Lily Potter y el cáliz de fuego

Capítulo 10

- ¿Dónde está Hagrid?- pregunto Lily.

- Soy la profesora Grubbly-Plank- dijo con entusiasmo-. La sustituta temporal de su profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas.

- ¿Dónde está Hagrid?- repitió Lily.

- Esta indispuesto- respondió lacónicamente la mujer.

Hasta los oídos de Lily llego una risa apenas audible pero desagradable. Se volvió. Estaban llegando Scorpius Malfoy y el resto de los Slytherin. Todos parecían contentos y ninguno se sorprendió de ver a la profesora Grubbly-Plank.

- Por aquí, por favor- les dijo esta, y se encamino a grandes pasos hacia el portero en que tiritaban los enormes caballos Beauxbatons.

Lily se acerca a Albus- ¿Sabes que le ocurrió a Hagrid?

- No tengo ni la menor idea, Lily- pone su brazo en los hombros de su hermana-. Pero qué te parece si le escribimos una carta a nuestros padres para saber si lo saben.

- Si es muy buena idea.

- Oye ¿Vas a volver a hablar con Hugo?- añade- Lily a pesar de que Hugo hizo mal debes de admitir que es el único que te sigue tus locuras y también aunque tu sabias que no le gusta esta clase lo hizo por ti.

- Hoy en la tarde voy a hablar con él en verdad lo extraño.

- Perfecto además míralo-Hugo esta recargado en un árbol con los brazos cruzados-. Parece dementor con ese rostro demacrado.

- Cállate Albus, fíjate que aun así Hugo esta antes que tú en la lista de los chicos más guapos de Hogwarts.

- Si bueno estoy seguro que fue mediante trampa.

- Hola Lilian- saluda Scorpius.

- Bueno Albus yo te dejo aquí con tu serpiente amiga tengo cosas mejores que hacer que estar aquí con él. – Lily se aleja hacia un grupo de compañeras de las pocas que volvieron a tomar la clase.

- Tu hermana nunca cambiara- niega divertido Scorpius.

- Lo raro aquí es que si otro compañero te hubiera hecho ese desplante tú lo golpearías pero con Lily lo dejaste pasar por alto.

- Ante todo soy un caballero aun cuando tu hermana saque lo peor de mí.

La profesora regreso con un unicornio grande y muy bello. Mucha de las chicas emocionadas empezaron a acercárseles pero la maestra lo prohibió. El unicornio era de un blanco tan brillante que a su lado la nieve parecía gris. Piafaba nervioso con sus cascos dorados, alzando la cabeza rematada en un largo cuerno.

- ¡Los chicos que se echen atrás!- exclamo con voz potente la profesora Grubbly-Plank apartándolos con un brazo-. Los unicornios prefieren el toque femenino. Que las chicas pasen adelante y se acerquen con cuidado. Vamos, despacio.

Junto con las demás chicas se acercó poco a poco al unicornio, dejando a los chicos junto a la valle del portero, observando.

- ¡Espero que se quede esta mujer!- dice Mia Parkinson a su grupo de amigas-. Esto se parece más a lo que yo me imaginaba de Cuidado de las Criaturas Mágicas: criaturas hermosas como los unicornios no monstruos.

- Mira descerebrada Hagrid es el mejor maestro para esta asignatura así que mejor cállate.

- A Hagrid en la época de nuestros padres lo despidieron por ser un criminal y nunca fue aclarado ese asunto.

- Mira descerebrada Hagrid fue libre de todos los cargos así que si no sabes no digas nada.

Lily se dirige al Gran Comedor uno minutos antes de que suene la campana.