Capítulo 40

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           Lily la miro con la boca abierta.

- ¿Podrías decírmelo otra vez...más despacio?- pidió.

Ella parpadeo, sonrió y repitió el enigma.

- ¿Todas las pistas conducen a un animal que no me gustaría besar?- pregunto Lily.

Ella se limitó a esbozar su misteriosa sonrisa. Lily tomo aquel gesto por un sí. Empezó a darle vueltas al acertijo en la cabeza. Había muchos animales a los que no le gustaría besar: de inmediato pensó en un escreguto de cola explosiva, pero intuyo que no era aquella la respuesta. Tendría que intentar descifrar las pistas....

- Si te lo hiciera, te desgarraría con mis zarpas- murmuro Lily mirándola. Puede desgarrarme si me come, pero me desgarraría con los colmillos, no con las zarpas-pensó-. Mejor dejo esta parte luego...

- ¿Podrías repetirme lo que sigue, si es tan amable?

Ella repitió los versos siguientes.

La respuesta está donde empieza la región de las montañas de arena y acaba la de los toros, la sangre, el mar y la verbena. El país delos toros, la sangre, el mar y la verbena podría ser España, y la región de las montañas de arena podría ser Marruecos, el Magreb, Arabia. Donde acaba España y empieza Marruecos podría ser el estrecho de Gilbratar, pero no puedo ir ahora tan lejos en busca de la respuesta. Claro que Marruecos y Magreb empiezan por ma, Arabia lo hace por ara, y España acaba en ña. Y su me lo hace, si se da maña, no, si me araña... ¿Qué animal no me gustaría besar?

- ¡La araña!

La esfinge pronuncio más su sonrisa. Se levantó, extendió sus patas delanteras y se hizo a un lado para dejarla pasar.

- ¡Gracias!- dijo Lily y echo a correr.

Ya tenía que estar más cerca, tenía que estarlo...la varita le indicaba que iba encaminada. Si no encontraba nada demasiado horrible, podría...

Llego a una bifurcación de caminos.

- ¡Oriéntame!- le susurro a la varita, que giro y se paró apuntando al camino de la derecha. Giro corriendo por él, y vio luz adelante.

La Copa de los Tres Magos brillaba sobre un pedestal a menos de cien metros de distancia. Lily acababa de echar a correr cuando una mancha oscura salió al camino, corriendo como una bala delante de ella.

Thomas iba a llegar primero. Corría hacia la copa tan rápido como podía, y Lily sabía que nunca podría alcanzarlo, por Thomas era mucho más alto y tenía las piernas más largas....

Entonces Lily vio algo inmenso que asomaba por encima de un seto que había a su izquierda y que se movía velozmente por un camino que cruzaba el suyo. Iba tan rápido que Thomas estaba a punto de chocar contra aquello, y, con los ojos fijos en la copa, no lo había visto.

- ¡Thomas!- grito Lily-. ¡A tu izquierda!

 

Lily Potter y el cáliz de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora