Capítulo 3: El símbolo perdido renace en el fuego de la batalla
Corría sin la más mínima vacilación mientras en sus brazos llevaba aquel niño que se aferraba a ella buscando protección. Corría hacia delante, en silencio y sin descanso alguno. Pero en su eterno silencio que se prolongó a lo largo del camino pensaba las explicaciones del porque aquel niño necesitaba ayuda. Salto de rama en rama, de árbol en árbol hasta que su vista dio en un pequeño pueblo, era un pequeño lugar rural como los muchos que se encontraban en todos los países. Las casas que se encontraban ahí habían sido quemadas por completo, los restos de aquellas ya no eran más que cenizas.
- Ellos... Ellos atacaron la noche de ayer- murmuro el niño - Tal vez no haya nadie aquí, todos o los pocos que sobrevivieron fueron llevados lejos-
Estaba pensando en las posibilidades del porque harían aquello, sobretodo porque atacarían a un lugar como ese. No tenía pinta de ser un gran lugar donde estuvieran Shinobis fuertes y/o peligrosos. Simplemente parecía un lugar común y corriente.
De repente sintió un chakra acercándose. Comenzó a retroceder, no porque tuviera miedo, no. Era porque necesitaba colocar el niño en un lugar seguro.
Retrocedió y se escuchó algo cortar en el aire, era el sonido de shurikens acercándose. Tomo su katana y desvío la trayectoria de las shurikens que iban hacia ella, entonces corrió de nuevo por donde había sido su recorrido.
Regreso a su trayectoria, buscando con la mirada un lugar donde dejar al niño, si ese "enemigo" era alguien fuerte entonces no debía poner a nadie en peligro.
No supo cómo, pero sintió un golpe fuerte, había sido tanta fuerza empleada que logró chocar hasta un árbol haciendo añicos el tronco. Aún en sus brazos tenía aquel niño que no había recibido daño alguno, tenía en cuenta al enemigo pero también el cuidado de protegerlo. Pateó el suelo y saltó de nuevo hacia el bosque, guardo ágilmente su katana y siguió rápidamente corriendo.
Llegó a un punto que no sintió a nadie cerca, bajo al niño y se colocó a su altura.
- Quédate aquí...- dijo revisando a su alrededor -Volveré pero no te vayas a ningún lado-
- Pero...- susurro mientras sus pequeñas manos tomaban fuertemente la capa con el que estaba envuelto como si temiera que está escapará.
- Regresaré- su voz sonaba decidida
- ¿Es una promesa?- pregunto confundido.
Ella suspiro y miro al suelo. Hace mucho tiempo que no hacía promesas, pensaba que solo servían para someter a las personas a cumplir algún tipo de capricho, pero la verdad era otra.
- Es una promesa- afirmó y sin más se marchó. Sabía que estaba cerca, el desconocido se acercaba con rapidez, por lo tanto tenía que idear alguna estrategia.
Sus sentidos estaban al tanto de cada pequeño y mísero sonido de su alrededor. Y entonces escuchó algo, era el sonido del aire siendo cortado. Ahora era el sonido de una espada siendo dirigida hacia ella.
Aunque también (tn)____________ sabía jugar, actuó rápidamente colocando su katana horizontalmente reteniendo la hoja de la espada. Miró fijamente a su enemigo que tenía una sonrisa de diversión.
Lanzó una patada a su estómago alejándolo pero no tanto como para que se golpeara con algo, se lamentó por ello.
- ¡Admítelo!- dijo el enemigo tratando de lastimarla con su espada -¡No puedes derrotarme!-
No dijo nada. Él mentía, nunca debían subestimarla ¡odiaba ser subestimada! Desde niña detestaba que le dijeran que era débil, eso no era verdad, aunque... en está ocasión tal vez era cierto. Aún no sabía exactamente si sus ojos se encontraban mejor, en el corto lapso de tiempo que llevaba viajando no había decidido activar su Dojutsu.
El tiempo ha sido corto desde que la Cuarta Guerra Mundial Shinobi termino y ella decidió emprender ese viaje. Además de que no había tenido una batalla como esta. Y en esos momentos sólo podía defenderse, atacar con Taijutsu y con alguna otra técnica.
Sus poderes oculares... ¡debía usarlos ya!
- ¡Sharingan!-
Sus ojos se tornaron color carmesí, era el respectivo Dojutsu de su Clan, así que quitó los lentes sabiendo que solo serían una obstrucción
Levanto la mirada y miro al enemigo. Era un hombre robusto quien la atacaba. Tenía el cabello rubio, sus ojos eran de un color pardo rojizo, quién quedó impresionado al ver esos ojos.
- Uchiha- balbuceo el hombre
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Uchiha Hiden: Una Historia Jamás Contada
FanfictionHa pasado un año y medio... la Cuarta Guerra había terminado. Las 5 Naciones Shinobi estaban unidas. Con esto nos lleva a un sitio donde una joven realizaba su viaje por el mundo. Si quieres saber y completar los misterios aún no resueltos, si quie...