Lily Potter y el cáliz de fuego

Capítulo 26

Ni McGonagall ni Lily volvieron a decir nada hasta que oyeron los inconfundibles sonidos de Hagrid y Fang, que volvían. Karkarov iba muy deprisa tras ellos. Llevaba su lustrosa piel plateada, y parecía nervioso y pálido.

- ¿Qué es esto?- grito al ver en el suelo a Krum, y a McGonagall y Lily a su lado-. ¿Qué pasa?

- ¡Me ha atacado!- dijo Krum, incorporándose en aquel momento y frotándose la cabeza-. El señor Percy Weasley.

- ¿Qué Percy te ataco? ¿El miembro del tribunal?- pregunta alarmado.

- Igor...- comenzó McGonagall, pero Karkarov se había erguido, agarrándose las pieles con que se cubría.

- ¡Traición!- grito, señalando a McGonagall-. ¡Es una confabulación! ¡Tú y tu Ministerio de Magia me han atraído con falsedades McGonagall! ¡No es una competencia justa! ¡Todo este asunto huele a corrupción y a trampa, y tu McGonagall con el cuento de entablar lazos entre los magos de distintos países, de restablecer las antiguas relaciones, de olvidar las diferencias...mira lo que pienso de ti!

Karkarov escupió a los pies de McGonagall. Con un raudo movimiento, Hagrid agarro a Karkarov por las pieles, lo levanto en el aire y lo estampo contra un árbol.

- ¡Pida disculpas!- le ordeno, mientras Karkarov intentaba respirar con el puño de Hagrid en la garganta y los pies en el aire.

- ¡Déjalo, Hagrid!- grito McGonagall, con un destello en los ojos. Neville los separa y tranquiliza a Hagrid.

- Mucus Ad Nauseam- conjura Lily provocando que a Karkarov se le cubriera la cara con mocos transformados en murciélagos negros que salen de su propia nariz.

- ¡Lilian!- la regaña McGonagall pero Hagrid y Neville no pueden evitar reírse de la expresión de sorpresa de Karkarov.

- ¡Hagrid, ten la bondad de acompañar a Lily al castillo!- le dijo McGonagall con brusquedad.

Resoplando de furia, Hagrid echo una dura mirada a Karkarov.

- Creo que sería mejor que me quedara aquí, directora

- Llevaras a Lily de regreso al colegio, Hagrid- le repitió McGonagall con firmeza-. Llévala hasta la torre de Gryffindor. Y, Lily, quiero que no salgas de ella. Cualquier cosa que tal vez quisieras hacer...como enviar algún búho...puede esperar a mañana, ¿me has entendido?

- Eh...si- dijo Lily, mirándolo. ¿Cómo había sabido McGonagall que precisamente estaba pensando en enviar a Pigwidgeon sin pérdida de tiempo a sus padres contándole lo sucedido?

- Dejare aquí a Fang, director-dijo Hagrid, sin dejar de mirar amenazadoramente a Karkarov, que seguía despatarrado al pie de árbol con moco de murciélago y enredado con pieles y raíces-. Quieto Fang vamos, Lily.

Caminaron en silencio, pasando junto al carruaje de Beauxbatons, y luego subieron hacia el castillo.

- Me alegra saber que eres tan valiente como tu madre- le comenta orgulloso Hagrid.

- Se lo merecía como se atreve a faltarle al respeto a la directora McGonagall y a decirnos traidores.

Lily se despide de Hagrid cuando entra al castillo prometiéndole que se va a cuidar y que ya no va a conjurar más moco murciélagos ante cualquier persona que la haga enfadar.

- Cuidado- mira enfadada a la persona con que se topó provocando que cayera al piso.

- Lily ocupo que me ayudes- la mira Mía esperanzada.

- Perdona Lily por hacerte tropezar. No importa Mía pero dime que ocupa mejor amiga que haga- le dice ironizando.

- No estoy para tus sarcasmos Alejandra, esto es urgente. Mi padre me quiere llevar a Paris. – le dice afligida.

- No, que tragedia más grande- se pone la mano en la frente actuando como una damisela en apuros-. ¿Dónde estará nuestro caballero con brillante armadura para salvarnos?

- Mira Lilian Alejandra si estuviera alguien más le pediría ayuda pero como solo estas tu ocupo que le des esta carta a mis amigas para que se lo den a...- no termina la oración al saber que iba a delatar su relación con Lorcan.

- Mejor yo se la doy a Lorcan- completa la oración.

- Muchas gracias Lily- se aleja unos pasos pero regresa confundida-. Espera ¿Cómo sabes lo nuestro?

- En el día del baile José y yo los descubrimos en el salón-. confiesa restándole importancia.

- No le digas a nadie- le susurra como si fuera un gran secreto.

- Mira no se los motivos por los cuales están ocultando su relación pero no es de mi incumbencia decirle a los demás.

- Gracias Lily.

Se aleja hacia su dormitorio con la cabeza dándole vueltas y con muchos problemas encima.