Capítulo 11

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LEXA

Había pasado otra semana sin noticias de la rubia. Encima había tenido que aguantar al pesado de su novio en la tienda un par de veces. Ese tío no se cansada de dar por saco. En lugar de estar en la cama con Clarke...estaba ahí, en la tienda paseándose, observando con detenimiento los nuevos ambientadores. Patético, se dijo para sí misma. Este tío es completamente patético.

Aunque bueno, no pudo negar que una parte de ella se alegraba de que Finn estuviera ahí y no en la cama con Clarke. Realmente era ella la que quería estar en la cama con Clarke. Se moría por ver su cuerpo directamente frente al suyo, sin nada que le estorbase el campo de visión, sin nada que le impidiese tocar su piel directamente.

-Me cago en la... -Dijo en voz alta, cabreándose consigo misma por esos pensamientos.

Hasta se había empezado a poner nerviosa. Lo notaba porque no paraba de mover el pie sin parar mientras seguía mirando al tonto de Finn.

-Coge un puñetero ambientador ya. –Gruñó Lexa.

-Es patético eh. –Dijo Lincoln tras ella.

-¿Patético nada más? –Preguntó ella alzando una ceja.

Se tuvo que meter de nuevo en el taller, porque el hecho de ver al tipo por la tienda la estaba poniendo de un humor de perros. Su simple presencia la ponía enferma.

Agarró su móvil sin pensárselo mucho y decidió escribirle a Clarke.

Lexa: ¿Cine?

Ala ya está. Hecho. Finalmente Clarke había conseguido lo que quería, que ella cediera la primera. Pero es que ya habían pasado un par de semanas y ni rastro de la rubia.

Clarke: No.

-Flipo. –Dijo en un susurro. –Encima que cedo yo primera.... Será...Venga Lexa. Relájate. Insiste. –Se decía a ella misma.

Lexa: Palomitas grandes. XXL.

-Encima se hace de rogar. –Se quejaba mientras esperaba la contestación.

Clarke: Ya te he dicho que no.

Tuvo que contar hasta diez, hasta veinte y hasta treinta para asimilar aquello. Ahí estaba de nuevo la Clarke estúpida. Soberbia. La niña pija de papá y mamá.

-Voy a salir un poco a la puerta a que me de el aire. –Le dijo a Anya.

Cuando abrió la gran puerta que daba directamente a la tienda, lo vio de nuevo.

-¿Otra vez está aquí? –Le preguntó a Murphy.

-A mi me viene dando lo mismo. –Contestó el chico.

Y entonces lo pensó rápido....

Justo cuando acabó su jornada laboral, se dirigió a la casa de Finn con la idea de poder ver a Clarke y decirle a la cara lo bipolar y estúpida que era. Que seguro que si su novio no estuviera en la ciudad, esa misma noche estarían disfrutando de una buena película con un tarro enorme de palomitas.

-¡Lexa! –Dijo Finn animado nada más abrirle la puerta.

-Aquí traigo la pieza nueva para la moto. Fijo que le va. –Dijo ella fingiendo una sonrisa.

-Pasa. Pasa. –Dijo Finn abriendo la puerta por completo. –Vamos. –Dijo señalando la puerta del garaje.

Entre tanto su mirada se perdió buscándola por todos lados, pero nada, ni rastro.

90 escalones  (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora