Uchiha Hiden: Una Historia Jamás Contada

44

Capítulo 44: Rivalidad contra el cazador.

El lugar era ardiente, tal como el fuego mismo. No era a causa del sol, de hecho, la intensidad del sol era muy mínima a comparación del lago que ahí se encontraba.

Por el momento, el lugar no había cambiado, había sido el mismo desde que Hayami y Aira se habían marchado dejando solo a Takeshi para matar a los miembros del clan Hoshi.

Sin embargo, ellos mantenían su esperanza a flote. Tenían conocimiento de que era lo que le pasaba a Takeshi y de las consecuencias que traería si llegarán a ser derrotados.

Por ahora, era probable que Kiyoshi no se pudiera contactar de manera rápida con otros integrantes, así que si perdían sería el fin para su clan. Pero también, sabían que tenían las habilidades únicas y necesarias para conseguir sus objetivos.

Años de esfuerzo, día y noche con tal de perfeccionarlo no sería en vano. Nunca se habían sentido tan impacientes ante una pelea como la que ahora vivían.

Ellos sentían que vivirían para contar su aventura. El logró que con esfuerzo y anhelo conseguirían.

En ese justo instante, se había detenido una vez más el tiempo. Esos pequeños segundos, en los que ella se podía mover con libertad mientras los demás se movían con suma lentitud, tomó la ventaja e hizo varios cortes ante la bestia que aún permanecía viva.

Hace ya un tiempo que venían haciendo diferentes estrategias, pero siempre resultaba imposible acercarse al verdadero problema.

A Takeshi.

Cuando todo regreso a la normalidad, ella se llevó la consecuencia: Aquella bestia la aplastó con su grande pata. Ella estaba contra el suelo con un gran peso encima y parecía ser que ya no viviría para contarlo.

- ¡Deja a Aiko!

De pronto, la bestia horripilante cambio de forma y batió las alas, levantando un viento hediondo. Subió en el aire, y luego se precipitó sobre Eri, atacándolo con el pico y las garras abiertas.

Él esquivo incontables veces los ataques. Corrió hacia los diferentes lugares en los que había más libertad. En aquel suelo arenoso utilizo su técnica que sólo había funcionado para distraer brevemente a aquella feroz bestia. 

- ¡Cubranse! ¡Detrás de mí!

Todos obedecieron, se colocaron detrás de Hiro, al momento en que aquel ser expulsó fuego de su boca.

- ¡Demonios! ¡Todas y cada una de las bestias son demasiado grandes y peligrosas!- recalcó Eri con furia mientras veía como el fuego aún estaba presente.

- No hemos conseguido aún llegar ante Takeshi. Ni siquiera un rasguño se ha llevado.- Yoshio miro con cuidado a Takeshi quién se mantenía tranquilo.

- Eso es porque el posee la barrera de Aratani.- comento Eri esperando que las llamas no lo quemarán.

- ¿A qué te refieres?- Aiko preguntó mientras veía como lentamente las llamas se hacían más pequeñas.

- Es sencillo, los guerreros con los que nos hemos enfrentado anteriormente no poseían esa barrera, eso es porque seguramente Aratani no le importa que a ellos los mataramos.  Mientras tanto, a "Aira", Takeshi y Hayami si poseen esa barrera porque son piezas clave para cumplir su objetivo. - colocó una mueca de disgusto -Además que los conocemos y Aratani pensó que pondríamos nuestros sentimientos sobre por todas las cosas.

- Tenemos que idear otro plan.- sugirió Hiro aún manteniendo su escudo de pie.

- Pero está vez, sin pensar las consecuencias.

- Quieres decir que...

- Que no hace faltan los sentimientos en este momento. Sí tenemos que matar a Takeshi para salvarnos nosotros entonces así será.

- Sí.

- ¡Venga ya!- Takeshi grito impaciente - ¡¿Terminaron de charlar?! ¡Esto es a-bu-rri-do!

Ellos estaban esperando un momento como éste. Era hora de debutar.

- ¡Tokubetsu kenshū: Tōitsu senryaku!

Ellos gritaron con fuerza.

La bestia cambio de forma una vez más y rugió dando a conocer que también estaba preparada para el siguiente encuentro.

El equipo corrió a la par, Hiro era quien iba a la delantera con su escudo protegiendo al resto de su equipo.

- ¡Ahora!

Al terminar de decir esas palabras, Eri se adelantó. Él sabía que tenían una ventaja ante esa bestia enorme que estaba a sus ojos. Los ataques eran algo lentos, para su maravilloso beneficio, en cambios los movimientos de él fueron rápidos y esquivando aquellos ataques siguió avanzando hasta dejar atrás la feroz bestia.

Las siguientes fueron Yoshio y Aiko.

Ambas se coordinarón y siguiendo los pasos y movimientos de su compañero, salieron igual ilesas y ambas se acercaron hacia un sorprendido Takeshi.

- ¡No avanzarán más!

Intento hacer que la bestia las golpeara o las mandara lejos de su vista. Pero en cambio, Hiro fue quien se puso en medio de aquel ataque y lo retuvo.

Takeshi quiso que la bestia se moviera, pero debajo de las patas de esta se encontraba un fango que no le permitía moverse.

- ¡Muere!

Aiko se acercó, y descargó un golpe rápido, hábil y mortal. Y cuando la espada cortó el cuello extendido, la cabeza cayó como una piedra, y el resto del cuerpo se desplomó con las alas abiertas.

Hiro dio un salto atrás. Pero ya la sombra se había desvanecido.

- ¡No!

Takeshi intento hacer de nuevo sus sellos de mano para realizar otra invocación. Pero de repente él vio como todo pasó en cámara lenta, literalmente.

El puño de Yoshio impacto contra algo que se encontraba en el aire, él escuchó perfectamente como se rompió cual cristal.

Y después se dirigió al pecho del chico, tomó con fuerza el mango de aquella daga.

Y.

La pulverizó.

Él ya no sintió fuerzas.  Cayó al suelo, pero los miro detenidamente. Ahora que lo pensaba bien, había cometido algo sumamente horrible a alguien que sólo lo quería ayudar.

Había causado muchos problemas, en lugar de ayudar.

- Perdón... Gracias...

Cayó inconsciente después de eso.

Todos suspiraron. Habían terminado su trabajo, sin embargo aún quedaba algo pendiente.

- ¿Qué es lo que deberíamos hacer?

- Ya nos hemos encargado de liberarlos de la técnica maligna de Aratani, pero creo que debemos ayudarlos a que se recuperen.- Yoshio tomó el Kibō y abrió un portal.

- Tienes razón - Hiro asintió -Después iremos de regreso a la tierra y cuidaremos todos los rincones por si alguien del Clan Wakusei aún anda rondando por ahi. Tememos que hacer nuestro mejor esfuerzo mientras esperamos a que Guren, Kiyoshi y (tn)_____________ regresen.

Todos asintieron.
Pero su impaciencia aún estaba presente.