no me gusta que me ocultes cosas. Y sabes que a él tampoco.

- Lo se. Pero me da miedo su reacción. - sentimos un ruido cerca de donde estábamos.

Nos quedamos un momento en silencio y decidimos que era hora de salir del baño. Cuando salimos vi a Theo parado fuera. Mire a mi amiga y ella se encogió de hombros. Me descubrió maldita sea.

-Voy a la cocina muero de hambre. - hablo Karolth y nos dejo solos.

-¿Esta todo bien? - pregunté. Mi amiga paso directamente a la sala. Y yo me quede mirando a Theo. Quería decirle la verdad. Pero no me animaba. Quizás no es el momento adecuado. Pero siento que lo estoy traicionando.

Locuras Contigo -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora