Prólogo

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Rendición.

Aún recuerdo... los momentos en los que mi mente estaba bloqueada, mis ojos estaban cegados por la venganza y lo único que quería era pensar en mi hermano o yo, solo en nuestro beneficio y solo hacer acciones que nos beneficiaran a nosotros, nada más.

Éramos personas egoístas, tratando de manejar al mundo a nuestro antojo, vengar aquellas personas que tanto habíamos llegado a amar, pero... no conseguimos nada a cambio. Solamente, poco a poco fuimos dejando que la oscuridad nos consumiera hasta el punto de empezar a cometer los más grandes errores. Como hubiera querido que no fuera así.

Lo recuerdo todo como si tan solo hubiera pasado hace unos momentos.

Todas las cosas que vivimos Sasuke y yo.

- Uchiha Itachi.

Cuando nuestro hermano mayor estaba vivo, cuando Sasuke y yo éramos unos niños, él, siempre nos daba un toque en la frente, decía "lo siento" y se marchaba sin más. Siempre fue así, siempre trato de protegernos, siempre estuvo con nosotros... como lo prometió.

- "... siempre voy a estar ahí para ustedes, aunque me vean como un obstáculo, aunque me odien... para eso son los hermanos mayores"-

Y en sus últimos momentos de vida, antes de dar su último respiro siempre fue así...

- "Lo siento..."

Aún recuerdo sus palabras y su sonrisa.

- "No habrá una próxima vez..."-

Me quede sin palabras. Inclusive aun siento la sensación de ese toque. Aquel hombre que le teníamos tanto odio, tanto desprecio, se volvió a convertir en alguien importante.

Pero, si hubo una "próxima vez".

- La Cuarta Gran Guerra Shinobi.

El Edo Tensei logro que lo volviéramos a ver, hablamos, volvimos como "los hermanos Uchiha" estábamos juntos, unimos el amor y el odio convirtiéndolo en uno para derrotar a Kabuto. Y lo logramos.

Sobre todo, sus palabras de aquella vez...

- "Nunca tienen que perdonarme, pase lo que pase a partir de ahora... los amare por siempre"-

Dio un giro a mi vida y no sabía que pensar exactamente.

A mi hermano Sasuke, solo lo seguía porque pensaba que era correcto.

Nunca pensé en las consecuencias que me traería aquello. Pensaba que al seguir a mi hermano... era buena idea.

¿Qué podría pasar si seguías a alguien quien conocías desde siempre?

"Te condenas"

Tú mismo creas tu propio sendero, nadie más que tú lo crea y ya. No puedes solamente ir siguiendo a quien crees que haga lo correcto porque puede ser que aquella persona se esté equivocando en sus acciones y tú solamente parezcas su sombra copeando lo mismo que haga.

Me di cuenta de ello. Pensar que al seguir las mismas metas que mi hermano lograría que mi corazón quedara satisfecho, pero las consecuencias fueron otras.

- "Nuestra meta es restablecer el clan y matar a aquella persona en especial..."-

Aun en mi mente vagaban aquellas palabras. Pero ahora mi vida cambiaba de rumbo.

La soledad recaía en mi presencia. Solo había dicho unas cuantas palabras y me había despedido. Este era un viaje... mío y nada más. Ya no debía y ya no seguía a nadie, ni a mi hermano, ni a los idealismos de mi clan. Solo a mi voluntad, de ahora en adelante solo seguiría lo que era correcto.

Contaba con que había cometido errores, demasiados si era necesario enumerarlos. Y me arrepentía por ello, pero... agradezco eternamente que aquel chico rubio, de ojos azules y marcas de gato en sus mejillas, sin importar que... siempre me considerara como una amiga. Sin importar que, nunca se rindiera hasta que nosotros entendiéramos.

Aquel ninja cabeza hueca quien ahora era considerado el héroe que salvo a todos en la guerra. Aquel chico que ahora y para siempre sería considerado una leyenda.

Solo y nada más que Uzumaki Naruto, mi compañero, mi amigo y mi hermano.

Además había prometido ser alguien excepcional... una gran kunoichi. Le había dicho eso tanto a mi hermano mayor Itachi, a mis padres así como a Shisui cuando me despedí... por última vez.

Por eso, he puesto a luz mi nuevo camino, aquel camino que conduce desde un pasado.

Un camino que será para las nuevas generaciones que se avecinan.

Un camino que refleja... el futuro.

Uchiha Hiden: Una Historia Jamás ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora