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Capítulo 39: Acontecimiento desagradable

Él formó una lanza, del mismo color que los ojos de su rival.

- ¡Devuelve lo que me pertenece!- repitió una vez más. Y entonces trató de hacerle daño, pero ella lo esquivo. Una, dos, tres, cuatro veces, era obvio que no quería recibir ni siquiera un rasguño de esa lanza.

- Shōton: Takai kabe!

Ella alzó su brazo y un pared de cristal apareció rodeándola a ella y a Kiyoshi.

Kioshi enfurecido golpeó varias veces esa pared intentando romperla y matar esa chica.

Sin embargo, la mente de (tn)___________ vagaba en la preocupación de ahora como reanimar a Kiyoshi y como resolver su duda si Guren estaba bien.

No tardó mucho en comprender que ya no podía estar sola.

- ¡Kuchiyose no jutsu!

Sus dos y más fieles halcones aparecieron.

- ¡Daiki, ve a buscar a Guren!- ordenó

- ¿Y cómo quieres que..?

- ¡Daiki!- (tn)____________ sabía que no había tiempo para ningún tipo de cuestionamiento - La vas a reconocer por la camelia que tiene bordada en su ropa. Cuando la encuentres llevala a la colina Akaruihane.

Cuando Daiki se marchó, ella miró a Tsukimaru.

- Tsukimaru... Por favor, necesito que te lleves este chico. Sé que podrás de salvarle la vida.

El halcón miro al chico. Si le preguntaba a (tn)_________ porque quería salvarlo probablemente no le respondería así que mejor no cuestionó.

- Está bien, déjalo a mi cargo.

Él desapareció junto con el chico. Ahora en verdad ya no tenía tanta molestia en seguir con su pelea contra Kioshi.

- Hagas lo que hagas no podrás salvar a Kiyoshi.

Detrás de aquella pared, Kioshi mostraba su inferioridad, mientras ella decidió agachar su mirada, y sólo por el motivo de no querer perder su visión ante la habilidad que tenía Kioshi.

- No me subestimes.- ella dijo ante lo anterior mencionado.

- ¿Y cómo piensas derrotarme? No puedes ver mis movimientos, ni siquiera vas a poder predecirlos.- él sonrió bastante confiado aún estando tras esa pared de cristal  - Sin tus ojos no eres nada.

Bueno, ella no podía negar que sus ojos habían sido una gran ayuda a lo largo de su vida. Pero, si algún momento de nuevo ya no los podría utilizar, ¿Qué haría?

- Puede ser que tengas razón.- dijo mientras la pared se comenzaba a romper - Pero mis ojos son algo característico de mí, son estos ojos los que me han permitido desarrollar un proyecto que necesito realizar.

- Eres patética.

Ella no respondió, y cuando la pared se deshizo por completo ella comenzó.

- ¡Chidori Nagashi!

Ella genero una carga eléctrica alrededor de su cuerpo que se canalizó en el lugar.

El cuerpo Kioshi fue tocado por el Chidori y los rayos fueron interpretados como señales eléctricas en sus nervios haciendo que sus músculos se contraigan logrando que su cuerpo se paralizará, mientras al mismo tiempo recibía daño, aunque sea, mínimo.

- Tenía mucho tiempo sin hacer esto.

Ella tomó la lanza que Kioshi había soltado y se encontraba en el suelo. Cuando lo vio arrodillado en el suelo mientras tenía ligeras quemaduras en todo su cuerpo, decidió lanzar aquella arma.

Uchiha Hiden: Una Historia Jamás ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora