- ¿Qué tengo que hacer Molly?
- ¡Tienes que comerte esto Lily!- dijo Molly, y saca una bola de algo que parecían viscosas colas de rata de color gris verdoso-. Justo antes de entrar en el lago, Lily: ¡branquialgas!
- ¿Para qué?- pregunto Lily mirando las branquialgas.
- ¡Gracias a ellas, Lily podrás respirar bajo el agua!
- Gracias Molly eres la mejor- le da un beso en la frente.
Las dudas de Lily quedaron despejadas. Poniéndose en pie de un salto, se quitó la capa de invisibilidad, la guardo en la mochila, cogió las branquialgas y se las metió en el bolsillo, y luego salió a toda la velocidad de la biblioteca, con Molly pisándole los talones.
- Debo volver, pero mucha suerte Lily vas a ganar. Eres la mejor.
- ¡Hasta luego Molly!- grito Lily, que echo a correr lo más deprisa que podía por el corredor, y luego bajo los peldaños de la escalera de tres en tres.
En el vestíbulo se encontró con algunos rezagados, que dejaban el Gran Comedor después de desayunar y, traspasando las puertas de roble, se dirigen al lago para contemplar la segunda prueba. Se quedaron mirando a Lily que paso a su lado como una flecha, arrollando a un compañero al sortear de un salto la breve escalinata de piedra, para luego salir al frio y claro exterior.
Al bajar a la carretera por la explanada, vio que las mismas tribunas que habían rodeado en noviembre el cercado de los dragones estaban ahora dispuestas a lo largo de una de las orillas del lago. Las gradas, llenas a rebosar, se reflejaban en el agua. El eco de la algarabía de la emocionada multitud se propagaba de forma extraña por la superficie del agua y llegaba hasta la orilla por la que estaba sentado en el borde del lago a una mesa cubierta con tela dorada. Thomas, Sofia se hallaban junto a la mesa, y lo observaban acercarse.
- Estoy...aquí...-dijo sin aliento Lily, que patino en el barro al tratar de detenerse en seco y salpico sin querer la túnica de Sofia.
- ¿Dónde estabas?- inquirió una voz severa y autoritaria-. ¡La prueba está a punto de dar comienzo!
Miro hacia el lugar del que provenía la voz. Era McGonagall. Le tendió un traje de baño el cual se puso en la casa de campaña de al lado.
- ¿Todo bien Lily?- susurra McGonagall, distanciándola un poco de los demás.
- Sí. Estoy preparada.
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Lily Potter y el cáliz de fuego
RomanceOtro verano llega a su fin para Lily, la cual está impaciente por volver a Hogwarts para su último año. A sus diecisiete años, solo desea terminar su último año con buenas calificaciones para cumplir su sueño de ser sanadora, en Hogwarts le espera u...