- ¡Potter!, ¡Longbottom! ¿quieren atender?
La irritada voz de la directora McGonagall restallo como un látigo en la clase de Transformaciones y tanto Alice como Lily se sobresaltaron.
La clase estaba acabando. Habían terminado el trabajo: las gallinas de Guinea que habían estado transformando en conejillos de indias estaban guardadas en una jaula grande colocada sobre la mesa de la directora y habían copiado de la pizarra el enunciado de sus tareas. La campana iba a sonar de un momento a otro.
- Antes de que se vayan, les tengo que informar algo. Se acerca el baile de navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los Tres Magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile solo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo desean pueden invitar a un estudiante más joven. – No sera obligatorio la túnica de gala. El baile tendrá lugar en el Gran Comedor comenzara a las ocho en punto y terminara a medianoche. Ahora bien...-. La directora McGonagall recorrió la clase muy despacio con la mirada-. El baile de Navidad es por supuesto una oportunidad para que todos echemos una cana al aire, pero eso no quiere decir- prosiguió la directora- que vayamos a exigir menos del comportamiento que esperamos de los alumnos de Hogwarts. Me disgustare muy seriamente si algún alumno de Gryffindor deja en mal nuestro colegio.
Sonó la campana, y se formó el habitual revuelto mientras recogía las cosas y se echaba las mochilas al hombro.
La directora McGonagall llamo por encima del alboroto:
- Potter, por favor, quiero hablar contigo.
- Ahora, ¿Qué hiciste?- me susurra Alice.
- Tal vez respirar- le contesto con sarcasmo.
La directora Mcgonagall espero a que se hubiera ido el resto de la clase, y luego le dijo:
- Potter, es una tradición que los campeones y sus parejas abran el baile. Espero que representes muy bien a Hogwarts ya que tú eres la campeona del colegio.
- Está bien directora.
Sale del salón buscando a Alice y la encuentra mirando una escena con incredibilidad. Hugo y Raquel Brown se abrazaban con tanta pasión que costaba distinguir de quien era cada mano.
- Hugo se la está pasando en grande- comenta Alice.
- ¿Qué pasa?- José entra a la sala y observa incrédula a Hugo y Raquel.
- ¡Oh!- dijo el muchacho, y se paró en seco al verlas.
- ¡Uy!- exclamo Raquel y salió riendo del aula.
La puerta se cerró detrás de ella.
- ¡Hola Lily! ¡No sabía dónde te habías metido!
- No dejes a Raquel sola ahí fuera- dijo José-. Estará preocupada por ti.
Y camino despacio y muy erguida hacia la puerta. Lily miro a Hugo, que parecía aliviado de que no hubiese ocurrido nada peor.
- ¡Oppungo!- exclamo entonces José desde el umbral, y con la cara desencajada, apunto a Hugo con la varita.
Una bandada de pájaros salió disparada como una ráfaga de balas doradas hacia Hugo, que soltó un grito y se tapó la cara con las manos. Pero aun así los pájaros lo atacaron, arañando y picando cada trocito de piel que encontraba.
- ¡José, por favor!- suplico el muchacho, pero con una última mirada rabiosa y vengativa, ella abrió la puerta de un tirón y salió al pasillo.
A Lily le pareció oír un sollozo antes de que la puerta se cerrara.
- Alice ayuda a Hugo, yo voy a ver como esta José.- Alice asiente y con la varita en alto hace desaparecer a los pájaros.
- Gatita tranquila- se acerca a José que esta acostada en su cama con pañuelos alrededor.
- Es que mira ponte en mi lugar, el único chico que me interesa y que creía que era mutuo lo encuentro besándose con la jirafa aquella y él me había prometido que íbamos a ir al baile juntos.
- Sé que Hugo hizo mal pero aun así no te tienes que dejar vencer y dejarle el camino fácil a la escoba aquella.
- ¿Escoba?- la observa sin entender.
- Si mira nada por delante ni nada por detrás ósea plana como una tabla.
- Lilian. Es que desde que tengo conciencia prometí que ningún hombre me iba a lastimar y toda la vida he vivido con ese miedo. Y después llego Hugo que me protegió desde un principio y cuando nos besamos en cuarto fue cuando empecé a derribar mis barreras.
- Lo que vamos a hacer es que le vamos a enseñar a ese idiota que no te puede ver la cara de tonta. Gatita
- Gracias gatita- se abrazan con cariño.
Lily nunca había visto que se apuntara tanta gente para pasar las Navidades en Hogwarts. Aquel año, en cambio, daba la impresión de que todos los alumnos de cuarto para arriba se iban a quedar, y todos parecían también obsesionados con el baile que se acercaba, sobre todo las chicas.
- Lily puedes dejar de ignorarme somos amigos desde que tenemos conciencia- Lily observa cansada a Hugo que no la deja de molestar durante la tarde.
- Pues fíjate que no te conozco tanto como yo creía porque que yo sepa tu no eras de los que engatusaba a una chica sola para jugar con ella.
- Lily lo de José fue un error.
- Eres un cínico- lo mira con rabia.
- Basta Lilian, tú eres mi mejor amiga además de mi prima pero si quieres dejar todos los años de amistad y hermandad por una amiga que conociste en primero está bien.
- Podemos ser lo que tú quieras pero no te voy a perdonar lo que le hiciste a mi mejor amiga.
- Está bien esto termina aquí- se aleja dejando hablando sola a Lily.
- Bien- grita Lily pero Hugo no la escucha.
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Lily Potter y el cáliz de fuego
RomanceOtro verano llega a su fin para Lily, la cual está impaciente por volver a Hogwarts para su último año. A sus diecisiete años, solo desea terminar su último año con buenas calificaciones para cumplir su sueño de ser sanadora, en Hogwarts le espera u...