Uchiha Hiden: Una Historia Jamás Contada

2

Capítulo 2: La hoja que lleva el viento y marea

La repentina luz matinal se asomó entre las ramas y hojas de los árboles que se encontraban unidos con aquella frondosa línea verde profundo, apenas estaba amaneciendo colocando una cálida sensación.

Los arboles dejaban traspasar la luz del sol cada vez con más intensidad, el cielo se tornaba de un lindo color azul. Una persona caminaba con sigilo entre el bosque, acomodo sus lentes una vez más a lo largo del camino que había recorrido. Detrás de aquellos lentes se encontraban unos ojos que a causa de la guerra pasada estaban lastimados. Si bien, no tuvieran daño alguno, ella los usaría en el momento preciso para defenderse de cualquier peligro.

Sus ojos eran especiales, no eran de una persona común sino más bien tenían un patrón complejo prueba de que ella era una persona de linaje restringido. Ahora su vista se encontraba ordinaria y así sería por un corto lapso de tiempo, pero en aquellos ojos había llevado el supremo dojutsu Yōsoaigan, pero, aun así si consideraba perdido su poder, ella llevaba aún la línea sucesoria de los Uchiha... El Sharingan.

Esa persona era Uchiha (tn)_________.

Desde donde se llegó a detener miro al frente y encontró el hermoso paisaje que la rodeaba. Anteriormente ella había regresado a su hogar... había regresado a Konohagakure, pero ahora esta era su nueva vida. Después de la Cuarta Guerra Ninja había decidido hacer un viaje... un camino de rendición. Conocía que su hermano tomo la misma decisión que ella, también emprendió un viaje... solo que había ido por un rumbo diferente al de ella.

En el pasado ambos tomaron decisiones, ella seguía a su hermano como si fuera su sombra. Pero ahora... era diferente.

Nadie seguía a nadie.

Él no la seguía a ella y ella no lo seguía a él.

Ambos, sabían que eran personas con idealismos diferentes. Se dieron cuenta que no podrían simplemente seguir dependiendo del otro. Ambos debían tomar sus propias decisiones sin afectar al otro.

Pero ahora tanto como su hermano como ella solo estaban viajando por el mundo.

La familia y el clan de los hermanos Uchiha habían sido dolorosamente apartados lejos de ambos. Ellos buscaron el camino para librarse del odio que se había colocado en sus corazones y eso es lo que intentaron hacer a través de un camino de oscuridad. Perdieron el sentido de las cosas más importantes. Y finalmente después de un tiempo ambos se habían dado cuenta de ello.

Ahora en su viaje, se daban cuenta como el mundo cambiaba a cada segundo. Se habían desarrollado maquinas con las cuales podrías trasmitir cualquier información en cuestión de segundos, la mejoría de tanto instituciones como tecnologías médicas y por supuesto la unión de las cinco Naciones Shinobi.

Todo cambiaba en cuestión de segundos.

- Yōsoaigan-

Quería descubrir el origen de aquel dojutsu dado por el Sabio de las 6 Sendas el cual ayudo a sellar a Ōtsutsuki Kaguya, ella quien había desafiado el tabú de consumir el fruto del Shinju obteniendo un inmenso poder, dando el inicio así de tiempos difíciles. Pero fue sellada por sus hijos, Hagoromo y Hamura. Pero gracias a Zetsu negro que trabajaba detrás de todo logro resucitar a Kaguya, sin embargo (tn)___________ junto a su hermano, el resto del equipo 7, Obito y Aira habían logrado sellarla de nuevo.

- Aira...- susurro al recordarla

Koyarki Aira se había convertido en alguien importante, Aira la había traído de vuelta del más allá cuando murió al intentar detener a sus hermanos, simplemente Aira la había salvado.

Le debía una deuda que jamás... podía pagar.

Sintió una presencia y se colocó alerta. Miro a su alrededor y vio una silueta a los lejos. Espero el momento necesario para atacar, pero miro que era un niño. Abrió los ojos sorprendida y corrió hacia él para auxiliarlo al ver su ropa manchada de sangre.

- ¿Estás bien?-

Él lo miro, en sus ojos había lágrimas de dolor puro.

- Necesitamos... que nos ayude...- susurro asustado y aferrándose a la chica. Ella sin saber que más hacer lo cubrió con su capa.

Miro al frente y encontró hacia dónde dirigirse, el humo que se veía a unos metros más allá era una pista del lugar que debía ir. Si debía ayudar... eso haría.