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Capítulo 7: La cabeza del desastre avecina con revuelo

En la habitación más profunda de una hermosa ciudadela con finos toques de color dorado, una fina puerta de cristal y un lindo jardín con brillantes plantaciones, se encontraba una mujer. Sus ojos estaban completamente cerrados, su cabello azul-purpura ondeaba por el viento que se adentraba por la ventana en dónde se podía sentir la cálida brisa.

Escucho que alguien se acercaba así que abrió los ojos mirando a cada uno de ellos los cuales había estado esperando desde hace ya un largo tiempo para que al fin ellos hicieran acto de presencia.

- Siento mucho el haberlos llamado tan de repente...- Su fina voz hizo eco en el lugar - Pero estoy ansiosa de saber cómo les ha ido con su búsqueda-

Colocó una gran sonrisa en sus labios color rojizo y aplaudo con vigor.

- ¡Bien!- exclamó animada - ¿Quién me dará buenas noticias primero? -

Sus subordinados se miraron entre sí preguntándose a sí mismos quien sería el primero en hablar y posiblemente dar todo lo contrario a unas buenas noticias.

- Mi señora... - habló el joven peligro -No la hemos encontrado en ningún lado-

La joven mujer que estaba de pie delante de él lo miro con confusión.

- Hemos buscado de rincón en rincón pero no está-

- ¿De verdad?- preguntó - Es una pena... - decía sin ánimo

- "Eres la única que puede terminar con tal maldad"-

Escucho una voz en su cabeza y frunció el ceño, sus ánimos ahora se encontraban por los suelos.

Había empezado está búsqueda desde hace un par de años, no era para sorprenderse la repuesta que le habían dado, claro que ya se estaba hartando que solo le dijeran "no está" porque eran tan inútiles para encontrar a una genio, si debía admitirlo pero a quién buscaban era una genio.

Se podría decir que si te atrevieras a jugar con ella a las "escondidas" te demorarías miles de años en encontrarla.

Cómo ahora tal vez.

El asunto es que ella, tenía algo tan simple como poderoso que lo necesitaba ahora.

- Bueno apartando todo el asunto... tengo otra información importante que requiere de nuestra suma atención. - afirmó llamando la atención de sus súbditos - Tal vez algunos de ustedes ya se han puesto al corriente pero... -

La mujer pronunció con odio.

- Los "Hoshi" también están buscando lo mismo que nosotros-

Un momento de tensión se formó en la sala, todos ellos estaban sorprendidos y ninguno se había enterado de tal situación.

- ¡Hijos de puta!- exclamó uno -¡¿Desde cuándo Kiyoshi está al pendiente de las tradiciones de sus antepasados?!-

- Al parecer desde que alguien le informó que el tesoro aún existía- dijo con reclamó - Además de que Kiyoshi está también entre unos de los pelotones-

- ¡¿Está buscándolo personalmente?!

- Así es.

Su extrañeza se tornó aún más fuerte cuándo afirmaron eso.

Ellos conocían a Kiyoshi alguien quién no le interesará saber nada de años anteriores, pero al ser algo tan grave entonces sería la forma perfecta de interesarse.

- Mis queridos colegas es el momento de contratar a más gente de 'esos lugares'-

Un buen pago haría que alguien se integraría a la brevedad del asunto, claro que intentarían reclutar a los más poderosos e inteligentes de cualquier lugar.

- Tengo un testimonio- un joven levantó su mano

- Dime-

- Es... solo una teoría, pero creo que nosotros y por supuesto los Hoshi, no somos las únicas etnias que estamos detrás de todo esto-

- ¿Por qué lo dices?- La joven se presentó interesada ante tal tema

- Contraté a alguien hace poco...- soltó un suspiro - Y cuando fui a verlo me dijo que fue atacado por...-

- ¿Por quién? - pregunto impaciente

- Eh... - se mostró indeciso al seguir hablando del tema - Bueno... Dice que es muy fuerte y que lo pudo derrotar fácilmente. Es muy conocida por muchas personas pero lo que resalta de ella es que... tiene un poder que se conoce como "Sharingan"-

- Uhm... ¿Sabes cuál es su nombre?-

- No, él no me lo dijo. De hecho estaba muy asustado cuando lo encontré, solo balbuceaba y parecía como si hubiera visto un fantasma-

- "Esto es interesante"- pensó la joven mostrando una sonrisa de oreja a oreja

- Bien ¡Encuentren a esa chica, a Koyarki Hayami y tráiganlas ante mí!

- ¡Sí!

Algunos desaparecieron, otros salieron corrieron y saltaron de las ventanas o puertas, mientras ella volvía a quedarse sola en la ciudadela.
Rápidamente dio vuelta y se dirigió hacia otra habitación, la abrió con sumo cuidado mirando el interior.

Nadie más que ella tenía el permiso de entrar a aquel lugar. Llevó sus manos hacia su pecho y miro con nostalgia la estatua que ahí se encontraba.

- Nadie más que yo será quién obtenga el tesoro. Se lo prometo, su majestad-

Uchiha Hiden: Una Historia Jamás ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora