- Lily ¿estás bien? Estas machacando la carne - le pregunta temerosa Alice desde ayer en la tarde cuando salieron de su última clase Lily ha tenido un comportado extraño más agresivo y respondón.
- Es que está muy dura la carne no se puede cortar bien - contesta con rapidez mientras sigue clavándole el cuchillo a la carne con rudeza innecesaria.
- Potter la directora McGonagall la espera en su oficina- le dice Filch enojado como alguien a quien lo mandan a hacer algo que no quiere.
- Ya voy.
La condujo a la oficina por medio de una escalera de caracol de piedra en movimiento, que a su vez está oculta por una gárgola en el tercer piso. La gárgola se abre a un lado en respuesta a una contraseña. La cual Filch susurro por precaución. Toco la puerta con suavidad para después abrirla.
- Hola, Potter- dijo McGonagall-. Entra.
Ya en otras ocasiones había estado en la oficina de McGonagall por realizar una de sus miles de travesuras que realizo a lo largo de su estancia en Hogwarts.
Hagrid se hallaba junto al escritorio de McGonagall.
- Lily- dijo Hagrid-. ¿Cómo estás?
- Bien- mintió Lily.
- Precisamente estábamos hablando de la noche en que apareció el señor Weasley en los terrenos- explico Hagrid-. Fuiste tú quien lo encontró ¿verdad?
- Si pero siguen sin encontrarlo ¿verdad?- más que una pregunta fue una afirmación.
- Estamos haciendo todo lo que esté en nuestras manos- se apresura a responder Filch.
- Mientras tanto mi tío puede estar en peligro y me rompe el corazón ver a Molly llorando porque no sabe dónde está su padre. – responde con rudeza.
- Lilian. Sabes que vas a presentar los exámenes antes que tus compañeros por eso debes estudiar mucho. Así que tu concéntrate en tus exámenes para que te puedas graduar y nosotros nos encargamos del asunto con tu tío. Si nos dan noticias nuevas le avisamos- termina la reunión McGonagall.
- Está bien. Adiós directora. Adiós Hagrid que tengan un buen día- se encamina hacia la aula de tranrformacion en donde se encuentran sus amigas para estudiar Defensa Contra las Artes Oscuras.
- Es un buen entrenamiento para cuando sea aurora- comento entusiasmada José, utilizando el embrujo obstaculizador contra una avispa que acababa de entraren en la aula, que quedó paralizada en pleno vuelo.
Lily aprovechaba cualquier momento para practicar los maléficos, y se sentía más confiada ante aquella prueba que ante las anteriores. Aunque indudablemente sería difícil y peligroso, Hugo tenía razón: ella ya se las había arreglado en ocasiones anteriores con engendros monstruosos y barreras encantadas, y por lo menos aquella vez lo sabía de antemano y tenía posibilidad de prepararse para lo que le esperaba.
Harta de encontrarlas por todas partes, la directora McGonagall había dado permiso a Lily para usar el aula vacía de Transformaciones durante la hora de comer. No tardo en dominar el embrujo obstaculizador, un conjuro que servía para detener a los atacantes; la maldición reductora que le permitiría apartar de su camino objetos sólidos, y el encantamiento brújula, un útil descubrimiento de Hugo que haría que la varita señalara justo hacia el norte y, por lo tanto, le permitiría comprobar si iba en la dirección correcta hacia el centro del laberinto.
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Lily Potter y el cáliz de fuego
RomanceOtro verano llega a su fin para Lily, la cual está impaciente por volver a Hogwarts para su último año. A sus diecisiete años, solo desea terminar su último año con buenas calificaciones para cumplir su sueño de ser sanadora, en Hogwarts le espera u...