Uchiha Hiden: Una Historia Jamás Contada

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Capítulo 16: Calamidad brusca

Miró adelante, con sorpresa y miedo, ella se encontraba ahí, de pie. Sí, claramente era la persona que había decidido abandonar entre los escombros con tal de salvar su vida.

Pero, ¿Qué había ocurrido?

No sabía exactamente, quería averiguarlo pero por ahora parecía no ser el momento.

- ¡Atraparlos es lo único que nos queda!-

El grito a lo lejos no era de nadie más que de Yukimaru dando órdenes a sus hombres. Con sólo escucharlo, ambos, tanto Takeshi como Guren, imaginaban que el enemigo ya se encontraba cerca.

- ¡Hey! ¡¿Donde vas?!- preguntó Takeshi al observar como Guren tomaba impulso y corría hacia donde se podía escuchar el pleito - ¿Piensa que dejándome aquí logrará algo?-

No recibió respuesta, ella ya se había alejado lo suficiente como para evitar oír cualquier pregunta o comentario del chico. Por ello, él se molestó, y sin cuidado alguno tomó su pierna izquierda y la sacó de los derribos sin ningún cuidado.

- Le demostraré que yo valgo más que ella- Se dijo a sí mismo, así que siguió con esfuerzo y dolor hacía donde había ido Guren. Con complejidad logró llegar y se percató que ella mantenía distancia de la situación que se vivía.

Quizá esperaba el momento oportuno para atacar o ayudar.

Él decidió hacer lo mismo, y sólo observar hasta que el momento adecuado apareciera y logrará hacer un gran debut.

- Son muy valientes al regresar aquí después de lo que hicieron-

- Les costará muy caro el que hayan regresado-

- Su valentía no valdrá mucho-

Más y más frases de burla se dirigían a ellos que poco a poco se encontraban acorralados. Ninguno había intentado atacar ni mucho menos hablar, sólo se mantenían atentos a cualquier movimiento...

- Son diferentes a como recordaba-

Takeshi presentía que algo no cuadraba.

Estaba apunto de amanecer, por lo que ellos no tendrían la necesidad de atacar, como él ya había mencionado sólo atacaban de noche y en un número mayor y ellos solamente eran cuatro.

No podía observar su rostro, estaba oculto detrás de una máscara... Pero no era idéntica a como la había visto varias de veces, la cara del zorro había sido sustituida por la de un ave...

Y la vestimenta que llevaban lograba sospechar que todos se habían equivocado y verdaderamente él debía intervenir.

¿Podría ser...?

- ¡Esta será su última visita!-

No podía creer lo que haría, pero definitivamente si estaba equivocado sin rechistar aceptaría su error.

Sin embargo fue demasiado lento.

La habilidad de aquella mujer era tan buena que cuando Takeshi se dió cuenta todo aquel grupo quedó rodeado por una especie de muro hecho exclusivamente de cristal.

Todos exclamaron de alegría, aunque todo cambio su perspectiva cuando cerca de aquél muro, provenientes del suelo, comenzaron a surgir agujas de cristal, una por una dirigiéndose a aquellos que sólo tenían la intención de protegerse de aquellos desconocidos.

Las agujas se detuvieron cuando todos se alejaron a lo que ella considero una distancia alejada y después todo desapareció...

- Todos ustedes mantenganse apartados- ella se acercó al grupo que estaba ahí, estático así que comenzó a retirar cada una de las máscaras de sus rostros.

Yukimaru no entendía a que venía todo aquello. Estaba feliz que por fin después del largo plazo que había vivido con miedo a que ella nunca más despertará había pasado, sin embargo ésto que ella estaba haciendo no le encontraba lógica.

- ¿Por qué hace esto?- cuestionó uno de los hombres, que estaba bastante cabreado, hacia ella.

- Se están equivocando de personas-

Takeshi en ese momento apareció a escena y ante aquello que mencionó fue suficiente para que todos mostraron una expresión que daba a entender que necesitaban una explicación ante lo que ocurría.

- ¿Cómo estás tan seguro de ello?-

Guren observó al chico y en ese momento tuvo la corazonada que él sabía algo que todos ellos aún no, por ende decidió mantener su silencio.

- (tn)___________ y yo los conocemos...-

La mayoría de los presentes comenzaron a murmurar barbaridades sobre la joven y sobre el niño. Algunos decían que seguramente la joven Uchiha había decidido volver a su antiguo camino donde sólo lograba un beneficio sobre ella a cambio del sufrimiento de los demás.

- Eso es imposible.- habló Guren sobresaliendo ante todos.

- No son de gran peligro.- respondió Takeshi con seguridad, observando a a cada uno de ellos que ahora podía reconocer perfectamente gracias a que no tenían las máscaras colocadas.

Por supuesto que los recordaba, (tn)___________ los había salvado cuando estaban siendo perseguidos, aunque tenía la incertidumbre de por qué ya no se encontraban todos los integrantes.

- Entonces... - Yukimaru habló con perplejidad - ¿A que han venido a este lugar?-

- Nosotros... -

Uno de ellos por fin habló, estaba decidido a explicar todo este mal rollo, sin embargo no sabía cómo se tomarían la información que estaban apunto de decir:

- Nosotros sólo somos un grupo que fue enviado para advertir sobre lo que está ocurriendo-

Todos ellos estaban desorientados porque obviamente aún no estaban al tanto de lo que sucedía.

- Nosotros no sabemos si lo que está pasando ahora mismo con el planeta tenga que ver con nuestra misión, sin embargo decidimos que ayudar era la mejor manera. Hemos estado alertando a todos aquéllos que aún no se habían enterado, este era el último lugar. No queremos hacerles daño, al contrario queremos ayudar en la crisis que están pasando. Tenemos que evitar que una catástrofe ocurra.-

- ¿Y por qué no se defendieron ante nuestros ataques?-

- No tenemos permitido utilizar nuestras habilidades-

Todo era confuso. ¿A qué se debía que no tenían permitido el defenderse?

Así como esa pregunta, existían muchas más, pero la más importante en ese momento fue respondida:

- ¿Y cuál es la crisis que el mundo está viviendo?-

El viento fuerte interrumpió, todo vibró, una luz iluminó el lugar y parecía como si el sol ya hubiera salido, no obstante a lo lejos aún se notaba la gran y fuerte oscuridad.

Todos admiraron aquél meteorito que acompañado de varios más de variados tamaños, se avecinaban. Era como si el propio mundo le hubiera respondido. Visiblemente existía la posibilidad que en poco tiempo, todos murieran.

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