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Capítulo 34: Problemas inevitables.

El silencio aún permanecía, ellos contemplaron las luces en el cielo que se iban debilitando por culpa de los rayos del sol que estaba saliendo.

Pero fueron pacientes, sabían que tarde o temprano aparecerían.

- Está todo listo- dijo Yukimaru -Todos los demás han sido trasladados a un lugar seguro.

Aiko asintió. Sabía que no importaba si ahora ellos utilizaban su máximo poder ya nadie saldría herido.

- Alguien se acerca- dijo Eri.

Todos se colocaron en posición, sabían que si eran los subordinados de Aratani entonces los matarían uno por uno.

Su sorpresa fue grande al ver que un portal se abrió y de ahí salió aquel chico que tantos problemas había causado.

- ¡Takeshi!

Yukimaru se acercó a él. Lo miro con miedo al ver cuán demacrado estaba. Su piel estaba pálida y su ropa estaba desgarrada y con varias manchas de sangre y suciedad.

- Ellos... Ellos...-

- ¡Yukimaru regresa aquí ahora mismo!- demandó Yoshio sin embargo él no hizo caso.

- ¿Takeshi? ¿Qué ocurre? ¡Dimelo!

Él estaba jadeando por el dolor y después soltó un grito desgarrador.

- ¿Takeshi? ¡Takeshi!-

Yukimaru lo movió incontables veces, pero el niño ya no respondió.

- ¡Yukimaru regresa aquí!

No sabía que hacer. Pareció que Takeshi quería advertirles algo. Pero ya no respondía.

Trato de averiguar si aún respiraba pero al parecer ya no.

¿Había muerto?

De repente se escuchó un chasquido. Aquella bestia humeante que Takeshi invocó la otra vez había aparecido una vez más.

Aunque trataron de defenderse fue inútil, cuatro de ellos fueron arrastrados hacia la puerta de la dimensión abierta.

Todos cayeron bruscamente.

- ¿Qué es este lugar?- observó el lugar con cuidado. Había mucha nieve pero se sentía mucho calor.

Era algo sumamente extraño.

- Bienvenidos-

Todos miraron quienes estaban ahí. No podían creer que frente a sus ojos estaban; "Aira", Hayami y Takeshi, pero detrás de ellos había muchas personas más.

Vaya que habían caído en la trampa impuesta por Takeshi.

- Creo que en este punto, ya no importa quién muera.- dijo Eri al ver a lo que se enfrentarían.

- Hay que matarlos si es la única opción que nos queda.-

Todos contemplaron los ojos dilatados que los miraban.
Sí, definitivamente esas personas estaban siendo controladas.

Está vez había dos opciones. Liberar a cada persona de aquélla tecnica para que volvieran a la normalidad ó matarlas evitando más dificultad.

Pero, ya sabían cuál era la desición más sabia.

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- ¡Dispérsense!

Acatando la orden de (tn)____________, Guren y Kiyoshi se dispersaron por direcciones diferentes, e incluso la joven Uchiha se alejó.

Uchiha Hiden: Una Historia Jamás ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora