Capítulo 24

53 3 0
                                    



El campo de quidditch ya no era llano ni liso: parecía que alguien había levantado por todo el unos muros largos y bajos, que serpenteaban y se entrecruzaban en todos los sentidos.

- ¡Son setos!- dijo Lily, inclinándose para examinar el que tenía más cerca.

- ¡Eh, hola!- los saludo una voz muy alegre.

Hagrid estaba con Thomas en el centro del terreno de juego. Lily y Sofia se les acercaron franqueando los setos. Thomas le sonrió a Lily: su actitud hacia ella siempre había sido amigable.

- Bueno, ¿Qué les parece?- dijo Hagrid contento, cuando Lily y Sofia pasaron por el último seto-. Están creciendo bien. Dentro de un mes abre conseguido que alcancen los seis metros. No se preocupen-añadió sonriente, viendo la expresión de tristeza de Lily. – ¡En cuanto la prueba finalice, su campo de quidditch volverá a estar como siempre! Bien, supongo que habrá adivinando en que consiste la tercera prueba.

Paso un momento sin que nadie hablara. Luego dijo Thomas.

- Un laberinto.

- ¡Eso es!- corroboro Hagrid-. Un laberinto. La tercera prueba es así de sencilla: la Copa de los Tres Magos estará en el centro del laberinto. El primero en llegar recibirá la máxima puntuación.

- ¿Simplemente tenemos que recorrer el laberinto?- pregunto Sofia.

- Sí, pero habrá obstáculos- dijo Hagrid- estoy preparando unos cuantos bichejos...y tendrán que romper algunos embrujos...Ese tipo de cosas, ya se lo imaginan. Bueno, los campeones que van delante de la puntuación saldrán de primero- Hagrid ve con una sonrisa a Lily y a Thomas-. luego entrara Sofia. Pero todos tendrán posibilidades de ganar; bueno eso dependerá de lo bien que superen los obstáculos.

Lily, que conocía de sobra el tipo de animales que Hagrid buscaría para una ocasión como aquella, pensó que sería algo de qué preocuparse.

- Muy bien. Si no tienen ninguna pregunta, volveremos al castillo. Está empezando a hacer frio.

- ¿Podríamos hablar?- le pregunta Thomas a Lily-. A solas.

- Sí, claro- contesto Lily, algo sorprendida.

- Entonces ¿Te importaría si camináramos juntos?- la mira con nervios.

- No. – contesta con una sonrisa de ternura ante el nervios de Thomas.

Lily y Thomas dejaron juntos el estadio, pero Thomas no tomo la dirección del barco de Durmstrang. En vez de eso, se dirigió hacia el bosque.

- ¿Por qué vamos por aquí?- pregunta Lily al pasar ante la cabaña de Hagrid y el iluminado carruaje de Beauxbatons.

- No quiero que nadie nos oiga- contesto simplemente Thomas.

Cuando por fin llegaron a un paraje tranquilo, a escasa distancia del portero de los caballos de Beauxbatons, Thomas se detuvo bajo los árboles y se volvió hacia Lily. Antes de que pudieran empezar a hablar vieron que se movió algo tras los árboles, y Lily, que tenía alguna experiencia del tipo de cosa que se escondían en el bosque, agarro a Thomas instintivamente del brazo y tiro de él.

- ¿Qué ha sido eso?

Lily negó con la cabeza, mirando al lugar en que se había movido, y metió la mano en la túnica para agarrar la varita. Al instante, de detrás de un alto roble salió tambaleándose un hombre. Lily tardo un momento en darse cuenta de que se trataba de su tío Percy.

Por su aspecto se habría dicho que llevaba días de un lado para otro: a la altura de las rodillas, la túnica estaba rasgada y ensangrentada: tenía la cara llena de arañazos, sin afeitar y con señales de agotamiento, y el cabello habitualmente impecable. Su extraña apariencia, sin embargo, no era tan llamativa como la forma en que comportaba: murmuraba y gesticulaba, como si hablara con alguien que solo él veía.

- ¿No es uno de los miembros del tribunal? Pregunto Thomas, mirando a Percy.

- Es mi tío Percy. – dice Lily asustada ante la incertidumbre de saber que le ocurre a su tío.

- ...y cuando hayas acabado, envíale a McGonagall un búho confirmándole el número el número de los alumnos de Durmstrang que asistirán al Torneo. Karkarov acaba de comunicarme que serán doce....

- Tío- le hablo Lily con cautela.

- ...y luego envíale otro búho a madame Maxime, porque tal vez quiera traer a algún alumno más, dado que Karkarov ha completado la docena. Hazlo.

Percy Weasley tenía los ojos desmesuradamente abiertos. Siguió allí de pie mirando al árbol, moviendo la boca sin pronunciar una palabra. Luego se tambaleo hacia un lado y cayo de rodillas.

- ¡Tío!-exclamo Lily- ¿Qué paso?

Los ojos le daban vueltas. Lily miro a Thomas, que la había seguido hasta los árboles y observaba a Percy.

- ¿Qué le pasa?

- Ni idea- dice Lily con voz entrecortada, se le estruja el corazón al ver a su tío en ese estado-. Pero tenemos  que buscar  ayuda.

Lily Potter y el cáliz de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora