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Capítulo 41: Conteo regresivo.

Cuando finalmente llegó a uno de sus últimos destinos, no evitó sentir algo de nostalgia. Aquél paisaje le recordaba ligeramente a Konohagakure, a su hogar.

Desde donde se encontraba, bajo sus pies estaba una ciudadela la cual tenía unas murallas que rodeaban todo el lugar y, aún logró escuchar el sonido de unas campanadas.

- ¿Estás segura de hacer esto, Guren?- preguntó Kiyoshi algo preocupado

- ¡Por supuesto! ¡Está vez no fallare tan fácilmente!

Los tres se adentraron al sitio.
Ambos treparon hasta llegar a los techos de cada una de las viviendas.

Caminaron con precaución, y fueron saltando de techo en techo cada vez que era necesario.

Se detuvieron al ver que más adelante de su camino había guardias que vigilaban desde ahí, así como habían más que vigilaban en tierra.

Se escondieron detrás de una chimenea que tenían cerca.

- Dejen que me encargué, a mi señal actuarán ustedes.- dijo (tn)___________ - Y recuerden... Nada de pasividad con ellos.

Ella salió de su escondite, activó el Yōsoaigan y miro atentamente al hombre que estaba "pendiente" a cualquier cosa inusual.

No tenía nada que temer, hasta el mismo Kioshi lo había dicho "Todos ellos tienen la orden de aniquilar a los del Clan Hoshi". Y sintiéndose un poco mal, sólo esperaba que así siguiera siendo y que ella no fuera tomada como parte de todo esto. Por ahora.

Avanzó lentamente mientras con agilidad realizaba sus sellos de mano.

- Shokyū...- susurró colocando sus manos en el suelo y una línea brillante avanzó hasta los guardias que estaban más cerca.

El Shokyū era una habilidad del poder de parte del Yōsoaigan, está habilidad solo era capaz de aprisionar e inmovilizar a algún enemigo en una área de 1.6 kilómetros.

Ella dio una señal, y Guren prosiguió.

- Shōton: Suishō Rō no Jutsu.

Cada uno de los guardias fueron encerrados completamente en cristal.

- Kojin kōgeki...-

Kiyoshi lanzó cada una de las bombas que creo hacia los guardias cristalizados.

- Baku...-

- Aún no es tiempo, Kiyoshi.

Kiyoshi se sorprendió ante lo que había dicho (tn)__________ pero, le hizo caso, no hizo nada más.

Se volvieron a escuchar las campanadas entonces ella corrió, aún por los techos y con un poco de preocupación, hasta donde podía escuchar aquellas campanas soñar.

Cuando llegó unos metro antes, vio un palanquín en medio de la calle siendo transportado por cuatro personas, no dudo en sospechar que ahí seguramente se encontraba Aratani.

No había tenido ninguna complicación por el momento, y eso la alegraba.

- Cubranme- ordenó y siguió avanzando, pero está vez decidió ir por tierra.

Cayó de cuclillas en el suelo de concreto de un callejón y avanzó a la multitud que veía con fascinación el palanquín, que estaba cerca por llegar a donde ella ahora se encontraba.

Un guardia la vió, y por un momento quiso atacarla pero en lugar de eso recibió el impacto de una espada hecha de cristal que lo hirió de gravedad.

Toda aquella gente la miró con una expresión de sorpresa, sin embargo en ningún momento trataron de atacarla, así que ella solo se abrió paso.

Y cuando intento acercarse más al palanquín, más guardias la rodearon.

Escuchó una risa burlona, y detrás de aquellos guardias que la rodeaban, él apareció.

Ahí estaba él, con su ya conocida sonrisa de oreja a oreja.

Y era extraño pero, ella no sabría decir si era él verdadero o solo era otro Shinobi que había sido manipulado por la técnica de Aratani.

- Que valiente al venir aquí.- dijo con sorna - Que valiente al enfrentarte sola a todos nosotros... Uchiha.

Ella vio un halcón sobrevolando los aires, y fue entonces cuando ella también sonrió.

Unas cuantas plumas negras se clavaron en cada uno de los guardias que la rodeaban y cayeron uno a uno.

- Quítate- espetó ante el guardia que aún no había caído y lo empujó para finalmente tener libre el camino.

- ¡Escoltas!-

Dos más aparecieron, ella tomó su katana y en un abrir y cerrar de ojos aquella chica se encontraba detrás de ambos con la katana desenvainada.

- ¡¿Qué esperan?! ¡Vayan por ella!

No contestaron, aquellos dos hombres cayeron al suelo... Muertos.

Guren al ver la escena decidió tomar la oportunidad.

- Kiyoshi, es momento.

Kiyoshi asintió y se preparó.

- ¡Bakuhatsu!

Chasqueo sus dedos y las bombas situadas al lado de cada prisión de cristal explotaron, por lo tanto como el cristal se habia hecho añicos, las víctimas igual de habían desintegrado junto con las partículas de cristal.

Pero no solo ese fue el daño provocado por las explosiones, sino que todos los tejados, que estaban hechos de concreto, se desintegraron provocando una nube de polvo.

Todos trataron de ver que se aproximaba.

Y cuando el polvo se disperso un poco él logró ver a su hermano y a Guren situados a los costados de la joven Uchiha.

- He seguido tus consejos, Kioshi.- dijo (tn)__________ - ¡Hemos venido con la esperanza de librar a los Hoshi y a personas propias de mi mundo de los Wakusei! ¡No me iré de aquí hasta matarte!

Levantó su brazo y señaló a Kioshi.

- ¡Y a ti también, Wakusei Aratani!

La nombrada abrió un poco de las ventanas del palanquín y asomó su rostro con una mueca de orgullo y satisfacción.

- Si asi lo deceas jovencita...

Ella bajo de donde se encontraba. Aratani era una mujer hermosa y elegante. Vestía un kimono blanco muy elaborado. Su cabello azulado-purpura se encontraba suelto, sus ojos eran rojizos y en sus orejas colgaban unos pendientes en forma de sello.

- Uchiha (tn)___________, muéstrame tu potencial. Muéstrame aquella guerrera que fue elegida como poseedora del Uranai.

- Está bien.-

(Tn)___________ se preparó.

- Veredicto final; ¡Maten a todos ellos!

Se pusieron espalda contra espalda y comenzaron a vigilar tantas direcciones como podían.
Pero entre todas esas personas resaltaron dos.

- Hayami...

(Tn)__________ inspeccionó a la última sobreviviente del Clan Koyarki, aunque también no paso desapercibida a "Aira", sin embargo ella sabía que esa Aira era falsa, entonces no habría culpa si en verdad la mataba.

- Todo un ejército con ustedes dos. ¡No vivirán para contarlo!

Uchiha Hiden: Una Historia Jamás ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora